El trazado definitivo de la M-30 a su paso por el viejo Calderón estará listo antes de fin de año

Las obras sobre el asfalto en ocasiones pueden suponer un incordio para los conductores. Por suerte para los madrileños, antes de que acabe el año, el tráfico de la M-30 a la altura del antiguo Vicente Calderón transcurrirá por su trazado definitivo. De hecho, durante los meses de verano se empezarán a colocar las grandes vigas y placas de la cubierta a ambos lados de las embocaduras para agilizar el transcurso de las obras. Estas se están llevando a cabo en el margen izquierdo del río Manzanares, entre los puentes de Toledo y San Isidro.

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Agustín Marco

Si bien el proyecto definitivo culminará en la primavera de 2023 con los últimos detalles en las instalaciones, las cuestiones del tráfico dejarán de ser un problema en cuestión de meses. Esto permitirá iniciar los trabajos de obra civil de cimentaciones, muros y losa de cubierta en aquellas localizaciones que en la actualidad están ocupadas por el propio desvío del tránsito. Todas las actuaciones se están realizando entre las dos bocas de la M-30 ya soterradas, un espacio de más de 600 metros, con un presupuesto de 46,4 millones de euros.

No obstante, sí existirán cortes nocturnos puntuales a lo largo de la época estival para colocar las vigas, cámaras de seguridad y provisionales de iluminación. En cualquier caso, y teniendo en cuenta la reducción de tráfico durante julio y agosto, los vecinos de la zona agradecen la noticia. A raíz de la reducción del carril por las obras, los residentes notaron los embudos mañaneros en hora punta durante los meses de invierno de este año.

Cuando finalmente termine la obra el próximo año, la Junta de Compensación del desarrollo Mahou-Calderón actuará en la zona superior para terminar definitivamente el gran proyecto verde de la capital, Madrid Río. Recurrirán a los mismos criterios paisajísticos, ambientales y peatonales para mantener la estética del parque. Además, en enero de este año, el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, aseguró que el nuevo espacio verde sería "un homenaje al Atlético de Madrid". De hecho, la superficie llevará el nombre del club para conmemorar la ubicación del estadio demolido en 2020.

Por el momento ya puede vislumbrarse un muro de unos seis metros de altura que no termina de convencer a los residentes de la zona. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Pasillo Verde Imperial, Maite Gómez, se refiere a la infraestructura como "el muro de la vergüenza" porque "el impacto visual es terrible". Actualmente ya se encuentran incluso pintadas sobre el mismo y el Ayuntamiento asegura que ese no será su aspecto definitivo.

Desde que iniciaran las obras en agosto de 2021, los tiempos estimados han transcurrido con normalidad. El objetivo principal del encubrimiento no era otro que integrar definitivamente este tramo de Calle 30 al sistema de túneles existentes, mejorando de esta manera la seguridad de la vía y la calidad del aire del distrito de Arganzuela. Estas infraestructuras colaborarán también con la reducción del tráfico de cara a los nuevos residentes que se estiman que se instalen en la zona cuando se entreguen las llaves de las 1.400 viviendas actualmente en construcción.

Para cuando terminen estas obras en la primavera de 2023, también culminará otras importantes intervenciones previstas en la capital, entre ellas, el desmantelamiento del puente Pedro Bosch, la reforma de la avenida de General Perón y las remodelaciones del norte de la avenida de la Ilustración y del eje Doctor Esquerdo-Pedro Bosch.