Ley de Cambio Climático, la clave para alcanzar el autoconsumo de Alemania

Ya han pasado seis años desde que en 2015 y con apoyo de la ONU, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno aprobaron la Agenda 2030 con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre los que hoy se cimentan los esfuerzos de medio mundo para avanzar hacia la sostenibilidad del planeta. Y las empresas tienen un papel crucial en este camino. ¿Son conscientes? Según un informe de la Red Española del Pacto Mundial en colaboración con la Secretaría de Estado para la Agenda 2030, más del 80% ya conocen este marco de Naciones Unidas para el Desarrollo sostenible y más del 85% afirman estar trabajando en alguno de los ámbitos de los ODS, siendo la igualdad de género y el clima, dos de los pilares sobre los que se trabaja con más empeño.

Para reflejar el peso de la sostenibilidad tanto en la sociedad como en las agendas públicas y privadas, así como el impacto de la nueva Ley de Cambio Climático, El Confidencial y Nesi organizaron la mesa redonda titulada ‘La sostenibilidad es el camino, no la meta’. En el encuentro, enmarcado en el Nesi Global Forum, que tuvo lugar los días 25, 26 y 27 de mayo, participaron Xavier Ribera, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de BASF en España y Portugal; María García de la Fuente, periodista especializada en medioambiente y presidenta de APIA, e Iván Cabezuela, country manager de Bulb Spain.

¿Qué papel juegan las empresas en la lucha contra el cambio climático? Entre los años 1988 y 2015, cien empresas fueron responsables de más del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, según un informe de CDP (Carbon Disclosure Project). ¿Los consumidores son conscientes de estos datos? “Tiene que existir transparencia, que las compañías reporten sus emisiones para que el usuario pueda tener en cuenta la huella de carbono que dejan estas a la hora de elegir una u otra”, afirmó Iván Cabezuela, country manager de Bulb Spain.

La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada recientemente contempla que los grandes grupos deberán emitir informes que dejen constancia de sus emisiones; el Gobierno concretará los detalles del tipo de compañías y de los requisitos en el plazo de un año. Xavier Ribera, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de BASF en España y Portugal, explicó que “es importante legislar desde el premio o desde el castigo a quien lo hace bien y a quien no, porque consumimos más recursos de los que el planeta puede soportar y hay que frenarlo”. Precisamente, esta misma semana España agotó su presupuesto ecológico, es decir, los recursos naturales que la Tierra es capaz de regenerar en un año. “Ha ocurrido en cinco meses, pero hay países que lo superaron en febrero”, lamentó.

"El carbón en España está pasando a la historia, tenemos que enorgullecernos de lo que hemos hecho bien y localizar los retos" (Ribera)

María García de la Fuente, periodista especializada en medioambiente y presidenta de APIA, juzgó que, aunque deben existir incentivos para las buenas prácticas, lo prioritario es que la empresa que contamine, pague: “La contaminación no puede quedar impune y que, además, los ciudadanos carguemos con la restauración ambiental cuando hay un accidente o una mala praxis, porque seguimos pagando la factura de Boliden y eso no puede ser”, se quejó la presidenta de APIA. Boliden Apirsa, la multinacional sueca responsable del vertido de lodos tóxicos en Aznalcóllar hace dos décadas, lleva 23 años litigando para evitar pagar 132 millones de euros por la limpieza de estos vertidos al gobierno andaluz.

Reducir la huella de carbono

Con la entrada en vigor de la nueva Ley, España se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 23% de aquí a 2030 respecto a los niveles de 1990, a llegar a una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, como mínimo, un 42%, y a un sistema eléctrico con un 74% de generación a partir de energías de origen renovable, como mínimo. Para el country manager de Bulb Spain, una de los principales frenos que ha impedido a las energías limpias calar en la sociedad tiene que ver con el desconocimiento: “Las personas no son conscientes del significado de la factura de la luz, de cuántas emisiones están generando y de cómo pueden reducir esta huella de carbono”, reflexionó. A día de hoy, seis de cada diez españoles todavía no entienden esta factura, según el estudio sobre ‘Hábitos de consumo de los españoles’ de Rastreator.com.

