Vuelve la guerra de la nieve en Navacerrada: nadie sabe qué pasará con la estación de esquí

El declive de la estación de esquí del Puerto de Navacerrada lleva años escribiendo su lenta agonía. Va y vuelve, cada otoño, como si fuese un boomerang. ¿Qué va a pasar con las pistas de esquí más cercanas a la capital? La última gran disputa comenzó en 2021 en torno al espacio deportivo –con la concesión de apertura caducada desde 2019– y se reabre ahora con alguna que otra arista diferente. El año pasado, el Ejecutivo de Díaz Ayuso defendió a capa y espada la estación del norte de Madrid en confrontación con el Ministerio de Transición Ecológica, después de que este anunciara su cierre por la ilegalidad del uso del suelo y por razones ambientales.

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Guillermo Cid Infografía: Laura Martín Datos: Marta Ley

Que pueda reabrirse ahora depende de los dos ayuntamientos donde se encuentran las pistas de la Comunidad de Madrid, Cercedilla y Navacerrada, quienes dilatan la comprometida decisión. Si Navacerrada, gobernada por el PSOE, diese el visto bueno, se estaría alineando con las posiciones del Partido Popular y Vox.

La Consejería de Medio Ambiente de Madrid extinguió oficialmente en julio la concesión a la empresa privada, Puerto de Navacerrada-Estación de Esquí S.A., que la gestionaba. “El Gobierno autonómico quiere que las pistas sigan abiertas ya que son un revulsivo económico para la zona y además es un espacio cuyo uso público es compatible con el medioambiental”, ha asegurado la consejera de Consejería de Medio Ambiente, Paloma Martín, manteniendo la misma postura que al inicio del conflicto.

La pelota ahora está en el campo de ambos ayuntamientos por ser los propietarios del suelo y dependerá de si sacan nuevas licencias para poner la estación en marcha. Desde la Consejería aseguran que se mantienen a la espera de recibir una respuesta. Explican que se han enviado hasta tres cartas a dichos municipios para conocer su postura. “El consistorio de Cercedilla contestó que estaría interesado en sacar la concesión de la pista de Guarramillas”, apuntan desde Medio Ambiente. Pero lo cierto es que, a las puertas del inicio de la temporada, los ayuntamientos competentes todavía no se han pronunciado y se desconoce el futuro de la estación.

La estación de esquí se ubica en las provincias de Segovia y Madrid. El Ministerio de Transición Ecológica es titular de las 7,6 hectáreas de Pinar de Valsaín, en la autonomía castellana. Por su parte, los Ayuntamientos de Cercedilla y Navacerrada son los propietarios de la superficie de 9,2 hectáreas en la Comunidad de Madrid.

Con la disputa del año pasado, la presidenta planteó incluso declararlo Bien de Interés Cultural para evitar su clausura. “A 30 y a 60 kilómetros de dos grandes capitales como son Segovia y Madrid existe esta joya que estoy convencida de que si ponemos interés por parte todos podemos preservar para el futuro”, aseguró Ayuso junto al presidente de Castilla y León, Fernández Mañueco, a escasas semanas de las elecciones en dicha región.

“Carece de sentido empeñarse en mantener abiertas unas instalaciones obsoletas y abocadas al cierre”, mantienen los ecologistas

Por su parte, los ecologistas lo celebran. “Carece de sentido empeñarse en mantener abiertas unas instalaciones obsoletas y abocadas al cierre”, explicaron desde Ecologistas en Acción en un comunicado. Los verdes se refieren no solo a la propia estación del Puerto, sino también a la producción de nieve artificial. “Una vez caducada la ocupación, la Confederación Hidrográfica del Duero ha declarado la extinción del aprovechamiento de agua del arroyo El Telégrafo, que servía para ese fin”, señalaron. Y presagian buenas noticias para ellos, ya que apuestan que “la desaparición [de la estación de esquí] no tiene vuelta atrás”.

Actuaciones del Ministerio

El Ministerio de Transición Ecológica comenzó en octubre el Programa Piloto “para la activación económica sostenible” de los municipios del entorno del Puerto de Navacerrada. Por ello, actualmente se están eliminando viejos remontes de esquí en desuso en Guarramillas y Pinar de Valsaín. “El programa impulsado por el OAPN se ha activado mientras continúa su curso y en espera de sentencia el proceso judicial abierto para determinar la administración competente en la declaración de extinción o caducidad de la concesión de ocupación del monte Pinar de Valsaín”, señala en Ministerio.

La estación se inauguró a finales de los 40 y durante décadas se consagró como el Baqueira de los madrileños, pero sus años de gloria fueron en declive con la entrada del nuevo siglo. De hecho, en la temporada de esquí de 2005-2006 se privatizó el enclave y, poco a poco, el número de aficionados ha ido disminuyendo con los años. Ahora abundan los edificios y viviendas vacías y el futuro, por el momento, pende de un hilo.