Es noticia
La Lotería de Navidad, un ensayo de un año para un sorteo de cuatro horas
  1. Lotería de Navidad
ensayos, auditorías...

La Lotería de Navidad, un ensayo de un año para un sorteo de cuatro horas

Parece cosa de un solo día, pero el trabajo detrás de la Lotería de Navidad arranca casi el año previo: muchos meses de trabajos manuales, de ensayos y de comprobaciones

Foto: El sorteo de la Lotería de Navidad en 2020. (EFE/J.J. Guillén)
El sorteo de la Lotería de Navidad en 2020. (EFE/J.J. Guillén)

El sorteo de la Lotería de Navidad arranca cada 22 de diciembre a las 9:00 de la mañana, dura cerca de cuatro horas, pero detrás de este día hay muchas horas, muchos días de trabajo. Todo el mundo sabe cómo participar en el sorteo, cómo comprar un décimo con el número elegido (o con uno al azar, las probabilidades para cada número son las mismas) e incluso cómo cobrar los premios en caso de ser afortunados, pero pocos saben cómo funciona realmente el sorteo, cómo se desarrolla no solo a lo largo de la jornada. En El Confidencial hemos preparado una cronología para explicar cómo funciona este día y todo lo que hay detrás de cada sorteo.

La primera duda siempre surge con las bolas. ¿Cómo se gestiona tal cantidad de bolas? ¿De manera manual? ¿Automáticamente? Lo cierto es que el proceso de la Lotería de Navidad de cada año comienza casi cuando termina el anterior: a comienzos del año en curso se sacan todas las bolas de números de los bombos y se meten en los cajones, y aquí comienza el trabajo más arduo: se separan las 100.000 bolas de los números, se clasifican por millares, de manera manual y "de forma tradicional, tal y como se hacía hace más de 200 años", según han explicado a El Confidencial desde Loterías y Apuestas del Estado. Este proceso dura "varios meses".

Son muchas bolas, pero se separan manualmente, como se hacía hace 200 años

Una vez separadas todas las bolas, se colocan por orden en unas tablas ranuradas y tras colocarlas, se van insertando en los alambres. Aquí habremos llegado ya al momento del verano, cuando se realiza una primera revisión manual, bola a bola. Habrá que esperar a la siguiente estación, a otoño, para realizar una segunda revisión. "Si en alguno de estos procesos hay una bola defectuosa o de difícil lectura, se sustituye por una nueva", señalan desde Selae. Y precisamente para el sorteo de la Lotería de Navidad de 2021 se han tenido que sustituir un total de 193 bolas. Cada una de estas pequeñas bolas tiene un diámetro de 18,8 milímetros, están fabricadas en madera de boj y pesan unos tres gramos, y sobre ellas se realiza el grabado láser de los números.

Aún varias semanas antes del sorteo se lleva a cabo una tercera revisión, a cargo de una unidad de auditoría, y una vez finalizada ésta es en este momento cuando se precintan los armarios para ser trasladados al Teatro Real de Madrid donde, con o sin público, se celebra el sorteo el día 22. Solo en 2020 se celebró el sorteo extraordinario de la Lotería Nacional sin afluencia de gente, debido a las restricciones del covid; en 2021 vuelve la gente a poder sentarse en el patio de butacas frente al escenario en el que cantan las niñas y niños de San Ildefonso, aunque también lo harán con muchas restricciones.

En la víspera del sorteo, se hace un último examen y recuento de las bolas de los números y premios que se utilizarán para el sorteo y se colocan en las liras: una especie de expositor formado por diez varillas metálicas donde se ordenan las bolas tras su última comprobación, justo antes de que todas sean introducidas en los bombos. Para el sorteo de la Lotería de Navidad hay un total de 200 liras, que contienen 500 bolas cada una. Todas las liras están colgadas en un artilugio llamado 'paraguas', del que penden todas y cada una de las liras del sorteo. Una vez finalizadas todas las comprobaciones, el salón donde se encuentran todas las bolas es desalojado y cerrado todo con cerrojos interiores: solo tres personas, los 'claveros' tienen acceso a las llaves, que quedan bajo su custodia.

Comienza la fiesta: el paso de las bolas a los bombos

La misma mañana del sorteo de la Lotería de Navidad tampoco es, como se dice en Galicia, 'chegar e encher'. A partir de las 8:00 de la mañana, una hora antes de que arranque el sorteo, las puertas del Teatro Real son abiertas al público y, en condiciones normales, el público comienza a entrar, muchos de ellos con disfraces y todos con la esperanza de cantar el Gordo, en orden de llegada. En 2021, el proceso para acceder al teatro es diferente: para poder entrar habrá que adquirir una entrada en la taquilla, aunque sea gratuito el acceso, y se asignarán butacas numeradas.

El aforo no está limitado de manera concreta, aunque por los datos ofrecidos por Selae todo apunta a que el Teatro Real estará, aproximadamente, al 50% el día del sorteo de la Lotería de Navidad: la primera fila se quedará libre, para poder garantizar la distancia de seguridad con respecto al escenario en el que estarán, además de las mesas, los propios niños que canten los premios. Las dos siguientes filas estarán reservadas a los fotógrafos, aunque siempre con distancia de seguridad entre ellos, y es a partir de las siguientes filas cuando comenzará a sentarse el público, siempre dejando un espacio libre entre cada asistente.

