BME regala parte de su caja como dividendo para detener el desplome en bolsa

A grandes males, grandes remedios. El holding de los mercados españoles, BME, acumulaba una fortísima caída en bolsa del 42% en 2008, y ayer pasó al contraataque. Decidió regalar parte de su enorme caja a sus accionistas como dividendo extraordinario, por importe de 47,5 millones de euros (0,569 euros brutos por acción). Y la medida surtió efecto: se anotó la mayor subida del Ibex en la sesión, del 5,94% hasta 30,34 euros.

Lo cierto es que, al sumar este pago al dividendo a cuenta y al complementario de 2007, BME se convierte en la segunda empresa con mayor rentabilidad por este concepto del Ibex -el 8,38%-, sólo superada por Telecinco. Además, el holding asegura que el pay-out (parte del beneficio destinado a dividendo) se eleva hasta el 82%.

Y por dinero no será. Precisamente, uno de los aspectos más criticados de BME por los analistas es su exceso de caja, cifrada actualmente en 475 millones de euros (el 20% de su capitalización) y creciendo, sin que tenga un destino claro: es demasiado dinero para las pequeñas compras que realiza el holding en Latinoamérica y demasiado poco para acometer una gran operación en Europa. Por eso, devolverlo a los accionistas es una opción muy aplaudida por los expertos.

Si alguien sabe cómo influir en las cotizaciones, ése es el presidente de un mercado. Antonio Zoido ya calentó la salida a bolsa de BME en julio de 2006 con una carta de intenciones de la Bolsa de Francfort sobre una posible operación corporativa de la que nunca más se supo. El 29 de febrero, día en que el valor sufrió la mayor caída de su historia bursátil, del 7,81%, Zoido salió de nuevo a la palestra para decir que hay "claros indicadores" de que el mercado español registrará en 2008 un buen comportamiento de su actividad, e incluso hizo un guiño a la rumorología al insistir en que BME continúa "abierto" a cualquier operación.

¿Castigo excesivo?

El hundimiento del valor este año -a pesar de la recuperación de ayer sigue por debajo del precio de la OPV- obedece a las perspectivas de una fuerte caída del volumen de negocio en este año, que ya comenzó en febrero y que está teniendo un impacto notable en las cuentas de los brokers. Así, Morgan Stanley prevé un crecimiento de la contratación de sólo el 10% en 2008 por culpa del frenazo económico, lo que se traducirá en un estancamiento de los ingresos del holding. Por ello, ayer lo sacó de su lista europea de valores recomendados.

A pesar de compartir esta visión tan negativa (espera que el volumen se hunda un 33% en marzo respecto al mismo mes de 2007), Citigroup mejoró ayer su recomendación sobre el valor al considerar que la negociación debe repuntar conforme avance el ejercicio. Detrás de estas perspectiva no se encuentra sólo el posible suelo de la caída del Ibex, sino un componente estructurar: el bajo peso actual de la operativa automatizada -ejecutada por programas de ordenador- en España.

Por otro lado, este banco de inversión considera que el castigo sufrido ya es suficiente y descuenta un escenario excesivamente pesimista. De hecho, su precio objetivo tras rebajar sus expectativas de beneficios es de 42 euros, frente a los 30,34 en que cerró ayer. Además, cree que las probabilidades de una operación corporativa han aumentado con la caída de la cotización. Por eso eleva su recomendación a 'comprar'.