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"En el mercado nos hemos acostumbrado a vivir con estos atentados terribles"
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Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier

"En el mercado nos hemos acostumbrado a vivir con estos atentados terribles"

En los atentados del 11-S, las bolsas cayeron a plomo, y lo mismo ocurrió tres años más tarde con los trenes de Madrid y con los atentados de Londres en 2005. Pero en esta ocasión ha sido diferente

Foto: Samy Chaar
Samy Chaar

Después del ataque a París y con la psicosis desatada en toda Europa por el miedo a la amenaza terrorista, todo hacía pensar que los mercados iban a recoger esta semana el miedo de la población y el impacto que genera un acontecimiento de estas características. De hecho, en los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, las bolsas cayeron a plomo, y lo mismo ocurrió tres años más tarde con los trenes que explotaron en Madrid y con los atentados de Londres en 2005.

Sin embargo, en esta ocasión ha sido diferente. Aunque el lunes los futuros adelantaban caídas del 2%, la sesión fue de menos a más para a media mañana moverse el mercado dentro de la normalidad de un día cualquiera. Y así ha permanecido toda la semana, con la volatilidad que viene caracterizando el mercado desde verano. En este sentido, Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier, da las claves de lo que está preocupando estos días al mercado.

PREGUNTA. Todo hacía pensar el pasado viernes, tras conocer los ataques terroristas en París, que el lunes se iba a producir un desplome de las bolsas como después de atentados anteriores ocurridos en Occidente, como el 11-S, los trenes en Madrid o las bombas de Londres en 2005, y sin embargo, no ha sido así… ¿Por qué esta vez es diferente?

RESPUESTA. Es una cuestión importante porque tengo que contestarla con la cabeza en lugar de con mi corazón, por lo que tengo que responder como un economista en lugar de como un ser humano. Creo que hay algunas cosas que explicar sobre lo que ha ocurrido.

La primera es que los ataques y las políticas antiterroristas están ya arraigados en la sociedad. Tenemos constantes atentados en Oriente Medio, con conflictos locales… pero además tenemos un conflicto mayor que es entre comunidades, los suníes y los chíies, y es muy grave porque es entre fundamentalistas de los dos lados. Y, además, tienes la oposición institucional en ambos grupos. Todo esto es un mix que hace que en Europa tengamos muy claro que esto es un problema que va a ir para muy largo. Luego, no es solo un conflicto entre Oriente y Occidente, sino que está también dentro de su territorio.

Es global porque hemos tenido en Occidente ataques en 2001, en Madrid en 2004, en Londres en 2005 y tenemos que vivir con ello. Para ser justos, Occidente tiene que vivir con ese tipo de ataques permanentemente. En términos de asesinatos, los ataques ocurridos en los últimos 15 años han sido los más abominables, pero en cuanto al número de ataques, había más en los años ochenta, por lo que es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos.

En los últimos 15 años han sido los más abominables, pero en cuanto al número de ataques había más en los años 80, por lo que tenemos que acostumbrarnos

La segunda cuestión a tener en cuenta es extraordinaria, y es que ha habido un cambio entre los socios de Oriente en la manera en que Arabia Saudí se ha acercado a Irán porque, de alguna manera, no sé si es verdad o si está legitimado, los americanos han responsabilizado a los saudíes de haber financiado el fundamentalismo islamista. Por lo tanto, estas son las dos grandes claves geopolíticas que están sobre la mesa en estos momentos.

P. ¿Tiene o va a tener algo que ver en los próximos movimientos el pulso que existe entre EEUU y Arabia Saudí por el control del mercado del petróleo? ¿Podríamos ver, incluso, una increíble alianza entre EEUU y Rusia, en tanto que Putin se ha erigido en azote del terrorismo?

R. Eso es la parte graciosa del problema del terrorismo islamista, que tienen a todo el mundo en su contra. Tienen a los rusos en su contra, a Europa, a EEUU… Es verdad que son alianzas muy débiles, probablemente es la primera vez en la que un solo grupo tiene a todos de enemigo…

Pero, siendo muy técnico: ¿espero una reacción de los mercados a todo este asunto? No. Y creo que es algo horrible decirlo pero estos atentados ¿suponen un corte permanente de la cadena de suministros? No. ¿Estos atentados suponen un desplome de la confianza de los consumidores? No. Y probablemente la gente gaste incluso más estas navidades… por lo que no hay razones para pensar en un daño permanente en el mercado. Es frío, pero es la realidad.

