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'The Economist' sobre Brufau: "Ya no puede ser acusado de ser un petrolero sin petróleo"
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'The Economist' sobre Brufau: "Ya no puede ser acusado de ser un petrolero sin petróleo"

“Con cada nuevo rumor sobre Carioca, las sonrisas en el Paseo de la Castellana crecen”, asegura The Economist en su último número, en el que afirma

Foto: 'The Economist' sobre Brufau: "Ya no puede ser acusado de ser un petrolero sin petróleo"
'The Economist' sobre Brufau: "Ya no puede ser acusado de ser un petrolero sin petróleo"

“Con cada nuevo rumor sobre Carioca, las sonrisas en el Paseo de la Castellana crecen”, asegura The Economist en su último número, en el que afirma en un artículo dedicado a la evolución en los últimos años de Repsol y a su presidente, Antonio Brufau, que el descubrimiento del yacimiento brasileño puede ser un “golpe de suerte” para la compañía y compensar los “recientes reveses sufridos por la petrolera, provocados por el creciente económico que arrasa los estados productores de petróleo y de gas”. En las próximas semanas Petrobras, que encabeza el consorcio de Carioca, podrá hacer una estimación del tamaño del campo, “pero ya se piensa que será uno de los mayores hallazgos desde hace años”.

La publicación asegura que la estrategia de Brufau, basada en reducir la exposición de la compañía en Latinoamérica e ir concentrándola en activos en países de la OCDE, “está funcionando”. En este sentido, recuerda que desde que llegó a la sociedad en 2004 “el precio de la acción se ha duplicado, la deuda supone, más o menos, un manejable 12% del capital total, y los márgenes de beneficio se sitúan en un saludable 10% de unas ventas de 52.000 millones de euros”.

Brufau, “que ya no puede ser acusado de ser un petrolero sin petróleo”, habría hecho con éxito el tránsito de una colección de refinerías y meras operaciones de venta hacia la exploración y la producción, los ámbitos más rentables de la industria petrolera. The Economist recalca que, aunque la producción upstream sólo supone una quinta parte de los ingresos, trae a la compañía la mitad de los beneficios, “algo que si ya es difícil en los buenos tiempos, fue especialmente arriesgado en Latinoamérica a finales de los noventa”.

En este sentido, destaca la operación llevada a cabo con YPF y su forma de salir parcialmente de Argentina. “Cuando asumió el cargo, Brufau decidió reducir la exposición de Repsol a Argentina. La solución que él impulsa a pesar de la crisis crediticia es vender hasta un 25% de las participaciones a Enrique Esquenazi, un hombre de negocios local, y este verano colocar un 20% adicional en la bolsa de valores de Buenos Aires. De este modo, dice Brufau, mantendrá un interés en Argentina en previsión de tiempos mejores”.

“Con cada nuevo rumor sobre Carioca, las sonrisas en el Paseo de la Castellana crecen”, asegura The Economist en su último número, en el que afirma en un artículo dedicado a la evolución en los últimos años de Repsol y a su presidente, Antonio Brufau, que el descubrimiento del yacimiento brasileño puede ser un “golpe de suerte” para la compañía y compensar los “recientes reveses sufridos por la petrolera, provocados por el creciente económico que arrasa los estados productores de petróleo y de gas”. En las próximas semanas Petrobras, que encabeza el consorcio de Carioca, podrá hacer una estimación del tamaño del campo, “pero ya se piensa que será uno de los mayores hallazgos desde hace años”.

Antonio Brufau