"La imagen de la semana bien podría haber sido el duelo, la ceremonia que se ofició el jueves pasado en homenaje a las víctimas mortales del coronavirus en presencia de Felipe VI. Una cifra oficial, 81.000 muertos, que se antoja arbitraria y restringida. Y que ojalá hubiera servido, al menos, para escarmentarnos y prevenirnos de la resaca de la tercera ola. Y de la cuarta".

"Y de la quinta, cuya ferocidad explica que hayamos pasado en tres semanas de una incidencia de menos de 100 casos por 100.000 habitantes a más de 500. No existe un caso similar en la Europa comunitaria. Ni parecen haber cundido las lecciones de la experiencia. Porque en cierto sentido estamos donde estábamos".

"Hemos estado confinados inconstitucionalmente. Y no le ha gustado a Sánchez el varapalo del TC, de tal manera que la nueva ministra de Justicia se ha ofrecido voluntaria para desacreditar a los seis magistrados del Constitucional que denunciaron la manera en que se formuló la restricción de movimientos y de libertades, en ningún caso las medidas sanitarias".