Bugatti cambia el rumbo

Bugatti es el fabricante más exclusivo del mercado. El Veyron de 1.001 caballos de potencia y más de 400 km/h de velocidad punta representa el top de la industria automovilística en estos momentos, y además es el único modelo que fabrica Bugatti en la actualidad en diferentes variantes. Pero esto podría cambiar en los próximos meses.

Los rumores, al menos en el mundo del motor, son la antesala de la noticia, y si este es cierto podría dar al traste con la actual Bugatti y con su imagen superexclusiva. Fabricar 300 coches en cinco años no permite mucho margen de maniobra, pero además es que la producción del Veyron ya está a punto de acabar y de momento no hay recambio.

El próximo modelo al menos en teoría previsto era el Galibier, una superberlina de superlujo con 1000 caballos de potencia y al menos dos millones de euros de precio. Pero parece que algo en Volkswagen, propietario de la marca, está cambiando de cara a la filosofía de la nueva Bugatti.

Ya no se habla tanto del Galibier, sino de una buena berlina basada en el actual o en el nuevo Audi A8 con el que la emblemática marca Bugatti podría pasar de hacer coches inalcanzables y estratosféricos a otros coches muy buenos y exclusivos pero bastante más accesibles para un cliente normal.

El Veyron es el vehículo de producción más potente y rápido jamás producido en serie, pero también el más caro, por encima de 1,2 millones de euros en las últimas versiones fabricadas. Sin embargo, pese a su precio muy alto, ni siquiera llega a cubrir los costes de producción del modelo, por lo que a Bugatti le supone perder dinero con cada coche que entrega, y eso parece que es lo que el máximo responsable del grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, recién renovado su contrato hasta el 2016, quiere evitar.

La producción de las unidades restantes del Veyron podría concluir en 2013 y sería entonces cuando se aplicaría el cambio de filosofía de la marca. Un cambio relativo porque al menos en un principio lo previsto es que ya no se fabriquen más deportivos puros con el nombre de la marca y centrarse en las berlinas.

En la nueva Bugatti, como tope de gama estaría el Galibier, que seguiría adelante con sus planes de producción y con su motor de mil caballos y precio astronómico, pero igualmente por debajo, y como coche para vender, para hacer volumen, estaría un nuevo modelo derivado del A8, igualmente muy lujoso y muy eficaz, pero sin los mil caballos y sin ser la berlina superexclusiva.