Taguas dice que la economía crecerá aunque prevé 200.000 parados en el sector de la construcción
El Gobierno prevé que la economía crezca un 3,6% en el cuarto trimestre, dos décimas menos que en el trimestre anterior, con lo que terminará el
El Gobierno prevé que la economía crezca un 3,6% en el cuarto trimestre, dos décimas menos que en el trimestre anterior, con lo que terminará el año en la tasa prevista del 3,8%. Así lo avanzó en una entrevista a Europa Press el director de la Oficina Económica de Presidencia, David Taguas, tomando como base los indicadores adelantados de actividad.
Tras resaltar que España "sigue creciendo por encima de su potencial", Taguas reafirmó la previsión de crecimiento del 3,3% para 2008 y expresó su "respeto", pero también su "profunda discrepancia" con las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB español del 3,6% al 2,5% el próximo año.
"Discrepo de las previsiones que hacen las instituciones multilaterales como la OCDE, porque subestiman el crecimiento potencial de la economía española", subrayó Taguas, quien precisó que el organismo que agrupa a una treintena de países se ha quedado "anclado" en una estimación de crecimiento para España del 2,9%, "un dato que está mal, porque todavía hoy crecemos a ritmos del 3,8%", dijo.
El asesor económico de José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que en primavera, antes de que las turbulencias financieras sacudieran los mercados a raíz de la crisis 'subprime' estadounidense, el Gobierno ya tenía calculado el impacto de la desaceleración del sector inmobiliario en el crecimiento económico (seis décimas del PIB) y afirmó que el diagnóstico "cíclico" hacía prever un declive del crecimiento potencial.
Taguas resaltó que España va hacia un patrón de crecimiento "más equilibrado", con la demanda más impulsada ahora por la inversión en bienes de equipo, que crece a tasas de doble dígito, algo que, según destacó, sólo es comparable a lo que pasó en Japón en la década de los 60, y una favorable evolución de las exportaciones. "La reacción del sector exterior es muy buena noticia", subrayó.
Menos empleo en construcción y más en industria
Dado que la construcción es un sector "en desaceleración", reconoció que se perderá empleo, a un ritmo que algunos estudios cifran en 2,4 empleos por cada vivienda que se deja de hacer. "Eso quiere decir, según la estimación máxima, que si se dejaran de construir 100.000 viviendas en 18 meses, el sector podría perder 200.000 puestos de trabajo, pero nadie dice que hay otras actividades muy dinámicas en las que se puede crear empleo, como obra pública, industria, servicios o turismo. Instituciones como la OCDE se olvidan de que hay otros sectores con gran dinamismo que generan empleo", se lamentó.
Por ello, tras señalar que España "no puede seguir construyendo 700.000 viviendas al año", expresó su convicción de que el sector "volverá a medio plazo al nivel razonable" de 500.000 viviendas anuales.
Con todo, afirmó que el crecimiento del PIB se está desvinculando cada vez más del precio de la vivienda, de modo que el impacto de un descenso de los precios sería limitado.
Ligar los salarios a la expectativa de la inflación
En cuanto a los salarios, afirmó que el poder adquisitivo está aumentando gracias al incremento de la productividad, y abogó por comenzar a ligar su comportamiento no a datos de inflación pasados, sino a las expectativas futuras de inflación tanto del país como de sus principales socios comerciales (la Unión Europea).
A este respecto, David Taguas alabó el "comportamiento muy responsable" que han tenido los agentes sociales en la última década, que han propiciado que "se quebrara" la espiral inflacionista.
El Gobierno prevé que la economía crezca un 3,6% en el cuarto trimestre, dos décimas menos que en el trimestre anterior, con lo que terminará el año en la tasa prevista del 3,8%. Así lo avanzó en una entrevista a Europa Press el director de la Oficina Económica de Presidencia, David Taguas, tomando como base los indicadores adelantados de actividad.