Golpe a Chaves: impugnan la adjudicación a Binstock del casino de Sevilla

No va a ser tan fácil que el casino de Tomares, en Sevilla, se lo quede finalmente el empresario Judath Eleazar Binstock, el empresario británico conocido por sus excelentes relaciones con el gobierno andaluz y por su presunta participación en numerosos casos oscuros, como la operación Malaya, aunque nunca ha sido imputado en ninguno de ellos.

Según ha podido saber este periódico, la española Cirsa y la americana Harrads, que está construyendo en Ciudad Real un gran complejo de juego, han impugnado el concurso de adjudicación de ese casino por entender que es una “adjudicación directa encubierta” a la empresa de Binstock.

La historia del Gran Casino del Aljarafe, situado en Tomares, a cuatro kilómetros de Sevilla, se ha convertido en un quiero y no puedo de Manuel Chaves, presidente de Andalucía, y Binstock. Este centro fue otorgado en 1998 al empresario británico pero no abrió sus puertas hasta ocho años después debido a los recursos presentados por Cirsa, perdedor inicial del concurso.

Finalmente, el casino empezó a rodar pese a que esos recursos estaban pendientes. Antes del verano, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dio la razón a Cirsa y obligó a cerrar el casino. ¿Qué hizo Chaves? Hacer caso a la justicia, cerrar el casino, pero ese mismo día, 29 de junio, puso en marcha un nuevo concurso de adjudicación del casino dando a quien se quisiera presentar un plazo de un mes.

Aquí radica el problema. “Es imposible que de tiempo a preparar una oferta competitiva en un mes”, explican fuentes de Cirsa y Harrads, las dos empresas que han impugnado el concurso. Por ejemplo, esa oferta debe incluir un local y todo el papel en regla sobre la propiedad de ese local. También un proyecto arquitectónico del mismo. “Algo imposible de hacer en un mes y encima menos si ese mes es julio”, afirman las fuentes consultadas.

De acuerdo con las fuentes, no hay un plazo habitual para estos concursos pero en el último casino que se ha adjudicado en España, el de Lloret de Mar en Cataluña, el plazo ha sido de tres meses. En el de Tomares, el que se otorgó a Binstock en 1998, fueron dos meses aunque luego se amplió y el definitivo fue de casi cuatro meses.

Los recursos presentados por ambas empresas, piden lo mismo pero van separadas, están ahora en la fase de que la Junta de Andalucía debe aportar sus argumentos de respuesta a Cirsa y Harrads, que piden medidas cautelares para que el casino no abra sus puertas otra vez antes de que se resuelvan los recursos.

Binstock, el millonario

Uno de los máximos accionistas de la empresa adjudicataria del casino es el millonario Binstock, cuya familia trabaja en la sociedad que gestiona la compañía. Este empresario británico de origen judío que ronda ya los ochenta años es conocido por sus buenas relaciones con el poder político andaluz y por haber estado envuelto en numerosos casos no aclarados. Se ha publicado, por ejemplo, que fue quien supuestamente financió la moción de censura que acabó con Julián Muñoz como alcalde de Marbella, donde él se trasladó a vivir hace años huyendo de Scotland Yard, que le perseguía por un delito de estafa.

Ha sido relacionado con otros caso de corrupción pero no tiene antecedentes y nunca ha sido imputado por ninguno de ellos.