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El desplome de Wall Street ha sido la confirmación del día más negro en la historia de los mercados financieros. Después del rechazo en el Congreso

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El desplome de Wall Street ha sido la confirmación del día más negro en la historia de los mercados financieros. Después del rechazo en el Congreso de Estados Unidos al plan de rescate ideado por el gobierno de George Bush, la desesperanza ha terminado por apoderarse de la bolsa de Nueva York, que ya registraba fuertes caídas durante toda la jornada. El Dow Jones acababa más de 700 enteros abajo, la mayor pérdida de puntos de su historia, con una caída del 6,6% –el 17 de septiembre de 2001, cuando se volvió abrir la bolsa tras los atentados del 11-S, perdió 684 puntos-. Por su parte, el Standard & Poor´s 500 se ha hundido un 8,09% y el tecnológico Nasdaq un 9,14%. El mundo entero ha aguantado la respiración esta noche a la espera del amanecer de un nuevo día y la reacción en el viejo continente.

La semana ha comenzado mal, muy mal. La venta de Wachovia a Citigroup, la nacionalización de la entidad británica Bradford & Bingley, el rescate de la alemana Hypo Real Estate y de la holandesa Fortis desencadenaba una ola vendedora en los mercados de toda Europa. Pero lo peor estaba todavía por llegar.

Después de tres horas de debate en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, 228 votos en contra frente a 205 a favor han provocado que el plan de Bush para salvar los mercados se paralice, al menos de momento. Una primera votación frustrada que ha provocado el pánico generalizado entre los inversores de todo el mundo. Las reuniones que el presidente de EEUU había mantenido todo el fin de semana con diferentes legisladores, así como con los dos candidatos a la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain parecían haber dado sus frutos.

Los bancos en la cuerda floja

Pero no ha sido así. De momento los bancos norteamericanos siguen pendiendo de un hilo, ya que los 700.000 millones de dólares que debían contar con el beneplácito este lunes del Congreso estaban destinados a comprar sus valores intoxicados.

No es de extrañar, por tanto, que haya sido precisamente este sector el más castigado. Después del colapso de Washington Mutual el pasado viernes y de Wachovia ayer, los inversores protagonizan una auténtica caza de brujas por saber cuál será el siguiente. Y en esta tesitura son dos los que tienen la espada de Damocles sobre la cabeza: National City se ha desplomado un 63,34% y Sovereign, el participado por el Banco Santander, un 68,34%.

Pero no han sido los únicos, el panorama en la tabla es desesperanzador. Bank of America, que hace dos semana compró Merrill Lynch, ha caído un 16,95%, Goldman Sachs, que vio el pasado miércoles como el multimillonario Warrent Buffett entraba en su capital con 5.000 millones de dólares ha caído un 11,6%, Morgan Stanley se ha desplomado un 14,7% y JP Morgan, el gran héroe de la crisis después de comprar Bear Stearns y Washington Mutual se ha dejado un 15%.

Al cierre de esta edición, Bush mantenía una reunión de urgencia con su equipo económico buscando fórmulas para conseguir que el plan de rescate, que tantos quebraderos de cabeza está dando a la administración, vea la luz. Tras conocer el desenlace de la votación, el presidente del Gobierno no ocultó estar “muy decepcionado” cuando “no hay duda de que el país está afrontando una difícil crisis que necesita ser encarada”. También, uno de los padres del plan, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, expresó su desacuerdo con la decisión de la cámara y anunció que va a usar “todas las herramientas” a su alcance para proteger los mercados y la economía. Pero el tiempo se les echa encima, las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y necesitan que el paquete de medidas se apruebe antes de la disolución del Congreso.

Pánico en el resto de bolsas

El tsunami ha comenzado en Manhattan pero se va a extender a todos los mercados. Los primeros en sentir la sacudida han sido los países sudamericanos. La bolsa de Sao Paulo ha terminado con una caída del 9,36% después de ver como la sesión era interrumpida durante media hora cuando el Ibovespa llegó a desplomarse más de un 10%, mientras que en Buenos Aires el índice Merval cayó un 8,68%.

Las ventasle han irrumpido hoy con fuerza en las bolsas asiáticas, mientras que en Europa, vuelven los números rojos, aunque las caídas son más moderadas que ayer y que las de Wall Street. El Ibex cede un 1,4%, el Eurostoxx 50 un 1,2%, el DJ Stoxx 50 otro 0,88%, el Dax alemán un 1,7% y el Cac 40 un 1%% con los grandes bancos cayendo, una vez más, con fuerza.

El desplome de Wall Street ha sido la confirmación del día más negro en la historia de los mercados financieros. Después del rechazo en el Congreso de Estados Unidos al plan de rescate ideado por el gobierno de George Bush, la desesperanza ha terminado por apoderarse de la bolsa de Nueva York, que ya registraba fuertes caídas durante toda la jornada. El Dow Jones acababa más de 700 enteros abajo, la mayor pérdida de puntos de su historia, con una caída del 6,6% –el 17 de septiembre de 2001, cuando se volvió abrir la bolsa tras los atentados del 11-S, perdió 684 puntos-. Por su parte, el Standard & Poor´s 500 se ha hundido un 8,09% y el tecnológico Nasdaq un 9,14%. El mundo entero ha aguantado la respiración esta noche a la espera del amanecer de un nuevo día y la reacción en el viejo continente.

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