Los accionistas del Santander castigan a Carnegie-Brown por la gestión de Orcel
Aunque todos los consejeros han recibido el pase, una parte de los votos rechazaron la reelección del presidente de la comisión de nombramientos
No hubo sorpresas en la Junta del Banco Santander el pasado 12 de abril. Los 14 puntos anunciados en la convocatoria recibieron el visto bueno de los accionistas. Sin embargo, el que más morbo suscitaba, el de la renovación de los consejeros, no ha decepcionado.
Así, aunque todos han recibido el pase, los resultados que ha publicado este lunes la entidad demuestran que una parte de los votos acudieron a la llamada de los mayores 'proxy advisors' y rechazaron la reelección del presidente de la comisión de nombramientos, Bruce Camegie-Brown, por el "daño reputacional y económico" ocasionado con la fallida contratación de Andrea Orcel.
Concretamente, mientras que los otros cinco consejeros que se enfrentaban a su reelección (Hernrique de Castro, Javier Botín-Sanz de Sautuola, Ramiro Mato García-Ansorena, José Antonio Álvarez Álvarez y Belén Romana García) obtuvieron de media el 95% de los votos, en el caso de Carnegie-Brown ese porcentaje se ha reducido al 78,07%, con un 14,40% en contra y un 7,4% de abstenciones, tal y como ha avanzado hoy el diario 'Cinco Días'.
Y es que ISS y Glass Lewis pusieron el foco de la junta en Carnegie-Brown, presidente de la comisión de nombramientos desde 2015, tras aconsejar al resto de accionistas votar en contra por el escándalo relacionado con el fallido fichaje de Orcel, al que, según la versión oficial, el consejo decidió no pagar un bonus de 55 millones que no conocía cuando se decidió su contratación. Una circunstancia que ha generado suspicacias sobre si realmente no se conocía con exactitud esta cifra cuando una contratación tienen que pasar por la comisión de nombramientos y retribuciones.
No hubo sorpresas en la Junta del Banco Santander el pasado 12 de abril. Los 14 puntos anunciados en la convocatoria recibieron el visto bueno de los accionistas. Sin embargo, el que más morbo suscitaba, el de la renovación de los consejeros, no ha decepcionado.