DIA tiene nuevo accionista de referencia: el ruso Mikhail Fridman se hace con un 10%

LetterOne Investment Holdings, uno de los fondos de inversión del multimillonario ruso Mikhail Fridman, registrado en Luxemburgo, ha comunicado una participación del 10% en el capital de Día según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La reacción de las acciones no se ha hecho esperar y se disparaban inmediatamente en bolsa un 22% hasta los 6,28 euros. En lo que va de año, acumulan una subida del 36%.

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Se trata de un fondo retail que ha comprado 18,7 millones de acciones representativas de un 3% de los derechos de voto de la compañía valoradas en más de 97 millones de euros, y un 7% mediante instrumentos financieros. De esta manera, se convierte en el segundo accionista de la cadena de alimentación, por detrás de Baille Gifford & Co, con el 10,028%.

La operación se ha conocido sólo un día después de que el grupo haya comunicado una reducción del 9,7% de su beneficio en el semestre, 54 millones de euros, a pesar de que haya logrado elevar las ventas un 4,1%.

El inversor ruso no es un desconocido en nuestro país y no sólo por su proyección internacional tras ser vinculado recientemente con el escándalo del espionaje informático en Estados Unidos. Así, a comienzos de este año la policía española especializada en prácticas mafiosas relacionadas con los países del Este vinculaba al magnate a través de varias de sus sociedades, entre ellas la propia LetterOne, con el pago de sobornos al hijo del ministro de Interior ruso a través de una filial de Zed+.

Ahora LetterOne ha llegado para contrarrestar la presión bajista que viene sufriendo DIA en los últimos tiempos y que le ha convertido en la cotizada española con más posiciones cortas abiertas, con un 25% del capital. No en vano, Fridman dirige sus cañones hacia empresas del sector retail que considera que pueden convertirse en líderes dentro de su mercado. De hecho, hace exáctamente un mes también se hacía con la británica Holland & Barnett tras pagar 1.777 millones de libras a Nature Bounty y a Carlyle Group.