La crisis subprime 'pincha' otra burbuja: el arte pierde fuelle

En tiempos de turbulencias financieras, como las que atraviesa el mercado, después de que el pasado mes de agosto estallara definitivamente la crisis de las hipotecas de alto riesgo, los inversores buscan alternativas defensivas en aquellos sectores que no mantienen correlación con el ciclo económico. Entre ellas, el Arte ha surgido como una vía de escape para el dinero que huye de la bolsa como consecuencia de la creciente inestabilidad en los mercados.

Sin embargo, no existen fórmulas mágicas. Y, como ocurre con las medicinas, estas alternativas tienen también sus contraindicaciones. Desde hace unos meses se han perfilado dos corrientes opuestas en referencia al boom del Arte. Aquellos analistas que aseguran que es el momento de inistir en este sector y los que, por el contrario, auguran el fin de su burbuja.

Tradicionalmente, uno de los países en los que el Arte siempre ha contado con el interés de los inversores es Estados Unidos. Las grandes galerías, pintores, intermediarios, coleccionistas e, incluso, fondos de inversión especializados, han establecido en las principales ciudades y, en especial en Nueva York, su campamento base. Es precisamente su cercanía a Wall Street lo que ha llevado a los más escépticos a cuestionar el futuro de este mercado, que no quedará incólume a la crisis subprime y la caída del dólar.

Pero no se puede simplificar hablando de un mundo tan complicado y opaco como ese este. Si bien es verdad que las principales casas de subastas han visto como sus ventas han caído más de lo esperado -la semana pasada la estadounidense Sotheby´s se quedó con 56 de los 76 lotes presentados colgados, entre ellos un Van Gogh, Los campos de Trigo, cuyo precio de salida estaba estimado en 17 millones de dólares-, lo cierto es que, en este activo, entran en juego otros factores a parte del meramente económico.

En el mundo del Arte, las tendencias juegan un papel fundamental. La frase 'un buen cuadro nunca pasa de moda' se ha quedado anticuada y, por ejemplo, los iconos artísticos del siglo XIX han sido desdeñados a favor del arte contemporáneo.

Los ‘nuevos ricos’ insuflan aire a la burbuja artística

Es un hecho que la crisis de crédito que atraviesa EEUU ha incidido en el mercado artístico. No sería serio decir lo contrario, cuando el ‘crunch del subprime’ ha generado una falta importante de liquidez.

Esto, sumado al batacazo que se han pegado los coleccionistas jóvenes, principales sostenedores de este mercado en los últimos años, cuya fortuna procedía, en buena parte de los casos, de hedge funds, que se han visto seriamente afectados por el desplome del dólar y el fracaso de inversiones en hipotecas de alto riesgo, ha generado la disminución en las ventas e, incluso, el derrumbe de algunas galerías cotizadas. Así, Sotherby´s ha perdido en el NYSE más de un 6% en los que llevamos de año.

Pero toda cara tiene su cruz. Igual que los mercados emergentes se están convirtiendo en un colchón para amortiguar la caída generada por los problemas financieros, los ‘ricos emergentes’ se están perfilando como los salvadores de la burbuja del arte. Inversores procedentes de Asia y Rusia han hecho su incursión en La Gran Manzana para llevarse aquellas obras que los occidentales no pueden adquirir. Es el caso de La mañana de Gauguin, que fue adquirida por un hongkonés, Joseph Lau, por los 26,6 millones de dólares que se pedían como precio de salida en la subasta.

El boom de los Fondos de Arte