La cola de un local de Pedro Zerolo explica por qué este Orgullo es crucial para el colectivo LGTBI

Izan ha estado a punto de no venir este año al Orgullo LGTB de Madrid. Apenas tiene 15 años, los ojos pintados y un tanto de rabia en el habla. "Se experimenta el miedo", argumenta. Explica a este diario que las turbulencias políticas de las últimas semanas - "como la lona de Vox" -, le hacen replantearse algunas cosas. "A medida que creces, te vas haciendo más consciente. Veo lo que es la vida real y me asusto porque es mi futuro, ¿sabes?". Su amiga Marta, mayor de edad, lo corrobora. "Estamos viendo barbaridades y este año hay que estar más presentes".

Quienes esperan la cola para conseguir algo de beber -la ola de calor no ha conseguido parar el activismo- explican a este diario sus inquietudes respecto al tema. Daniel y Sara tienen 21 años y son pareja. Ambos de Guadalajara, es la primera vez que vienen hasta la capital por estas fechas. La razón de su visita es que Sara, bisexual, se moría de ganas de vivir un Orgullo en vivo y en directo. Y de hacerlo antes de las elecciones del 23-J, que aterra a más de uno.

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La gran cita de esta semana llega en un contexto de alerta para el colectivo. Las últimas elecciones municipales y autonómicas celebradas el pasado 28 de mayo abrieron la puerta a Vox a multitud de ayuntamientos y comunidades, algo que ha saltado las alarmas entre los grupos minoritarios. El partido ha manifestado en varias ocasiones su rechazo a la diversidad sexual e identitaria.

"No sabemos cómo va a estar la cosa el año que viene, por eso ahora es más importante que nunca. Se nos tiene que ver en la calle", explica Luis, de 35 años, en la cola del establecimiento. "Siempre es necesario, pero hoy más todavía con el tema político que hay de por medio", señala Dani, que ha venido con sus amigos al pregón del Orgullo como hacen "todos los años". Las expectativas para este año, según los organizadores, es batir todos los récords. La Plaza Pedro Zerolo estaba -como de costumbre-, repleta de gente.

En los últimos años, estas fechas servían como campo de batalla para las figuras de izquierdas de distintos partidos. Una pugna por ver quién izaba la bandera del arcoíris más alto, quién era el más progresista, el más pro libertades y el más inclusivo. Las cosas han cambiado, ahora el lobo es de color verde. El líder del partido, Santiago Abascal, ha asegurado en multitud de ocasiones sus discrepancias con la comunidad LGTB. Este mes de marzo, llegó a señalar a los activistas de “degenerados”. Además, este miércoles explicó que "no tenía previsto" celebrar este evento porque es heterosexual. El aumento de lo que desde las asociaciones y colectivos califican de discursos de odio ha provocado una unión en la izquierda española.

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Sin ir más lejos, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ensalzó esta semana la figura de Irene Montero. Él, una de las caras más visibles del PSOE en cuanto a derechos sociales y quien se puso la medalla de aprobar el matrimonio igualitario en España en 2005 -gracias al constante activismo del ya fallecido Pedro Zerolo-. Ella, actual líder de una polemiquísima cartera de Igualdad que ha abierto decenas de grietas entre el gobierno de coalición, criticada por los cuatro costados y fuera de las listas de Sumar.

“Este ministerio de Igualdad me gusta", señaló Rodríguez Zapatero

Ahora, en el mes del arcoíris, y después de grandes encontronazos entre los socios del Ejecutivo central por la ley trans o sí es sí, los socialistas, los morados y el recién fundado Sumar, se dan la mano. “Este ministerio de Igualdad me gusta. Abrir los espacios de la libertad siempre tiene viento en contra [...] Esto no ha hecho más que empezar”, señaló el expresidente. Una bala que puede ser clave para los resultados de las próximas elecciones generales del 23J. "La gente ya está viendo todo lo que representan estos acuerdos", señalaron desde Ferraz. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha querido aprovechar la ocasión para animar a la población a participar "activamente" en el Orgullo. "No vamos a dar ni un paso atrás", aseguró. Este año, la bandera LGTB tampoco ondeará en Cibeles.

Esta sensación de unidad también se refleja en los madrileños. Juan Carlos Alonso es el coordinador del MADO – Orgullo LGTBQ+ de Madrid– y responde a este periódico en el día grande de la reivindicación. “Lo que ha ocurrido estas elecciones (28M) está produciendo una reacción de unión en toda la ciudadanía. Esto es un grito de ‘ni un paso atrás’. Vamos a ser el muro de contención del avance de las políticas de la ultraderecha, con la mirada hacia otro lado de la derecha en muchos lugares”, señala refiriéndose al Partido Popular, que ha pactado con los de Abascal en Castilla y León y la Comunidad Valenciana, entre otros. “Esto es una lucha contra las políticas que nos quieren volver a llevar a los armarios y eso no va a ocurrir”, matiza.

Para desligarse de su vinculación con Vox, y a pesar de formar gobierno con ellos en algunas localidades españolas, el PP ha querido desligarse de la polémica. En un comunicado oficial con motivo del Orgullo, aseguran que "desde el Partido Popular", reiteran su "compromiso con todo el colectivo LGTBI, siempre" y defienden que "hay que seguir trabajando al unísono en una España que combate cualquier tipo de discriminación".

Además, el evento se produce apenas 24 horas después de que Vox tuviera que retirar la lona contraria a los derechos LGTB y otros colectivos por orden de la Junta Electoral de Zona Madrid. Desde las asociaciones la denominaron “la lona del odio” y estuvo durante días expuesta en la calle Alcalá de la capital. “Como sociedad, tenemos que preocuparnos por estos discursos. Esa lona ha querido tirar todas nuestras conquistas porque parece que molestamos. La norma debe ser la diversidad, la ampliación de horizontes, opiniones, tendencias sexuales y expresiones de identidad de género”, explica Alonso.

"Los discursos de odio han aumentado un 70% en Europa", señala Alonso

Lo sucedido en España es otra pieza del puzzle que conforma el actual contexto político europeo. La llegada al Gobierno de la ultraderecha en Italia, Suecia o Finlandia podría servir de precedente para las próximas elecciones generales del 23 de julio, además de la persecución homosexual que lleva años produciéndose en Hungría y Polonia. “Los discursos de odio han aumentado un 70% en el continente”, señala Alonso. Por ello, y con la intención de evitar que el modus operandi se repita en este país, este es precisamente el tema central de la reivindicación de este 2023. “En esto estará enfocado el Madrid Summit 2023”, un encuentro anual celebrado desde 2017 que tendrá lugar este jueves en la sede del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea en España.