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Los 15 minutos de angustia tras la fatal caída del árbol: "No había forma de mover el tronco"
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ÁRBOL REVISADO EL 25 DE MAYO

Los 15 minutos de angustia tras la fatal caída del árbol: "No había forma de mover el tronco"

La caída se produjo a la una de la tarde. El estruendo fue tal que los empleados de los locales cercanos, los conductores de los vehículos y todo aquel que paseaba por la zona hicieron lo imposible por desplazarlo

Foto: El lugar del accidente. (A.F.)
El lugar del accidente. (A.F.)

Lizeth paseaba por la calle Almagro camino al trabajo cuando sintió el desgarre del árbol. Levantó la vista del suelo y, acto seguido, el tronco cayó de lleno sobre el paso de cebra aledaño a la parada de metro de Alonso Martínez. El ejemplar se había arrancado desde la raíz. "Mierda", dijo en alto. Se paralizó unos segundos y fue corriendo a intentar moverlo. En ese momento, los conductores de los vehículos parados en el semáforo empezaron a bajarse de los coches. Nada fue suficiente para salvar la vida de la joven de 23 años que quedó sepultada bajo el tronco.

Los 20 metros de altura que tenía el árbol, un olmo siberiano de 188 centímetros de diámetro, ocupaban los seis carriles de la calzada de punta a punta. Desde el tronco hasta las últimas ramas de la copa. La calle estaba repleta de gente anónima tratando de ayudar.

La joven se encontraba cruzando la acera junto a sus padres en el momento del incidente. Ellos no sufrieron daños físicos. Ninguno de los presentes sabría calcular a ciencia cierta el número exacto de personas que rodearon el tronco, pero estiman que unas 60. Así lo recuerda una camarera del bar Portosín, que aún revive angustiada la escena.

Foto: Bomberos permanecen en el lugar donde este jueves ha fallecido una joven tras caerle un árbol en Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La hostelera relata que escuchó el estruendo del golpe contra el suelo y, a través de los cristales del negocio, pudo apreciar una riada de gente corriendo calle abajo. Fue entonces cuando salió del establecimiento y se unió a la masa. "No había forma de mover el tronco", relata. El peso del ejemplar oscila entre los 2.000 y los 2.500 kilos. En su brazo derecho se aprecian algunos rasguños de las ramas. Calcula que los bomberos tardaron unos 15 minutos en llegar. Un tiempo que se le hizo una eternidad.

La fallecida se llamaba Jùlia, era originaria de Esparraguera (Barcelona) y vivía a caballo entre la ciudad condal y la capital por su situación laboral y académica. Este jueves se encontraba en la capital junto a sus padres para acudir a la graduación del Máster en Farmacia y Biotecnología que había estudiado en Talento-Ephos. La escuela de negocios de la que era alumna confirmó este viernes su fallecimiento en redes sociales. Además, en marzo de este año, la fallecida había empezado a trabajar como becaria en Novartis España.

placeholder Uno de los contenedores, repleto de ramas. (A.F.)
Uno de los contenedores, repleto de ramas. (A.F.)

Segundos después del accidente, y mientras Lizeth trataba de mover el árbol, su compañera de trabajo del restaurante La Pilla llamaba al 112. A ella, el momento exacto de la caída la pilló barriendo la entrada. “Fue una pesadilla”, relata. Esta testigo del siniestro asegura que el cuerpo de la joven estaba inmóvil y encajado. Alrededor, el caos. "Hay que sacarla", gritaban. Algunos de los presentes también relatan que los gritos provenían de los familiares de la víctima. Según fuentes conocedoras del caso, los padres se habrían desplazado a la capital para asistir a un evento académico de su hija.

Debido a su gran porte, el Servicio de Evaluación y Revisión Verde (Server) del Ayuntamiento de Madrid revisó por última vez este ejemplar el 25 de mayo de 2023. La vez anterior fue el 28 de mayo de 2022. Según fuentes del área de Medio Ambiente, en ninguna de las dos ocasiones se detectó ninguna anomalía: era un árbol sano. Técnicos del Server constataron tras el accidente que "no sufría ninguna patología ni daño previo al vuelco". No obstante, la mañana del jueves estuvo marcada por incidentes con el arbolado, afectado por los fuertes vientos en la capital. Desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde, los Bomberos de Madrid realizaron 229 intervenciones en la ciudad. Y en torno a la una de la tarde había 290 ejemplares afectados y 73 caídos.

Desde la Librería Pasajes, en la calle Génova, escucharon el trasiego de ambulancias y fuerzas de seguridad durante una hora. Dakota, una de las empleadas, de 26 años, sale cada día de la parada de Alonso Martínez para llegar a su puesto de trabajo. "Podría haber sido cualquiera de nosotras", dice todavía con el miedo en el cuerpo.

Foto: La borrasca Ciarán trae a Galicia rachas de viento de hasta 100 km/h y temporal costero. (Europa Press/Carlos Castro)

Otras cinco personas resultaron heridas en el accidente, pero el árbol no las pilló de lleno. Cuatro de ellas tienen entre 21 y 30 años y fueron trasladadas al Hospital Clínico y a la Fundación Jiménez Díaz. La última, una mujer de 67 años con una herida en la cabeza, fue desplazada al Ramón y Cajal. Todos están fuera de peligro, según el supervisor de guardia del Samur, Carlos Rodríguez Blanco.

Al lugar de los hechos se desplazaron los agentes de la Policía Nacional y Municipal, Emergencias Madrid y los Bomberos del ayuntamiento. Un psicólogo de guardia del Samur atendió a los padres de la fallecida y a una testigo de 19 años por crisis de ansiedad. El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, también se acercaron a la zona para transmitir sus condolencias a los familiares de la víctima. El tráfico estuvo cortado durante horas en Almagro, Génova y Sagasta para despejar la zona de los restos de hojas, ramas y follaje que dejó el suceso. En torno a las cinco, los profesionales seguían llenando enormes contenedores de los restos del árbol.

placeholder El incidente se produjo al lado de la parada del metro. (A.F.)
El incidente se produjo al lado de la parada del metro. (A.F.)

Se trata de la primera víctima mortal de Ciarán, la fuerte borrasca que azota el país desde hace semanas y que este jueves alcanzó su máximo de intensidad. La Comunidad de Madrid entró en alerta roja por los fuertes vientos y lluvias que protagonizaron toda la jornada del 2 de noviembre.

Lizeth paseaba por la calle Almagro camino al trabajo cuando sintió el desgarre del árbol. Levantó la vista del suelo y, acto seguido, el tronco cayó de lleno sobre el paso de cebra aledaño a la parada de metro de Alonso Martínez. El ejemplar se había arrancado desde la raíz. "Mierda", dijo en alto. Se paralizó unos segundos y fue corriendo a intentar moverlo. En ese momento, los conductores de los vehículos parados en el semáforo empezaron a bajarse de los coches. Nada fue suficiente para salvar la vida de la joven de 23 años que quedó sepultada bajo el tronco.

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