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El efecto Roig y el 'destierro' de Sánchez Llibre de la nueva CEOE
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El efecto Roig y el 'destierro' de Sánchez Llibre de la nueva CEOE

El mundo del dinero encierra claves de poder y de intereses que explican el sentido de muchas operaciones y movimientos. Ibex Insider ofrece pistas para entender a sus protagonistas

Foto: El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.
El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.
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A finales de diciembre, la familia Riberas organizó un evento en el Museo Guggenheim para celebrar el 25 aniversario de Gestamp. La cita congregó a una nutrida representación del automóvil y del sector financiero, además de algún cargo público, amigos y colaboradores. Entre los más solicitados esa noche estuvo el vizcaíno Antonio Garamendi, recién reelegido semanas antes presidente de la patronal CEOE, a quien muchos asistentes felicitaron y jalearon con consignas para su mandato del tipo "ni un paso atrás" o "hay que plantar batalla"… en clara alusión al Gobierno.

Los cariños trasladados a Garamendi rezumaban cierto subyacente electoral, obviando incluso que entre los asistentes había fans del cambio al frente de CEOE. Ese trance está ya superado. La clase empresarial de Diego de León parece entregada a la causa, sobre todo ahora que a los mandos del PP ya no está Pablo Casado, el experimento democrático (primarias) que tanto desconcierto provocó dentro y fuera del Ibex como alternativa de gobierno. Tanto que entre los grandes hubo quienes prefirieron estar cerca de Pedro Sánchez antes que hacer oposición a cualquier precio.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank. (EC)

Igual que aquellos de mecha más corta criticaron los acuerdos alcanzados por CEOE con el Gobierno, sobre todo para aprobar la reforma de la ley del mercado laboral, las alusiones personales al empresario Juan Roig, presidente y fundador de Mercadona, por parte de "algunos actores políticos", incluidos integrantes del Ejecutivo, como la ministra Ione Belarra (Podemos), han provocado una reacción categórica de la patronal, al considerar una "agresión directa" la señalización con nombre propio de uno de los suyos… Y además no uno cualquiera.

La retórica de Podemos ha convertido a Roig en el villano favorito con el que agitar, por el contexto inflacionista, los potenciales votos del hambre. No es menos cierto, sin embargo, que dentro de CEOE crece desde hace meses un sentimiento de oposición (política) al actual Gobierno, a pesar de que ya no hay temas de agenda a tratar, salvo sorpresas en materia fiscal. El propio Garamendi, al renovar su equipo, ha incluido a figuras como María Helena Antolín (Grupo Antolín), tan guerrera como Miguel Garrido (CEIM) o Gerardo Cuerva (Cepyme), para ponerle peros a la Moncloa.

De la misma manera, Garamendi ha ampliado su círculo de populares, donde repiten la exministra Fátima Báñez (presidenta de la Fundación CEOE) y el ex secretario económico Íñigo Fernández de Mesa (vicepresidente), con un nuevo peón del entorno sorayista. Hace unos días, publicamos en este medio el fichaje del tecnócrata José Luis Ayllón (secretario de Estado bajo el mandato de Mariano Rajoy y hasta ahora en la consultora LLYC) para formar parte del aparato de la patronal, donde asumirá las competencias de la comisión para relaciones con las Cortes.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Kiko Huesca)

En realidad, este movimiento viene a cobrarse una cuenta pendiente entre Garamendi y Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal catalana Foment del Treball. El líder de CEOE relegó a su homólogo regional a una vicepresidencia florero en este mandato, sin las competencias que más estimulan al exdirigente de CiU: la interlocución ante el Congreso de los Diputados. Días antes de que se conociera este movimiento, el empresario vasco ha reciclado el despacho institucional (siempre vacío) que la patronal catalana tenía en Diego de León con la llegada de Ayllón.

La guerra de guerrillas montada por Sánchez Llibre para que saliera una candidatura rival a Garamendi (lanzó a su mano derecha en Foment después de que no hubiera alguien dispuesto a jugársela) hacía imposible que todo siguiera igual una vez consumada la reelección. La pérdida de su rol como lobista oficial de la patronal, similar al papel business friendl desempeñado durante años junto a su camarada Josep Antoni Duran i Lleida en los salones del Palace, ha obligado al dirigente catalán a reciclarse para preservar sus galones como influyente en la capital.

Para esta nueva aventura, la pirueta del presidente de Foment pasa por sacar del armario las siglas del SBEES, una institución centenaria (Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales) a través de la cual pretende recolocarse en Madrid sin la etiqueta de CEOE. Aunque Sánchez Llibre se empeña en construir un relato alternativo, su destierro de la gran patronal representa su devaluación como lobista para los suyos, por más que durante estos años haya ganado puntos por sus críticas contra las consecuencias del proceso soberanista y las políticas municipales de Ada Colau.

Sánchez Llibre tiene la obligación de hacer valer la oportunidad que representa su destierro

Igual que Garamendi ha demostrado no hacer concesiones al frente ayusista, Sánchez Llibre tiene la obligación de hacer valer la oportunidad que representa su destierro de CEOE para seguir ejerciendo de lobista con una tarjeta de presentación a la altura. Sus amigos de la Ciudad Condal (incluido el conde de Godó) estarán cerca para ayudarle en esta nueva etapa, fuera del acogedor manto de la casa madre y sin barra libre de palancas políticas a su disposición. Y aunque los viejos rockeros nunca mueren, el rodillo de la patronal está del lado de Roig, o sea, del presidente.

A finales de diciembre, la familia Riberas organizó un evento en el Museo Guggenheim para celebrar el 25 aniversario de Gestamp. La cita congregó a una nutrida representación del automóvil y del sector financiero, además de algún cargo público, amigos y colaboradores. Entre los más solicitados esa noche estuvo el vizcaíno Antonio Garamendi, recién reelegido semanas antes presidente de la patronal CEOE, a quien muchos asistentes felicitaron y jalearon con consignas para su mandato del tipo "ni un paso atrás" o "hay que plantar batalla"… en clara alusión al Gobierno.

CEOE Antonio Garamendi Juan Roig
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