Montilla se mete al empresariado en el bolsillo

El ministro Montilla lo abarcaba todo: las reformas estatutarias son positivas y no ponen en peligro ni la solidaridad territorial ni la unidad de mercado; el plan de minería y carbón 2006-2012 estará listo antes de que acabe el año, al igual que el plan de energías renovables; la unidad de gobierno está garantizada; el sector energético se va a liberalizar y se trabaja para corregir los desequilibrios de la economía española, incluido el estancamiento de las exportaciones españolas a EEUU...

Todos estos comentarios los hizo ayer el ministro de Industria, Comercio y Turismo en el Hotel Palace de Madrid, a los postres de una comida ofrecida por la Cámara de Comercio Americana en España, ante un respetable compuesto por empresarios que no osaron hacerle preguntas incómodas. El atrezzo estaba dominado por Montilla con la sombra de la OPA de Gas Natural sobrevolando durante su intervención.

Antoni Brufau (Gas Natural); Pedro López Jiménez, nuevo presidente de Unión Fenosa; Antonio Basagoiti; Mónica Ridruejo; Amparo Moraleda... Y así hasta 170 empresarios, entre los que no faltaron representantes de Caja Madrid, Citigroup, General Motors, la CEOE o los sindicatos. Todos ellos escuchaban atentamente las pausadas palabras de Montilla, que se había llevado la lección bien aprendida.

Preguntado por el impacto de la reforma del Estatuto de Cataluña sobre la economía española, el ministro y primer secretario del PSC recalcó que la descentralización política y administrativa contemplada en la Constitución "no ha sido un freno ni un lastre para el desarrollo y el crecimiento económico, sino todo lo contrario"; pidió que los procesos de revisión de los estatutos se aborden "con menos prejuicios" y con "más confianza en nuestras instituciones"; y calmó a los inquietos por la reforma: “Las propuestas insensatas no llegarán a buen puerto, no se preocupe”.

Ante los representantes de las empresas norteamericanas, Montilla aseguró además que España "es un país en el que vale la pena invertir y del que se pueden recibir importantes aportaciones" y dejó muy claro “el compromiso del Gobierno con el librecomercio, independientemente de los desequilibrios exteriores, y su rechazo a las tentaciones proteccionistas”.