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Nadie quiere oír hablar del 'tele cole': "Llevo 36 años en la docencia y estos dos han sido los más difíciles"
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¿otra vez clases online?

Nadie quiere oír hablar del 'tele cole': "Llevo 36 años en la docencia y estos dos han sido los más difíciles"

Desconcierto entre madres, padres, alumnos y la comunidad educativa. La mayoría quiere presencialidad y evitar la metodología online

Foto: Ya se puede pedir cita para vacunar a los niños a partir de cinco años. (EFE/Abel Alonso)
Ya se puede pedir cita para vacunar a los niños a partir de cinco años. (EFE/Abel Alonso)

Nadie sabe nada. La comunidad educativa desconoce si el 10 de enero volverán a las aulas o deberán retomar las clases online. Laura es madre de dos niñas de tercero y quinto de primaria del colegio público Maestro Padilla y presidenta del AMPA de su centro. Cuando se plantea volver al tele cole no puede evitar cambiar el tono. “No no no, por favor, nos viene fatal. A parte de que me parece una enseñanza insuficiente donde solo hacen trabajos, no me parece una solución en absoluto. Descuadra toda mi logística familiar. Habrá padres que trabajen en casa o no trabajen, pero yo no tengo dónde dejar a las niñas. ¿Con los abuelos, para que se infecten? Que no que no, el cole es insustituible”.

Los profesores van en la misma línea. Rosa Moreno es tutora de tercero de primaria del colegio Pinar de San José y afirma rotundamente que “vamos a volver sí o sí, nos guste o no. Somos un servicio esencial y tener a los niños en casa es un problema, los colegios no se van a cerrar y los profesores queremos trabajar presencialmente con buenos protocolos efectivos”.

Foto: Varios niños salen acompañados por sus padres del colegio. (EFE/David Arquimbau)

Las últimas semanas de colegio antes de las vacaciones de Navidad fueron complicadas. “Esos 15 días había contagios todos los días”, señala Moreno. Los alumnos se llevaron todo el material a casa “por si acaso”. Milagros Martínez, directora del colegio público Rufino Blanco y coordinadora covid del mismo, explica que “la incidencia en los colegios en los últimos días ha ido a mayores tanto en profes, familiares y alumnos. Tenemos todo preparado para una posible enseñanza online pero haciendo lo que nos dicta la sensatez porque las instrucciones de las administraciones competentes dejan bastante que desear”.

Martínez alega que “hay normas imposibles como que tengan que estar separados a metro medio haciendo educación física sin mascarilla. Respetar esa distancia no es factible y parece que educación va por un lado y sanidad por otro, pero se intenta gestionar la situación utilizando el sentido común”.

Nos estamos preparando para la posible vuelta a las clases en línea aunque no las queramos

Respecto al aumento de casos en las últimas semanas, las fuentes consultadas insisten en que echaron en falta unas instrucciones específicas. La directora confiesa que “me dio la sensación de que fue un poco de ‘venga, autogestionaros’, y así lo estamos haciendo. Nos estamos preparando para la posible vuelta a las clases en línea aunque no las queramos”.

¿Vuelta al Teams?

Se puede tener muy buena voluntad para dar una buena educación online, pero, ¿estamos realmente capacitados? “Yo soy de las mayores y es verdad que no se me da mal la tecnología, pero tengo compañeros que no están en la misma situación. Llevo 36 años en la docencia y estos dos últimos han sido los más difíciles de mi vida laboral”, confiesa Moreno.

