La prima de riesgo cierra en 508 puntos básicos y el bono baja al 6,4%

El mercado de deuda ha sido hoy un mar de dudas. Durante la primera parte del día, parecía que España había vuelto a convertirse en el foco del mercado y la prima de riesgo ha llegado a tocar los 524 puntos básicos, pero según ha ido transcurriendo la jornada, el nerviosismo se ha relajado y el diferencial ha caído por debajo de los 510 puntos, hasta cerrar en 508 puntos, por debajo de los 513 puntos en los que cerró el martes.

No obstante, la incertidumbre se palpa en el ambiente, en tanto que los inversores no van a tener ninguna pista de por dónde van a ir los tiros en Europa hasta la semana que viene, una vez comparezca el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, al término de la reunión del Comité de Política Monetaria. Ni siquiera el viernes, que esperaban un 'aperitivo' en el encuentro de banqueros centrales, podrán sacar una pista en tanto que el italiano ha cancelado su asistencia al foro de Jackson Hole por la "elevada carga de trabajo de estos días".

Con este escenario, la rentabilidad del bono a diez años se sitúa en el 6,4%, muy lejos todavía de los máximos históricos que registró el pasado mes de julio, cuando superó el 7,5% que obligó a Draghi a salir al paso con unas declaraciones -"haré todo lo necesario para salvar el euro y será suficiente"- que han puesto muy altas las expectativas del mercado, descontada una compra masiva de deuda, la primera desde el pasado mes de enero. Los intereses del cinco años se sitúan en el 5,1% y del dos años en el 3,4%.

Los inversores están preparados para saltar a la mínima. Después de que el primer ministro griego, Antonis Samaras no consiguiera arrancar durante su gira por Europa una prórroga para cumplir con las exigencias de la troika, el interés está puesto ahora en los encuentros que mantiene estos días el presidente Mariano Rajoy con los líderes europeos. Así, mientras que la versión oficial defiende que la ronda de reuniones tiene el fin de debatir sobre la unión fiscal y bancaria, los mercados apuestan porque lo que realmente está tratando el mandatario es el rescate de España, que algunos ya sitúan para mediados de septiembre, algo que negaron ayer al unisono tanto Rajoy como el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.

Paralelamente, en Berlin, el primer ministro italiano Mario Monti, cuya prima de riesgo se mueve en el entorno de los 450 puntos básicos, tratará de defender ante la canciller alemana, Angela Merkel, nuevas políticas de crecimiento y ajustes menos estrictos. Los mercados esperan que el tecnócrata presiones también a la germana para que el Bundesbank abra la mano en lo que a compra de bonos periféricos por parte del BCE se refiere. Y es que el fin de semana se enfriaron las expectativas en este sentido después de que el presidente del banco central alemán advirtiera que podría "crear adicción", declaraciones que apoyó la dama de hierro del siglo XXI.

De esta manera, ha comenzado oficialmente la cuenta atrás antes de que el próximo 6 de septiembre el BCE de a conocer su renovado programa de compra de bonos. Y tienen que hacerlo, ya que las decepción sería tan grande que llevaría a España de nuevo al borde del precipicio y esta vez ninguna frase estelar de Draghi in extremis podría evitar su caída.