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Temporada de chinches en Madrid: “Nadie está protegido, los ricos tampoco”
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Un día con una empresa de fumigación

Temporada de chinches en Madrid: “Nadie está protegido, los ricos tampoco”

El aumento de incidencia de estos insectos en las viviendas suele producirse en primavera y verano, aunque los profesionales reconocen que este año empezaron con las labores de desinfección en enero

Foto: Paco desinfectando las mantas del dormitorio. (A.F.)
Paco desinfectando las mantas del dormitorio. (A.F.)

“Nadie está a salvo de ellos, los ricos tampoco”, explica el dueño de la empresa fumigadora Kadem S.L. de camino a desinfectar una vivienda plagada de chinches en Valdebernardo. “He estado en todos los barrios, incluido La Moraleja”. Este hombre de 43 años originario de Bulgaria –y que se ha apodado así mismo como Paco– lleva casi dos décadas en el sector, pero estas dos últimas semanas atiende más de lo normal a las llamadas de los clientes interesados en hacer desaparecer los insectos de sus casas. Ese mismo día tiene otra desinfección similar en obarrio de la capital. “Los bichos están en todas partes, pero es cierto que las zonas más conflictivas son los pisos de alquiler donde los individuos entran y salen con más frecuencia”, señala.

Foto: Las plagas de chinches se extienden en los bloques de viviendas de las grandes ciudades

Se coloca el traje protector y pregunta a la familia que reside en el domicilio cuál es la zona donde más abundan. “Siempre hay una habitación que es el origen del problema”, señala Paco, “se esconden en los enchufes, en los rodapiés, en los armarios e incluso en las campanas extractoras… para encontrarlos, buscas los excrementos, no los chinches en sí”. Salen los residentes del domicilio (una familia de seis personas) y, aunque otros productos tienen un tiempo de seguridad de 12 horas, el insecticida de Paco “no es peligroso una hora después de utilizarlo”.

placeholder Paco asegurándose de que funciona bien la boquilla. (A.F.)
Paco asegurándose de que funciona bien la boquilla. (A.F.)

Las plagas de los chinches de cama durante la primavera y el verano son un fenómeno común. Desde la empresa Rentokil Initial explican que el boom de estos insectos se está dando no solo en la Comunidad de Madrid, sino en todo el territorio nacional. Paco, por su parte, matiza que lo curioso es que, aunque normalmente las fumigaciones de chinches arrancan en el mes de abril y terminan en octubre, este año empezó en enero. ¿Por qué en 2022 estos insectos han decidido colarse antes en las casas madrileñas? “Estas cuestiones pueden darse por los bruscos cambios de temperatura que hemos tenido a lo largo de este año”, señala el vicepresidente de la Asociación española de Entomología, Jose María Hernández.

No obstante, hay que diferenciar entre una plaga y una explosión masiva de características ambientales. “Hace unos años, en Madrid hubo un incremento de chinches de cama ligados a los viajes y movimiento de personas de un sitio a otro y eso sí podía ser considerado una plaga”, continúa el experto. Sin embargo, y aunque la mayoría de los chinches de los domicilios son “de cama”, en ocasiones el problema viene porque los de campo encuentran refugio dentro de las viviendas por los cambios bruscos de temperatura durante este invierno y la bajada de grados repentina del mes de abril. “En cualquier caso, son en su mayoría inofensivos. Con los de cama sí hay que tener cuidado y desinfectar, pero no son muy peligrosos”.

Sin incidencias en espacios públicos

Si bien los profesionales del sector sí reconocen un repunte de infecciones este año, los espacios públicos no han sido el cobijo de estos insectos. Desde el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid indican que “no se ha apreciado ningún repunte significativo de problemas con chinches de cama en lo que va de año respecto al año anterior” basándose en casos comunicados a los departamentos de servicios sociales de los distritos y de actuaciones en edificios municipales.

placeholder Paco encontró uno de los insectos vivo durante la desinfección. (A.F.)
Paco encontró uno de los insectos vivo durante la desinfección. (A.F.)

En cualquier caso, desde el Consistorio recomiendan a los vecinos ponerse en contacto con especialistas del sector cuando se detecte la presencia de chinches y “no recurrir a tratamientos no profesionales”. Paco sabe mucho de esto último. Aunque los inquilinos de Valdebernardo han hecho todo lo posible por deshacerse de los bichos por su cuenta –han quitado incluso los rodapiés y han puesto silicona en su lugar–, nada ha sido suficiente para eliminarlos. “Después de 40 minutos de tratamiento, hay que volver a los 15 días para una segunda sesión". Y luego solo queda esperar, lavar toda la ropa a altas temperaturas y no obsersionarse con los picores.

“Nadie está a salvo de ellos, los ricos tampoco”, explica el dueño de la empresa fumigadora Kadem S.L. de camino a desinfectar una vivienda plagada de chinches en Valdebernardo. “He estado en todos los barrios, incluido La Moraleja”. Este hombre de 43 años originario de Bulgaria –y que se ha apodado así mismo como Paco– lleva casi dos décadas en el sector, pero estas dos últimas semanas atiende más de lo normal a las llamadas de los clientes interesados en hacer desaparecer los insectos de sus casas. Ese mismo día tiene otra desinfección similar en obarrio de la capital. “Los bichos están en todas partes, pero es cierto que las zonas más conflictivas son los pisos de alquiler donde los individuos entran y salen con más frecuencia”, señala.

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