El Colegio de Abogados de Madrid planea comprar su sede de Serrano 9 por 19 millones

La dirección del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), liderada por el decano Eugenio Ribón, comunicará hoy a sus colegiados el que será uno de sus grandes proyectos de transformación para este mandato: la compra de todo el edificio de la calle Serrano 9 de la capital, la Casa Palacio del Marqués de Portazgo, actual sede institucional del ICAM. En la actualidad, la institución solo es propietaria de una parte del sótano y las plantas baja y primera. La compra del resto de alturas del inmueble —segunda, tercera y el sobreático de la cuarta—, que pertenecen a la Mutualidad de la Abogacía, supondrá una inversión de 19,12 millones de euros. En total, la edificación cuenta con una superficie de casi 4.800 metros cuadrados.

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Esta operación forma parte del plan de innovación, desarrollo y ampliación de servicios "por y para los colegiados", según subrayan desde el ICAM, un programa que incluye la reestructuración y ampliación de espacios. La adquisición del conjunto del edificio, situado en el número 9 de Serrano, permitirá al colegio acoger en dicho inmueble los servicios que se encuentran en el número 11 de la misma calle, para dedicar toda esa construcción al nuevo y revitalizado centro de formación que quiere impulsar la dirección de la institución, un proyecto con el que pretenden revolucionar la enseñanza y capacitación de los letrados de dentro y fuera de Madrid.

No obstante, el proyecto debe ser bendecido por el conjunto de la abogacía de la capital. Para ello, la junta de gobierno del ICAM convocará a lo largo del día de hoy a todos sus colegiados a pronunciarse sobre el proyecto en una junta general extraordinaria, su máximo órgano decisorio, que tendrá lugar el próximo jueves 20 de julio a las 16 horas en el Hotel Novotel de O'Donnell. En cualquier caso, la dirección del colegio confía en su aprobación, pues se trata de una "oportunidad única" para el organismo y la abogacía en su conjunto, tanto por lo que permitirá en relación con los servicios como por las condiciones "muy ventajosas" de la operación desde el punto de vista financiero, como ha señalado a este diario el decano Eugenio Ribón.

Pago aplazado en nueve años

Según explican desde la institución, el abono de los 19 millones, que se ha proyectado durante un periodo de nueve años, no conllevará un incremento de las cuotas, ni requiere despatrimonializar ni endeudar al ICAM. Todo se hará con los recursos propios del colegio y el ahorro cosechado con las medidas de eficiencia de gasto adoptadas por la junta, como el traslado de gran parte de los servicios de Espacio Abogacía, en la calle Bravo Murillo, a la calle Serrano, reduciendo al mínimo el alquiler de dicho espacio. Asimismo, el acuerdo de pago establece que los abonos de los siete primeros años no generarán intereses, y los de los dos últimos se realizarán con un recargo del euríbor más el 1%.

Desde la institución explican que, con la propiedad del edificio, el ICAM tendrá por vez primera una gran sede institucional, que transformará la corporación, poniendo a su disposición nuevos espacios, nuevas actividades y nuevos servicios en beneficio de los profesionales de la abogacía de Madrid, además de consagrar los fondos documentales del ICAM, dotándolos de un mayor y mejor espacio. Eugenio Ribón subraya que con esta operación "se constituye un legado para la abogacía madrileña de hoy, y también la de mañana, logrando una sede institucional representativa capaz de dar respuesta a las necesidades de toda la abogacía, al tiempo que se fortalece el patrimonio de todos los colegiados".

La Casa Palacio del Marqués de Portazgo, que ahora puede convertirse en propiedad al completo de la abogacía de Madrid, lleva siendo sede del ICAM desde 1986, cuando fue adquirida parcialmente por la junta de gobierno presidida por el decano Antonio Pedrol Rius. En el momento de aquella compra, como recuerda la actual dirección de la institución, el propio Pedrol señaló que "desde hacía siglos —casi cuatro desde la fundación de nuestro Colegio― existía la ambición corporativa de contar con un edificio propio".