Este año Hacienda recaudará menos impuestos por culpa del tabaco de bajo coste

Tres de cada diez fumadores que consumen habitualmente tabaco rubio compran las denominadas "marcas baratas", aquellas variedades de tabaco comercializadas por las grandes empresas tabacaleras pero que tienen un precio inferior a las tradicionales.

El presidente de la Asociación Nacional de Estanqueros, Manuel Fernández Vicario, explicó que esta proliferación de marcas baratas, que ha tenido gran aceptación entre los consumidores, puede tener efectos negativos para el Ministerio de Economía y Hacienda a la hora de recaudar los impuestos que gravan este tipo de labores, ya que las tabacaleras contribuyen con el Estado de forma proporcional al precio del producto.

En este sentido, Fernández Vicario recalcó que Hacienda "va a recaudar menos que en años anteriores", ya que el precio de estas cajetillas de tabaco rubio se sitúa en torno a 1,35 euros, muy por debajo de los 2,50 euros que suelen costar de media 20 cigarrillos de marcas tradicionales.

Esta reducción en el precio del tabaco supondrá, según el presidente de los estanqueros, que la recaudación de Hacienda se sitúe en torno a la cantidad recabada en 1999, lo que sumado al hecho de que el Estado vaya a destinar 500 millones de euros a pagar la deuda de la sanidad pública, supondrá, en su opinión "un grave daño para las arcas nacionales".

Una de las soluciones propuestas por Fernández Vicario para paliar esta situación se concreta en que el Ministerio de Sanidad recomiende al de Hacienda, ya que éste no puede intervenir directamente si no es por recomendación del primero, que aumente el impuesto mínimo del tabaco, de forma que se sitúe en 1,90 euros, para eliminar estas marcas baratas.

Asimismo, el presidente de los estanqueros avisó de que estas nuevas marcas están provocando un mayor consumo de tabaco entre los menores de edad, ya que el bajo precio las sitúa dentro de su poder adquisitivo, del mismo modo que las cajetillas de 10 cigarrillos también son más atractivas para los jóvenes debido a su precio.

En cambio, Fernández Vicario, quien valoró que el Gobierno central haya prohibido estas cajetillas de 10 cigarros y haya establecido el mínimo en 20, avisó de que un aumento generalizado de los impuestos que gravan las labores del tabaco tampoco sería la solución.

De este modo, Fernández Vicario hizo referencia a la subida de impuestos sobre el tabaco propiciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para cubrir los gastos del déficit sanitario.

Esta subida generalizada, que de momento las tabacaleras han reflejado de forma parcial en el precio de venta al público del tabaco, ya que las marcas baratas no han aumentado su valor mientras que sí lo han hecho las marcas tradicionales, sólo provocará, en opinión del presidente de los estanqueros, "un aumento en el contrabando del tabaco", que fijó en un 0,7%, si bien en 1995 suponía un 19% del total.