Los mercados y la encrucijada de una Italia con Berlusconi

Prepárense, porque vienen curvas. El viernes se acabaron las encuestas en Italia con vistas a las elecciones del 24 de este mes, y lo cierto es que los últimos sondeos, lejos de ayudar a los mercados a aclarar el futuro, han sembrado más incertidumbre. El escándalo en Monte dei Paschi por ocultar operaciones con derivados, que ha salpicado al actual presidente Mario Monti, ha dado un empujón al partido de Silvio Berlusconi, que ahora estaría muy empatado con el centro izquierda. 

Así, aunque el consenso del mercado considera improbable una victoria del PdL de il Cavaliere, "el peligro de un parlamento inestable es real a medida que el partido del centro derecha gana terreno". No en vano, por el propio sistema electoral de Italia se podría dar la circunstancia de que una coalición de centro izquierda con Monti ganara el Congreso, mientras que Berlusconi se haría con el Senado, bloqueando las reformas que quedan pendientes y echando por tierra parte de los avances realizados por el Gobierno actual.

Y es que, mientras el Parlamento se constituye a partir de un sistema proporcional en base al resultado nacional, con lo que al partido que obtiene la mayoría se aplica una 'prima' por la que se redondean sus escaños al 54%, la cámara alta es elegida en función de los resultados regionales, de tal manera que el vencedor de las mayores provincias -Lombardía, Campania, Lazio, Sicilia y Veneto- se queda con la mayoría del Senado. Y aquí Berlusconi es donde tiene sus adeptos.

 

Por otro lado, el resultado electoral podría ser aún más ajustado si se tiene en cuenta que en comicios anteriores Berlusconi ha obtenido más votos de los que adelantaban las encuestas, dado que en Italia una parte de la sociedad se avergüenza de admitir públicamente su voto. 

 

Dicho esto, se plantean varios escenarios. Así, desde JPMorgan defienden que "el escenario más feo" sería una victoria de la derecha, tras la cual el mercado volvería a presionar con más fuerza a Italia, hasta forzarla a pedir el rescate para activar el programa de compra de bonos del Banco Central Europe (OMT por sus siglas en ingles). Pero no iría sola: la delicada situación de España haría inevitable el contagio y Europa se encontraría con que habría que rescatar a la tercera y cuarta economía de la región.

 

De hecho, la situación sería más complicada aún, ya que la ayuda tiene que ser aprobada antes por el Bundestag de Alemania y esto no entra en sus esquemas teniendo en cuenta el rechazo de la opinión pública a dar más dinero a los periféricos para que sigan 'malgastando' con unas elecciones a la vuelta de la esquina. La pregunta en este caso es si la sola promesa del BCE de comprar bonos seguiría funcionando como dique de contención hasta los comicios germanos de septiembre.

"Un escenario menos feo podría ser que, aunque Berlusconi ganara y para evitar la presión de los mercados, el propio Cavaliere intentase que Monti siguiera ejerciendo, aunque fuera de Ministro de Economía, como gesto hacia el resto de la región sin tener que activar el OMT o evitándolo antes de las elecciones Alemanas", explican desde JPMorgan. Sin embargo, lo cierto es que esta posibilidad es muy remota.

 

Con todo, se abre un periodo de fuerte incertidumbre en los mercados tras la reciente tregua, aunque desde algunos sectores apuntan a que la situación en Italia no ha sido más que una excusa para la toma de beneficios tras el fuerte rally experimentado desde finales del año pasado. 

"Lamentablemente, vamos a vivir con la incertidumbre. Al final, a todo nos acostumbramos", asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi. "Pero creo que ahora debemos hablar de un mercado en impasse, consolidación en las bolsas y crédito mundial. Si se producen caídas, las debilidades (incertidumbres internas) se sobreponderan".