Otro de los aspectos que contempla la nueva Ley tiene que ver con la implantación de Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes o en las de más de 20.000 con problemas de calidad del aire. En relación a este tema, precisamente, al tiempo que se aprobó la nueva norma, el Tribunal Supremo puso punto y final a Madrid Central —Zona de Bajas Emisiones que comenzó a funcionar en noviembre de 2018— por defectos formales: “Esta sentencia no ha podido ser más desafortunada en el momento y en el contenido”, aseguró María García, que, en todo caso, opinó que la medida estrella de Manuela Carmena vino para quedarse, “aunque el Ayuntamiento de Madrid ahora lo vaya a llamar Madrid 360, el nuevo plan de la capital para mejorar la calidad del aire”.

Cabezuela consideró que, en general, “podemos ser más ambiciosos con los objetivos de la nueva Ley”. Piensa que todavía queda un largo camino por recorrer en campos como el desarrollo del hidrógeno o la eficiencia energética de los edificios: “Hace falta poner en marcha acciones más amplias en estos terrenos”, dijo. El Gobierno recoge estas cuestiones en su agenda: el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que España presentó a la Comisión Europea el pasado mes prevé invertir más de 6.000 millones de euros en rehabilitación de viviendas y regeneración urbana hasta 2023.

"Madrid Central vino para quedarse, aunque el Ayuntamiento de Madrid ahora lo vaya a llamar Madrid 360" (García)

Xavier Ribera, desde BASF, añadió un punto positivo afirmando que, “aunque podemos ser más ambiciosos en los objetivos”, al final hay que mirar el ‘mix’ de producción. Puso el ejemplo de Alemania, que, aunque recientemente ha batido un récord con más del 50% de su electricidad procedente de energías renovables, también es líder europeo en el uso del carbón: “En ese sentido, el uso del carbón en España está pasando a la historia desde hace tiempo, tenemos que enorgullecernos de lo que hemos hecho bien y localizar dónde están los retos”, afirmó.

¿Dónde están las oportunidades?

España no puede dejar pasar la oportunidad de ser un referente en energías renovables, según Iván Cabezuela: “Tenemos todos los ingredientes, somos el país con más horas de sol de Europa, pero a pesar de ello, producimos cinco veces menos generación solar que otros países como Alemania”. Por eso, una de las posibilidades, según el experto, es el autoconsumo: “En España hay apenas 50.000 viviendas con paneles solares, un dato que contrasta con otros países como Reino Unido, con un millón y medio de casas con estas instalaciones”. Cabezuela achacó esta falta de desarrollo de paneles solares en nuestro país al impuesto al sol, un peaje que se aplicaba a la energía generada a través de instalaciones fotovoltaicas y que se derogó en 2018.

Pero, ¿cuáles son las barreras que existen para la adopción del autoconsumo a día de hoy? Los ponentes pusieron sobre la mesa la fragmentación administrativa que existe en el proceso de obtención de licencia para instalar placas solares: “Cada municipio tiene requisitos y plazos diferentes y esto hace que el ecosistema de instalación tenga que operar de manera diferente en todo el territorio, y esto no ocurre en otros países”, matizó Cabezuela.

La periodista especializada en medioambiente vislumbró una “gran oportunidad” en los fondos europeos —750.000 millones de euros que la UE pondrá en manos de los países miembros a través del fondo Next Generation EU, de los cuales España recibirá 140.000 millones—, sobre todo dirigidos a la España vaciada: “Estamos hablando de pueblos y comunidades con riqueza que no hemos sabido valorar y ahora tienen la oportunidad de despertar y que se les conozca llevándoles buenas infraestructuras para que puedan deslocalizar los lugares de trabajo y no poner barreras a los emprendedores”, consideró.

El hidrógeno verde es otra de las grandes salidas, según el director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de BASF en España y Portugal: “Son muchas las empresas que visualizan esta oportunidad para la transición energética que tenemos por delante”. Pero, según el ponente, la clave estará en combinar distintas tecnologías. Puso el ejemplo del reciclaje: “El reciclaje químico tendrá que ser un complemento del reciclaje mecánico y biológico, sin los tres complementándose, no llegaremos al objetivo. Si no complementamos y combinamos tecnologías, llegaremos tarde”, ultimó Ribera desde BASF.