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La diversión está asegurada
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MINI CHALLENGE

La diversión está asegurada

El próximo día 23 de mayo comienza en el circuito Ricardo Tormo de Valencia la segunda edición de la Mini Challenge, una competición monomarca que permite

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La diversión está asegurada

El próximo día 23 de mayo comienza en el circuito Ricardo Tormo de Valencia la segunda edición de la Mini Challenge, una competición monomarca que permite disfrutar al volante en un circuito por un precio bastante ajustado. Un campeonato con diversión asegurada.

Ya el pasado año fue un éxito, con una media de 18 equipos en cada una de las seis pruebas celebradas y para esta edición cuenta con nuevos argumentos. El primero de todos una reducción de los costes de inscripción que la convierte en una competición muy accesible y al mismo tiempo también muy divertida.

El vehículo con el que se disputa es el Mini John Cooper Works en su versión de 211 caballos, lo que hace que el vehículo permita unas prestaciones brillantes, con una velocidad punta de 240 km/h. Un coche que corre de verdad.

Quizá lo más interesante de este certamen es que todos los vehículos son iguales, con un motor de estricta serie que es el mismo para todos los participantes. Igualmente son de serie la mayor parte de los elementos del vehículo y sólo se permiten pequeños cambios, pero iguales para todos, en el apartado de frenos y sobre todo de seguridad.

En este sentido, el vehículo dispone de un completo arco de seguridad homologado por la FIA lo que permite que este Mini no solo participe en esta competición sino que también lo pueda hacer en cualquier otra homologada por la Federación Internacional.

Lo más importante es que se trata de una competición con un precio de participación muy ajustado. Cada equipo está formado por dos pilotos, que deben comprar el vehículo. Esta operación de compra del Mini JCW, que cuesta 41.000 euros, puede ser financiada a través de la propia compañía BMW.

Además, hay que pagar de gastos de inscripción  otros 9.900 euros, con una notable reducción sobre los 15.000 que costaba en la edición 2009. Y a esto se deben sumar otros 40.000 euros de coste del mantenimiento del vehículo por parte del preparador. 

O lo que es lo mismo, que por un coste aproximado por piloto de unos 33.000 euros se puede hacer una temporada completa de la Mini Challenge, en la que hay seis pruebas y cuya primera carrera, en el circuito de Valencia, coincide con el campeonato alemán del DTM, una competición espectacular.

Pero, ¿a qué da derecho esta inscripción?  Cada reunión está formada por dos carreras de 9 vueltas además de una gran final, de resistencia, de 50 minutos más una vuelta. Y también en cada jornada hay sesiones de entrenamientos libres y cronometrados. En cuanto a las carreras, cada piloto debe disputar una de ellas, mientras que en la de resistencia se debe hacer un cambio de piloto a mitad de la carrera.

Además, hay una buena colección de premios para los participantes. En cada reunión, al ganador de la carrera final se le asignan 3.000 euros, al segundo 2.000 y así sucesivamente hasta los 500 que recibe el 10º clasificado. Igualmente al final de temporada hay un ganador con un premio de 15.000 euros, otro de 10.000 al segundo y otro de 6.000 al tercero.

Se trata, sin duda de un campeonato divertido, cargado de glamour, con el que los participantes pueden disfrutar al volante de un coche muy divertido en un circuito y todo ello por un precio realmente ajustado.

El próximo día 23 de mayo comienza en el circuito Ricardo Tormo de Valencia la segunda edición de la Mini Challenge, una competición monomarca que permite disfrutar al volante en un circuito por un precio bastante ajustado. Un campeonato con diversión asegurada.