La firma internacional Taylor Wessing sondea opciones de integración para abrir en España

A pesar de la madurez del mercado y la enorme presencia de firmas nacionales e internacionales, España sigue siendo una plaza atractiva para los despachos de abogados extranjeros. Prueba de ello, según confirman hasta tres fuentes del sector legal a El Confidencial, es que el bufete anglo-alemán Taylor Wessing se encuentra sondeando opciones de integración para concretar su desembarco en nuestro país. Así lo han manifestado responsables de la firma a varios despachos con presencia en España, sin que, al menos de momento, haya trascendido si la búsqueda ha fructificado en una negociación formal con algún player local.

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El aterrizaje de Taylor Wessing supondría la entrada de un actor de peso en el mercado nacional. El bufete ocupa la posición número 21 en el ranking de facturación que elabora la publicación británica The Laywer. En el último ejercicio cerrado, la firma declaró unos ingresos globales de 420,6 millones de libras esterlinas —unos 477,8 millones de euros, al cambio actual—, lo que supuso un 13% más que en el periodo anterior. Con 29 oficinas en 17 países, la organización cuenta con un equipo en todo el mundo de 1.100 abogados y más de 350 socios de cuota. En su entorno figuran otros bufetes con presencia en España como Bird & Bird, Simmons & Simmons, Pinsent Masons, DWF (que en nuestro país opera como DWF-RCD), Fieldfisher u Osborne Clarke.

La operación que estudia desde hace meses Taylor Wessing es la entrada en España —o la península ibérica, lo que incluiría Portugal— e Italia. La ausencia en estas dos grandes jurisdicciones del sur de Europa contrasta con su fortaleza en el centro y el este del Viejo Continente. El despacho cuenta con oficinas en Alemania (Múnich, Berlín, Hamburgo, Fráncfort y Düsseldorf), Francia (París), Austria (Viena y Klagenfurt), Países Bajos (Ámsterdam y Eindhoven), Bélgica (Bruselas), Eslovaquia (Bratislava), República Checa (Praga y Brno), Hungría (Budapest), Polonia (Varsovia) y Ucrania (Kiev).

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Una red que se suma a sus sedes en Londres, Liverpool y Cambridge, en el Reino Unido, y la recientemente abierta en Dublín, Irlanda. Además, está presente en Nueva York y Silicon Valley, en Estados Unidos; Dubái, en el Oriente Medio, y Beijing (China) y Seúl (Corea del Sur), en Asia.

Al estilo de muchas de las firmas de la zona media del Reino Unido, Taylor Wessing se presenta como un despacho con un enfoque netamente sectorial, destacando su especialización en ciencias de la salud; tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT); inmobiliario, y la gestión de patrimonios privados. Un expertise que, como destacó recientemente su socio director en el Reino Unido y cochair global, Shane Gleghorn, les ha permitido "expandirse a nuevos centros de negocio que ofrecen oportunidades para nuestros clientes". Sus movimientos indican que, en la actualidad, existen oportunidades en España que la firma no está pudiendo aprovechar por la falta de presencia en nuestro país.

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Entre las operaciones más recientes llevadas a cabo por Taylor Wessing se encuentran la apertura de su oficina en Irlanda, llevada a cabo en 2021, o su alianza con el despacho estadounidense Wilson Sonsini Goodrich & Rosati, en 2019, para abrirse camino en Silicon Valley. En el sector legal es conocido que la fórmula preferida por el bufete anglo-alemán para entrar en una nueva jurisdicción es la integración de una firma completa, y no el denominado cherry-picking (el crecimiento a través de fichajes individuales).

Taylor Wessing es fruto de la fusión, en 2002, del bufete británico Taylor Joynson Garret y la firma alemana Wessing. En la última década, la organización ha experimentado una gran expansión, pasando de 13 a una treintena de oficinas y suscribiendo importantes alianzas con despachos internacionales en las jurisdicciones en las que no se encuentra presente, como Arabia Saudí o Hong Kong.

El Confidencial se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación de Taylor Wessing para obtener su versión sobre esta información sin que, al cierre de esta edición, el despacho haya ofrecido respuesta al respecto.