El líder de la resistencia palestina, Hassan Yusuf, ha sido detenido en Jerusalén, horas después de que llamara a los musulmanes a defender la mezquita Al Aksa.

La Policía israelí ha detenido al líder del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), Hasan Yusuf, después de haber entrado en una zona restringida en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, informan los medios de comunicación. Yusuf había llamado horas antes a los musulmanes a defender la mezquita de Al Aksa, de Jerusalén de la amenaza judía, y después de que un grupo de radicales de la extrema derecha israelí intentara subir a la Explanada de las Mezquitas.

Finalmente el grupo de judíos no pudieron llegar al recinto, ya que la convocatoria fue desaprobada por las autoridades, pero en cambio sí lo hicieron unos 15.000 musulmanes para desafiar a la presencia judía en la zona, donde se ubican las mezquitas de Omar y Al-Aksa, terceras en la jerarquía del Islam. Yusuf, que hizo su llamamiento a través de la cadena de televisión qatarí Al Yazira, llegó esta madrugada junto con otros quince seguidores de Hamás a Jerusalén, donde de miles de jóvenes palestinos que llegaron anoche a sus templos han pernoctado allí.

El líder de Hamas, que hace unos meses salió en libertad de una cárcel israelí, dijo a la cadena de televisión que sus seguidores y él lograron burlar la vigilancia policial israelí en los accesos a Jerusalén, y al Monte del Templo. Yusuf llamó también a los ciudadanos árabes del Estado israelí a "subir al monte sagrado para defender la mezquita de Al-Aksa de los sionistas", porque tienen más facilidades que los palestinos de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza para entrar a Jerusalén.

La movilización islámica comenzó esta semana tras la convocatoria de la organización de extrema derecha israelí Revavá, para celebrar una manifestación de 10.000 personas en la Explanadada de las Mezquitas, el Monte del Templo para los judíos, donde estuvieron los de los reyes Salomón y Herodes. La campaña de los partidos de la derecha y de los colonos tenía por objeto impedir la retirada de Gaza prevista para julio próximo provocando grandes disturbios e incluso un magnicidio.

Unos 3.000 efectivos de policía israelí impidieron el ingreso de judíos a esa explosiva zona, y en el caso de los musulmanes palestinos restringieron el acceso a los menores de 40 años.