El corte de la 'carretera de los pantanos' tiene en vilo (otra vez) a los pueblos del oeste de Madrid: "Es sangrante"

Erika González pensaba que la pesadilla de tardar una hora y media a trabajar terminaría cuando, el pasado mes de octubre, se solventaron los daños de la carretera M-501 que la mantuvo inhabilitada durante semanas. "Otra vez atascos y colas kilométricas", señala a este diario.

Los problemas en las obras de drenaje provocaron que, el pasado martes, tuvieran que volver a cortar el mismo tramo que se derrumbó en septiembre a causa de los efectos de la DANA. "Vuelve a amargarnos la vida, es un tema sangrante", explica esta residente de El Tiemblo (Ávila), que recurre a diario a la M-501 para desplazarse hasta la capital.

El conflicto con esta carretera viene de largo. A finales del verano de 2023, las fuertes lluvias torrenciales provocaron el derrumbe de los puentes en Aldea del Fresno –y se cobraron la vida de dos personas– y estragos en las vías de los municipios aledaños. En el caso de la M-501, el reventón de una tubería subterránea provocó grietas en el asfalto de la superficie. Los técnicos de la Comunidad de Madrid trabajaron durante semanas para reconstruir la infraestructura. Se destinaron 400.000 euros: "Un parche".

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El principal inconveniente que genera este corte es que la M-501 es la principal carretera que conecta los municipios del oeste con la ciudad de Madrid. El kilómetro 46,7, donde se encuentra la tubería de la discordia, se encuentra entre Navas del Rey y Pelayos de la Presa. La comunicación entre ambos pueblos se ha visto alterada. Jaime Peral, el alcalde de Navas del Rey, explica a El Confidencial que este altercado supone un "trastorno" para el pueblo, pero confía en que se resolverá a lo largo de la semana.

"Hay más de veinte personas con grúas y demás maquinaria trabajando sin parar en solucionarlo", señala. "Lo que sucede es que se dieron cuenta de que, para arreglar esta tubería, no valía una reparación sencilla como en otros puntos de la carretera. Han tenido que hacer un cajeado completo para meter tubos nuevos", continúa Peral.

¿Cuál es la alternativa? Recurrir a una antigua vía, la M-855. "Hay dos personas de la Comunidad de Madrid cambiando el sentido cada 10 minutos", explica el primer edil. Y lo regulan en función de la demanda. Por ejemplo, los viernes aumenta el flujo de salida porque hay más gente de la capital que sale a pasar el fin de semana a alguna de estas localidades.

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El domingo, en cambio, se produce justo lo contrario: incrementan el tiempo de paso en sentido Madrid. El problema, según Erika González, es que esto solo funciona para los domingueros. "A quienes vivimos en estos pueblos y tenemos que ir a Madrid a diario nos altera la vida", señala.

Fuentes de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid aseguran que se está trabajando “día y noche” para paliar el problema, pero el avance de las obras dependerá de las condiciones climatológicas.

El pasado viernes cayó de nuevo una tromba de agua que interfirió en las labores de reconstrucción de la tubería porque dificulta el sellado del cemento. Por ello, explican que es imposible predecir el día exacto en que la circulación vuelva a la normalidad, pero mantienen la esperanza de sea esta semana.