Por lo tanto, no esperamos una sobrerreacción del mercado, a pesar de que se produzca una sobrerreacción por el lado político que, en la mayoría de los casos, suele pasar por la limitación de las libertades personales. Tenemos, no obstante, unas elecciones generales en España, más adelante tenemos elecciones en Francia y veremos cuál es la reacción de los votantes.

P. Hablando precisamente del tema electoral, el riesgo de un aumento de la extrema derecha como reacción a la amenaza terrorista es real, en especial en países como Francia con Le Pen…

R. Para los mercados, el riesgo actualmente es contenido porque las elecciones son regionales. Le Pen puede ganar unos pocos territorios y su poder será limitado. Sí es verdad que puede ser un buen termómetro de lo que puede suceder en 2017 en las elecciones generales, que supondrán un mayor riesgo porque el resultado afecta a la política nacional, pero para entonces pueden ocurrir muchas cosas. Las emociones por lo de este fin de semana van a estar a flor de piel en las regionales, pero ya habrá pasado mucho tiempo para las generales.

P. Bueno, de aquí a entonces puede haber estallado incluso una gran guerra. Hollande ha dicho que Francia está en guerra y lo cierto es que la historia nos ha enseñado que a las grandes crisis les han sucedido grandes guerras…

R. Mi punto de vista es que tenemos un conflicto complicado en Oriente Medio, con muchas ramificaciones y muchos conflictos locales. Pero está ubicado en el llamado Estado Islámico. Obviamente quieren golpear a Occidente con ataques terroristas, pero no es una guerra en la que vayan a entrar los tanques en Europa. Por lo tanto, creo que es más de lo que hemos tenido hasta ahora pero no una gran guerra. En realidad, es un todos contra el Estado Islamico, y el Estado Islámico está muy centralizado en una zona de Oriente. Hemos tenido atentados terribles en los últimos años y es muy difícil que no se vayan a producir más adelante, pero nos hemos acostumbrado a vivir con ello.

P. Parece que el mercado, con los atentados, se ha olvidado de otros asuntos clave como China o el debate sobre los estímulos monetarios, más en un momento en el que Japón ha entrado en su segunda recesión técnica a pesar del llamado 'Abenomics'.

R. No lo creo. Es verdad que lo que ha ocurrido nos afecta mucho y más a los españoles, porque nos trae a la memoria lo ocurrido en 2004… Pero hay que tener la mente fría y volver siempre la vista hacia los fundamentales de la economía. Los acontecimientos políticos pueden ser diversos, pero son temporales. No creo que los mercados se hayan olvidado de China, Japón o cualquier otro, tarde o temprano volverán a estas cuestiones.

Hay que tener la mente fría y hay que volver siempre la vista hacia los fundamentales de la economía

Además, los mercados no se han olvidado de China, lo que pasa es que China está un poco mejor. Este verano parecía que todo iba a colapsar y tenemos la sensación de que se sobreexageró. En primer lugar, los indicadores procedentes de China muestran una mejoría, los mercados están recuperándose y eso es positivo.

Por otro lado, su divisa también se está normalizando. China tiene dos divisas, la continental, el renminbi (RMB), y la internacional (CNH). Las dos han estado negociándose de manera muy divergente, con un fuerte descuento en la primera, y ahora han vuelto a acercarse, lo que es muy buena señal y pone de manifiesto que la salida de fondos se ha frenado.

La mayor parte de la economía está yendo bien, el consumo interior está tirando y tiene una creciente clase media. Es verdad que está desacelerándose, la clave está en si esta desaceleración es progresiva o abrupta. Yo creo que hay que concederle a China el beneficio de la duda porque se lleva avisando del colapso de China durante años y lo cierto es que nunca ha llegado a caer.

Después del ataque a París y con la psicosis desatada en toda Europa por el miedo a la amenaza terrorista, todo hacía pensar que los mercados iban a recoger esta semana el miedo de la población y el impacto que genera un acontecimiento de estas características. De hecho, en los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, las bolsas cayeron a plomo, y lo mismo ocurrió tres años más tarde con los trenes que explotaron en Madrid y con los atentados de Londres en 2005.

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