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Bernanke "reafirma" el compromiso con el dinero barato cuando acabe el 'QE3'
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LA FED MANTIENE LOS ESTÍMULOS

Bernanke "reafirma" el compromiso con el dinero barato cuando acabe el 'QE3'

Ben Bernanke no quiere ataduras. Por ahora, deja los estímulos como están, pero todo es posible en el futuro. Bueno, todo no: nada de subidas de los tipos

Foto: El presidente de la Fed, Ben Bernanke
El presidente de la Fed, Ben Bernanke

Ben Bernanke no quiere ataduras. El presidente de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, prefiere dejarse todas las opciones abiertas. Que considera que la economía requiere más ayudas,pues reforzará la tercera ronda de estímulos cuantitativos (QE3), con la que viene dedicando 85.000 millones de dólares al mes a la compra de deuda pública e hipotecaria. Que, por el contrario, entiende que ya es suficiente y que la recuperación, sobre todo la del empleo, cobra impulso, pues pisará el freno y reducirá esa cantidad. Y aún hay más: que nadie confunda los términos, que una cosa es retirar los estímulos más extraordinarios y otra muy distinta que vaya a subir los tipos de interés al mismo tiempo.

Esta doble idea-flexibilidad plena con elQE3, por un lado; y compromiso con el dinero barato, por otro-condensa lo que ha dado de sí la reunión de política monetaria que la Fed ha celebrado a finales de julio. Porque,por ahora, elQE3se queda como está, con esos 85.000 millones de dólares al mes. ¿Y en el futuro? Todo es posible. "La Fed está preparada para incrementar o reducir el paso de las compras para mantener una política acomodaticia apropiada en función de cómo evolucionen los cambios sobre la perspectiva del mercado laboral y la inflación", recoge el comunicado oficial.

Ahora bien, pase lo que pase con el QE3, lo que Bernanke quiere dejar cada vez más claro es que el futuro de los tipos de interés oficiales es independiente del porvenirde los estímulos cuantitativos. De ahí que haya enfatizado esta idea. "La Fed ha reafirmado -en junio no empleó esta expresión- su visión de que una posturaaltamente acomodaticia de la política monetaria seguirá siendo apropiada durante un periodo de tiempo considerable después de que el programa de compras finalice y la recuperación económica se fortalezca", sostiene la entidad. Los tipos de interés se encuentran entre el 0 y el 0,25% desde diciembre de 2008 y, por ahora, los planes de la Fed pasan por no aumentarlos hasta 2015.

El énfasis mostrado en este terreno se encuentra vinculado a un factor de preocupación adicional mencionado por la institución. "El sector residencial se ha fortalecido, pero los intereses hipotecarios han subido algo", precisa la Fed. Consciente de la importancia de este sector en el conjunto de la economía y de que el repunte de los tipos hipotecarios puede actuar como freno, ha intentado contrarrestar esas presiones con su esfuerzoa la hora de recordar que queda mucho hasta que los tipos oficiales aumenten.

Además, ese hincapié a la hora de desligar la política monetaria convencional de la extraordinariapuede ser interpretado como un paso más de la Fed para marcar bien el territorio antes de actuar. Porque, aunque en julio no ha modificado el QE3, al fondo sigue figurando el calendario tentativo que Bernanke definió en junio, cuando precisó que la entidad podría reducir las compras "a finales de 2013" e interrumpirlas "a mediados de 2014". Considerando esta advertencia, hay expertos que ya sitúan esa reducción en la siguiente reunión, que tendrá lugar los días 17 y 18 de septiembre.

Esperando a la economía

Para ello, eso sí, necesita que la economía transmita mejores sensaciones.De algún modo, la persistente debilidad de la recuperación, que no termina de afianzarse, constituye la atadura, los grilletes,deBernanke. Y esta sensacion no se disipa.La Fed reconoce que el crecimiento estadounidense no ha pasado de ser "modesto" en junio. Este calificativo concuerda con las estadísticas del primer semestre, puesto que entre enero y marzo el crecimientose limitó al 1,1% y entre abril y junio, al 1,7%, según los datos provisionales.

Tampoco se acelera lo suficiente el mercado laboral. El banco central norteamericano reconoce que "ha mostrado una mayor mejoría en los últimos meses", pero admite que "el paro permanece elevado". Así es, puesto que se encuentra en el 7,6%, cuando la media del último medio siglo se limita al 6,1%. En este sentido, la Fed no tendrá que esperar mucho para tener más elementos de juicio, porque este viernes se conocerán los datos del mercado laboral de julio. Las previsiones contemplan que la economía estadounidense podría haber generado 185.000 empleos durante ese mes, mientras que el desempleo podría haber caído en una décima, hasta el 7,5%.

Otra muestra de que la Fed se siente decepcionada con la marcha de la economía se observa en que le preocupa el bajo nivel en el que continúa moviéndose lainflación"Una inflación persistentemente por debajo del objetivo del 2% podría plantear riesgos sobre el comportamiento de la economía", advierte la entidad.

La cita de julio aún ha dejado un último detalle.Bernanke ha conseguido una dosis mayor de consenso en esta reunión. En junio, dos de los miembros de la Fed, Esther George y James Bullard, votaron en contra de mantener las actuales condiciones monetarias. En esta ocasión, únicamente Esther George se ha mantenido como la voz disidente. A su juicio, "el alto nivel continuado de expansión monetaria incrementa los riesgos de futuros desequilibrios financieros y económicos y, en el tiempo, podría provocar un aimento en las expectativas de inflación a largo plazo".

Ben Bernanke no quiere ataduras. El presidente de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, prefiere dejarse todas las opciones abiertas. Que considera que la economía requiere más ayudas,pues reforzará la tercera ronda de estímulos cuantitativos (QE3), con la que viene dedicando 85.000 millones de dólares al mes a la compra de deuda pública e hipotecaria. Que, por el contrario, entiende que ya es suficiente y que la recuperación, sobre todo la del empleo, cobra impulso, pues pisará el freno y reducirá esa cantidad. Y aún hay más: que nadie confunda los términos, que una cosa es retirar los estímulos más extraordinarios y otra muy distinta que vaya a subir los tipos de interés al mismo tiempo.

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