Mientras, sobre el escenario, continúa el proceso burocrático: sobre las 8:30 se constituye la mesa que preside y autoriza el comienzo del sorteo. Antes de la irrupción de la pandemia, la mesa estaba formada por cinco personas, pero se redujo en 2020 a un total de cuatro; dos de ellas son para personal de Loterías y Apuestas del Estado, mientras que las otras dos se reparten entre una persona del Ayuntamiento de Madrid y otra de la Administración General del Estado. Además, la mesa siempre está presidida por un director de Loterías, que se encarga de realizar el seguimiento del sorteo, situado entre los dos grandes bombos que protagonizan las cuatro horas que dura el mismo. Las mesas, que cambian cada cierto tiempo, se 'renuevan' después de cada tabla par, por lo que se conforman de otras cuatro personas.

Una vez constituida la mesa, es cuando las bolas se trasladan, desde la tolva —un depósito con forma de embudo transparente y abierto por la parte inferior que se usa para dosificar el paso de las bolas con los números en juego—, donde han sido depositadas previamente, hasta el bombo grande. Y en el momento en el que los dos bombos, el grande y el pequeño, están cargados con sus correspondientes bolas, ¡comienza el juego!

¡A su señal, presidente!

Para dar comienzo al sorteo, en torno a las 9:00 de la mañana, tiene que haber una señal, y esa señal solo la puede lanzar el presidente. Una vez colocados los dos bombos, con sus bolas dentro —en el grande se encuentran las bolas de los números en juego, y en el pequeño las de los premios a repartir—, y cuando todo esté en orden, es el momento de empezar: es entonces cuando, a la señal del presidente, los dos bombos se voltean de manera simultánea.

Y a partir de las 9:00... empieza la fiesta. Aunque para este momento también ha habido mucho trabajo por parte de las niñas y niños de San Ildefonso, que llevan cantando los premios de la Lotería de Navidad desde hace un cuarto de milenio. Dejando a un lado que ni el año pasado ni este ha habido jornada de puertas abiertas en la Residencia-Internado de la que salen los niños y niñas que cantan los premios, su participación en el sorteo también tiene un procedimiento concreto: la preparación de los mismos arranca con una serie de voluntarios, cuyas voces van probando desde la institución, con el fin de escoger a quienes "tienen un buen timbre, proyección y pronunciación clara", amén de que tengan un mínimo de ocho años y "altura física suficiente", tal y como explicó recientemente la responsable de la residencia, Charo Rodríguez, en una entrevista a Europa Press.

Los niños que cantan en el sorteo deben tener mínimo ocho años y una altura "suficiente"

"La clave está en las voces. Buscamos que juntas empasten bien", apunta Rodríguez, quien señala que durante los ensayos de los niños que cantan el sorteo se refuerza "el conocimiento de los números y su lectura rápida" y se les enseña, además, "el manejo de las bolas de los sorteos". Para el sorteo de 2021 el Teatro Real será escenario por el que circulen un total de 21 participantes, 11 niños y 10 niñas, todos de entre nueve y 14 años. Algunos repiten; otros se estrenan en un sorteo con el patio de butacas a medio gas. Este año son solo tres los que se estrenan. Debut aún en pandemia. Los ensayos de los niños comienzan en el mes de octubre, y dedican en torno a media hora un par de días a la semana, tiempo en el que se practican "las mismas rutinas que luego se siguen en el sorteo". También en los ensayos ocurren situaciones como las que luego se ven en el Teatro Real, como bolas que se caen, y se les ayuda a afrontarlas.

El presidente da paso, los bombos se voltean y los niños ya están preparados: las restantes cuatro horas serán un 'déjà vu', un suceder de cánticos repetidos interrumpidos por alguna lágrima, alguna bola traviesa y el sobresalto de los grandes premios. La primera bola que sale del bombo —y las siguientes lo hacen del mismo modo— circula a través de la trompeta para acabar llegando a la copa. La copa, efectivamente, tiene forma de copa de margarita gigante, y es ahí donde las pequeñas manos de los niños cantores recogen las bolas. Primero se extrae la bola del número, luego la bola del premio, y llega la hora de cantar. Una vez recogidas las bolas se colocan en sus alambres... a no ser que sean un premio importante, que en ese momento los niños se dirigirán a la mesa, presidida por quien esté al cargo de la tabla, para que todos los miembros comprueben el número y el premio. De ahí ya sí que se van al alambre correspondiente de su tabla.

Cada vez que se completa una tabla el presidente la bloquea y la traslada a la mesa, donde se revisa que los números sean correspondientes. A lo largo de las cuatro horas de sorteo se recurre al uso de diez tablas, que contienen un total de 200 bolas de cada clase, es decir, 400 en total: 20 bolas en cada uno de los diez alambres que la componen, separados los alambres de dos en dos. Cuando el sorteo llega a su fin, en el denominado epílogo del mismo, y una vez comprobadas todas las tablas quedan expuestas en la sede de Loterías y Apuestas del Estado, durante al menos siete días. Y en cuanto uno coge fuerzas y se recupera del 22 de diciembre, empieza la preparación del próximo sorteo, el de 2022.

El sorteo de la Lotería de Navidad arranca cada 22 de diciembre a las 9:00 de la mañana, dura cerca de cuatro horas, pero detrás de este día hay muchas horas, muchos días de trabajo. Todo el mundo sabe cómo participar en el sorteo, cómo comprar un décimo con el número elegido (o con uno al azar, las probabilidades para cada número son las mismas) e incluso cómo cobrar los premios en caso de ser afortunados, pero pocos saben cómo funciona realmente el sorteo, cómo se desarrolla no solo a lo largo de la jornada. En El Confidencial hemos preparado una cronología para explicar cómo funciona este día y todo lo que hay detrás de cada sorteo.

Lotería de Navidad 2021
El redactor recomienda