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Esquiar se está convirtiendo en cosa del pasado: el fin del turismo blanco
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Los Alpes se quedan sin nieve

Esquiar se está convirtiendo en cosa del pasado: el fin del turismo blanco

La temporada de nieve en el conjunto de la cordillera alpina es ahora entre 22 y 34 días más corta que hace 50 años, especialmente en las estaciones situadas a menos de 2.000 metros

Foto: Foto: Unsplash/@mickaeltournier
Foto: Unsplash/@mickaeltournier

Muy particular debió ser la primera persona que decidió que era una buena idea colocarse dos largos listones de madera en los pies y utilizarlos para resbalar cuesta abajo a grandes velocidades por la nieve. Pero aunque a primera vista pudiera parecer una locura, la actividad pareció gustar y, en 2018, según datos de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña, 5,8 millones de personas disfrutan de las pistas de esquí españolas.

Pero hay datos preocupantes. Así se acaba de ver reflejado en un estudio realizado por investigadores del Eurac Research y la Universidad de Toulouse y la Universidad de Innsbruck en Austria. Según los investigadores la cantidad de nieve en los Alpes no ha parado de descender, año a año, desde 1971. Esta tendencia, explican los investigadores, es especialmente acusada en alturas inferiores a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, pero se mantiene igualmente constante en todas las regiones de esta cordillera a todas las alturas.

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Foto: Unsplash/@kowalikus

Uno de los autores principales del estudio, Michael Matiu, explica: "Este estudio analiza la cobertura de nieve en los Alpes cuantitativamente, por primera vez y en toda la cordillera de la montaña". En efecto, como prueban los datos del estudio, a pesar de que en la ladera norte de la cordillera (como es lógico) la acumulación de nieve es mayor que en la más meridional, y también teniendo en cuenta que la climatología cíclica que experimenta esta región hace que se alternen épocas con mucha nieve y tras con poca (durante los años 70 y principios de los 80, hubo mucha nieve, seguido por una época que duró hasta mediados de los 90 de poca nieve), la tasa media demuestra que cada vez hay menos nieve.

Aunque este estudio no prueba la disminución de la cantidad de nieve acumulada en las cordilleras españolas, dada la similitud de la climatología de estas con las de la Europa más septentrional y los innegables efectos que el cambio climático están teniendo en la temperatura global del planeta, así como en los patrones de precipitaciones, podemos establecer una correlación del presente y del futuro de las estaciones de esquí en nuestro país.

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Foto: Unsplash/@baarman

Como se explica en el estudio científico, en los Alpes en los últimos 50 años, la evolución de la capa de nieve demuestra que las temporadas de nevadas (y, por tanto, de esquí) "se han reducido entre 22 y 34 días para estaciones situadas a menos de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar". Si esta tendencia continua, es de esperar que en un futuro no muy lejano el esquí sea en Europa un deporte del pasado, o que nos veamos obligados a practicarlo en espacios con nieve artificial, lo que a su vez supone un problema de sostenibilidad teniendo en cuenta el enorme gasto energético que ello supone.

Foto: El deshielo del Ártico esta alterando el clima del planeta (EFE)

Hace tres años otro estudio publicado en la revista científica Elsevier alertaba que una subida de 2 grados en las temperaturas medias en Europa reduciría la demanda hotelera durante la temporada de esquí en 10 millones de pernoctaciones (respecto al período 1970/2000), lo que haría prácticamente inviable el mantenimiento de la industria turística asociada a la práctica el esquí.

Como explica el profesor Matiu, "según los datos obtenidos, queda claro que la nieve se funde antes debido a las altas temperaturas, y que las precipitaciones ocurren en forma de lluvia y no de nevadas". Como no aprendamos a deslizarnos por la arena, si amamos el esquí, lo mejor que podemos hacer es esforzarnos un poco y contribuir a mitigar el cambio climático.

Muy particular debió ser la primera persona que decidió que era una buena idea colocarse dos largos listones de madera en los pies y utilizarlos para resbalar cuesta abajo a grandes velocidades por la nieve. Pero aunque a primera vista pudiera parecer una locura, la actividad pareció gustar y, en 2018, según datos de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña, 5,8 millones de personas disfrutan de las pistas de esquí españolas.

Estudio científico
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