Detenido por ir en bicicleta por la M-30... con nueve patos escondidos en maceteros
El conductor fue interceptado por la policía local cuando descubrieron los animales que llevaba ocultos
La policía está acostumbrada a lidiar con todo tipo de circunstancias extrañas durante su trabajo, algo que en una gran ciudad como Madrid pasa con cierta frecuencia. Pero, pese a todo, siguen asombrándose cuando descubren algunas prácticas tan poco habituales como difíciles de explicar. El mejor ejemplo es lo que sucedía este martes 18 de mayo.
Una patrulla de la Policía Municipal de Madrid sorprendía a un hombre circulando en bicicleta por la M-30, una de las autopistas de circunvalación más transitadas de la capital. Los agentes le daban el alto ya que está prohibido entrar en esta vía en bicicleta, a no ser que sea en la zona norte al estar regulada con semáforos.
Agentes de la #USE recuperan 9 patos que portaba un ciclista en maceteros. Circulaba por #M30 y haciendo uso de auriculares. Gracias a @Brinzal se comprueba que se tratan de Anades Reales. Colabora la Unidad de #MedioAmbiente para su suelta en la casa de campo.#PMM #Pets pic.twitter.com/aXfNQib5rS
— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) May 18, 2021
El conductor de la bicicleta se enfrenta a una doble multa, primero por entrar en la autopista con un vehículo sin motor, lo que está prohibido, y, después, por utilizar auriculares, lo que tampoco se puede hacer durante la conducción. Sin embargo, lo que más sorprendió a los agentes es que transportaba tres maceteros de gran tamaño tanto en el sillín delantero como en las alforjas traseras.
Los policías destaparon los maceteros y ahí aparecieron nueve patos que estaban ocultos y que, supuestamente, habrían sido robados. Los agentes se pusieron en contacto con Brinzal, el Centro de Recuperación para Rapaces Nocturnas que opera en Madrid, y descubrieron que se trataba de nueve ejemplares de ánades reales.
Los patos resultaron ser nueve ejemplares de ánades reales
La policía detuvo al conductor de la bicicleta y pidió la ayuda de la Unidad de Medio Ambiente. Tal y como se puede ver en el vídeo que han compartido en sus redes sociales, los patos terminaron en el lago de la Casa de Campo, donde fueron soltados. La policía sospecha que el conductor pudo haberlos robado de ese mismo lugar.
La policía está acostumbrada a lidiar con todo tipo de circunstancias extrañas durante su trabajo, algo que en una gran ciudad como Madrid pasa con cierta frecuencia. Pero, pese a todo, siguen asombrándose cuando descubren algunas prácticas tan poco habituales como difíciles de explicar. El mejor ejemplo es lo que sucedía este martes 18 de mayo.