"Llevo 36 años en la docencia y estos dos últimos han sido los más difíciles de mi vida laboral", dice Rosa

Con la iniciativa del profesorado - y de las familias-, han ido salvando la situación desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. José Luis Martínez, tutor de quinto de primaria del Colegio Ábaco, insiste en que “volver a las clases y a la rutina es esencial. Claro que estamos preparados para dar clases online, pero los niños con dificultades o necesidades educativas especiales pierden el hilo. El aula es fundamental”.

placeholder Alumnos haciendo fila con mascarilla y gel hidroalcohólico. (EFE/Marcial Guillén)
Alumnos haciendo fila con mascarilla y gel hidroalcohólico. (EFE/Marcial Guillén)

Se han creado diferentes aplicaciones para la educación a distancia pero las fuentes consultadas insisten en que cuando los niños no superan los 10 años es muy complicado. “No es que los docentes no estemos preparados, es que hay que respetar las franjas de edad y entender que hay metodologías que se pueden aplicar a estudiantes de secundaria pero no de primaria o infantil”, apunta Martínez. “Mis hijas tenían una hora de clase a la semana y el resto eran actividades, eso no es una educación”, apunta Laura del AMPA.

Hasta la fecha, si hay positivos en las aulas de infantil y primero y segundo de primaria, el confinamiento será obligatorio para todos los alumnos y docentes. A partir de tercero, solo se confinarán los contactos estrechos. “Es muy difícil calcular qué alumnos han estado más cerca de otros. Hay que elegir a quienes se sientan más cerca en clase y mandarles para casa y eso dificulta las tareas del profesorado”, apunta Martínez.

"Los profesores tienen que trabajar fuera de horario y no todos quieren", afirma Moreno

Los profesores deben atender a los alumnos presenciales y a los que están confinados. “Esto es un problema porque tienen que hacerlo fuera de horario y no todos están dispuestos. Por ejemplo, yo voy a dar clase a los que están en el aula y luego preparar toda la metodología para los que están confinados”, señala Moreno.

placeholder Uso de la tecnología en la enseñanza. (EFE)
Uso de la tecnología en la enseñanza. (EFE)

"Grabar las clases no es una opción porque “son niños pequeños. Yo tengo una hija en la ESO y aun así es complicado que se centre en las clases online, ¿cómo se va a concentrar un niño de 8 años?”, apunta. Además, Martínez explica que “habría problemas de protección de datos porque son menores de edad y no creo que fuera la solución al problema”, explica la directora del Rufino Blanco.

'What a week'

Para algunos este primer trimestre ha sido un calvario y el curso académico está siendo más duro que el anterior. El aumento de alumnos y profesores confinados dificulta la logística de trabajo. El colegio público Claudio Moyano no es muy grande; cuenta con 210 alumnos y 16 profesionales entre docentes y equipo directivo. El director del centro, Damián Quiralte, relata a este medio que “se me cae el mundo encima si me fallan más de cinco profesores porque me falta gente y no puedo juntar clases. Si hay que volver a las clases online unas semanas para relajar la situación, lo prefiero. Lo hacemos todo a través de Teams y aunque quedan cosas por pulir, estamos más que preparados para afrontar una situación así”.

A los niños ya no les hace tanta gracia la idea de “no ir al cole”

Otra de las problemáticas de la educación a distancia, además del esfuerzo de los docentes, son el desarrollo psicosocial de los niños. Las clases online trabajan el aspecto formal y académico de la educación pero el currículum oculto, como es la convivencia en el aula, se pierde. Para el desarrollo integral del niño esa interacción es fundamental. Rosa M. López, pedagoga especializada en niños hasta los 5 años, explica a El Confidencial que “la educación online me parece una medida transitoria y hay que acotarla al máximo. La interacción es fundamental y no tenerla desestructura la estabilidad emocional de los alumnos, además de que el rendimiento escolar baja”.

placeholder Medidas de seguridad en los colegios. (EFE/Enric Fontcuberta)
Medidas de seguridad en los colegios. (EFE/Enric Fontcuberta)

Con todo, a los niños ya no les hace tanta gracia la idea de “no ir al cole”. José Luis explica que “cuando nos reunimos la semana pasada y avisamos de que a lo mejor teníamos que volver a tener clases online, los alumnos se revelaban. Ya no era divertido, ese entusiasmo de no ir a clase ha desaparecido. Es necesario que vuelvan a las aulas, que interactúen entre ellos y se cuenten como han ido las vacaciones”.

