Aterriza AMBici, la nueva bici compartida en el área metropolitana de Barcelona

Coger la bicicleta en lugar del coche para desplazarse dentro del área metropolitana en hora punta, o bien usarla para desplazarse hasta la estación de autobuses o trenes para llegar a la ciudad son dos opciones favorables atendiendo a los datos: sustituir los coches por bicicletas compartidas podría evitar hasta 73 muertes al año en Europa causadas por la contaminación y se ahorrarían más de 200 millones de euros, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que analiza los 12 sistemas europeos de bicis compartidas más grandes (entre ellos Barcelona y Madrid), con más de 2.000 unidades, entre mecánicas y eléctricas.

En Barcelona ya existía el Bicing y, ahora, tomando la experiencia previa, se ha querido dar un paso más fuera de la ciudad centro: se sumarán 2.600 bicicletas eléctricas en 236 estaciones al servicio de los habitantes de su área metropolitana. Desde el pasado 30 de enero, el AMBici, creado y gestionado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ya funciona con algo más de 500 bicis en las primeras 55 estaciones en seis municipios: Cornellà de Llobregat, Esplugues de Llobregat, el Prat de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Sant Joan Despí y Sant Just Desvern. Está previsto extenderlo hasta los 15 municipios metropolitanos.

“Se trata de un servicio de bicicletas modelo e-smart 2.0 (100% eléctricas) con los estándares más elevados de calidad que hay actualmente en el mercado, los cuales permiten, por ejemplo, la geoposición, incorporar sistemas antivandálicos y una experiencia de usuario muy confortable”, explica Marc Iglesias, responsable de servicio de gestión de la Movilidad Sostenible del AMB. Por otro lado, la mitad de las estaciones, como mínimo, tendrán puntos de recarga eléctrica, mientras que el resto serán energéticamente autónomas para que el sistema de anclajes funcione mediante placas fotovoltaicas.

“Es uno de los pocos ejemplos que hay en España, y en Europa, que tiene en cuenta el ámbito metropolitano más allá de la capital”, comenta Joan Maria Bigas, director de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, quien destaca que este nuevo servicio de bicicletas iguala las condiciones de los ciudadanos metropolitanos con respecto a los de Barcelona ciudad, “porque, al final, sus problemáticas de desplazamiento son similares”.

Complemento al transporte público, no sustituto

La experiencia, hasta el momento, está dando los resultados para los cuales se diseñó: permitir la movilidad interna en el municipio y, a la vez, la interconectividad con las estaciones de metro y de cercanías de Renfe, es decir, “está generando lo que esperábamos: más demanda de transporte público”, señala Iglesias. Y es que el servicio no se pensó para sustituirlo, sino para complementarlo. “En la movilidad contemporánea es importante cómo llegar a lugares de difícil acceso en transporte público; la bici (y su zona de aparcamiento) es aquí fundamental, porque llega donde no puedes hacerlo en autobús o a pie”, añade Bigas.

Por ello, AMBici está integrado con el sistema de transporte público colectivo de la metrópolis de Barcelona para facilitar la intermodalidad con el bus metropolitano, el metro, el tranvía, el ferrocarril, etc. “Esperamos que sea un verdadero punto de inflexión en el uso de la bicicleta y ese buen complemento a la red de transporte público, a favor de la sostenibilidad que venimos priorizando”, apunta Antoni Poveda, vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB.

Asimismo, este nuevo sistema busca fomentar la proyección de las ya de por sí crecientes vías ciclables del área metropolitana, “igual que Bicing lo logró en su día con la extensión del carril bici por la ciudad”, apunta Carles Conill, director de servicios de Movilidad Sostenible de l’AMB. De este modo, los dos sistemas convivirán, aunque la idea es que en el futuro existe un sistema único de bicicleta pública compartida conjunta entre Barcelona y su área metropolitana. Para facilitar esta integración, habrá siete estaciones de transferencia donde se podrá cambiar de uno a otro. Además, los usuarios actuales de Bicing podrán sacarse su pase de AMBici y los que no lo tengan podrán obtener el abono metropolitano, que cuesta entre 53 y 65 euros al año, según la tarifa.

El abono solo del AMBici, durante este 2023, aplica una promoción de 25 euros anuales y gratuitos los 30 primeros minutos de cada trayecto. Pasado ese tiempo, costará 0,50 euros cada media hora. A partir del año que viene, supondrán 40 euros con la primera media hora a un precio de 0,15 euros, y las siguientes medias a 0,50. Los usuarios que quieran utilizar la tarjeta física, la podrán adquirir por un coste de seis euros; si, en cambio, usan la app, no tendrán coste.

El nuevo servicio se enmarca en la estrategia del Plan Metropolitano de Movilidad Urbana (PMMU) 2019-2024, la hoja de ruta de las políticas de movilidad de la metrópolis de Barcelona para los próximos años, y del Plan de Actuación Metropolitano (PAM) 2019-2023. Está cofinanciado con siete millones de euros del Plan de recuperación, transformación y resiliencia del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (fondo Next Generation).