"Niños congelados"

El esfuerzo de los profesionales educativos por mantener a los alumnos en grupos separados es evidente. Juntan a los mellizos y gemelos en las mismas clases por convivir juntos y dividen a los estudiantes en grupos reducidos para evitar el contacto. “Pero después del cole salen a jugar, ¿cómo no lo van a hacer? ¡Son niños!”, apunta Moreno, “y de las 36 aulas que hay en mi centro, si hay una baja de un profesor, puede ir a sustituirle cualquiera. Ahí ya no hay burbuja. A nosotros solo nos dan la baja si somos positivos nosotros, no si tengo algún caso en mis clases”, concluye.

Hay quienes se quejan de la baja temperatura en las aulas

Pero volver a las aulas también implica extremar precauciones. Distancia de metro y medio, lavado de manos, mascarilla y ventilación continuada. Hay quienes se quejan de la temperatura en las aulas. Los niños de los colegios pasan más frío que los hijos de Carlos Prieto en la cena de Nochebuena. “Están congelados. No sabes qué frío, todo el día con las ventanas abiertas en pleno diciembre”, explica la profesora a este medio. Recuerda que la vuelta al cole después de Filomena fue cuando peor lo pasaron. La directora de Rufino Blanco insiste en que “siempre hay que dejar una rendija abierta y eso es indispensable. En los recreos o intercambios de clase ya se abren las ventanas, pero nosotros mantenemos una ventilación constante porque si no es un peligro”. José Luis indica que “lo que hacemos es ir rotando a los alumnos que se sientan al lado de la ventana para que no se ‘pasmen’ de frío”.

placeholder Niños durante el confinamiento. (EFE/Xoán Rey)
Niños durante el confinamiento. (EFE/Xoán Rey)

¿Y qué pasa con el comedor? Los alumnos que no pueden ir a comer a casa son considerados como aquellos con mayor riesgo de contagio. En el Colegio Nuestra Señora de Fátima, en Almendrales, cada niño tiene su sitio adjudicado y deben bajar en fila separados por grupos. “Esa es la teoría. Hacemos todo lo que podemos, pero es que es imposible. Tenemos el patio dividido con vallas y somos 3 cuidando el comedor. A la que te despistas, ya está ‘jaimito’ jugando con ‘menganito’”, declara una educadora del colegio a este medio.

En la misma línea, los desayunos de otro colegio público del sur de Madrid se complican porque “intentamos sentarlos por clases y luego en el patio es casi imposible que no se mezclen. Hacemos lo que podemos, pero son niños”, explica Yaiza, una de las encargadas de ese turno. Quiralte destaca que “no podemos controlar que no se mezclen. Los contactos cercanos en clase son unos, en el comedor son otros y en el patio, todos con todos”.

La próxima semana se decidirán las medidas pertinentes

La directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Elena Andradas, ha explicado que “vamos a seguir monitorizando los casos y analizando los brotes”, adelantando que la mayoría de positivos se dan en niños no vacunados y que la próxima semana se decidirán las medidas pertinentes.

A partir de hoy, 29 de diciembre, desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se podrá solicitar cita para la vacunación de los niños a partir de cinco años y las primeras dosis comenzarán a administrarse a partir de mañana, 30 de diciembre.

Nadie sabe nada. La comunidad educativa desconoce si el 10 de enero volverán a las aulas o deberán retomar las clases online. Laura es madre de dos niñas de tercero y quinto de primaria del colegio público Maestro Padilla y presidenta del AMPA de su centro. Cuando se plantea volver al tele cole no puede evitar cambiar el tono. “No no no, por favor, nos viene fatal. A parte de que me parece una enseñanza insuficiente donde solo hacen trabajos, no me parece una solución en absoluto. Descuadra toda mi logística familiar. Habrá padres que trabajen en casa o no trabajen, pero yo no tengo dónde dejar a las niñas. ¿Con los abuelos, para que se infecten? Que no que no, el cole es insustituible”.

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