La rocambolesca adjudicación de Carmena al arquitecto de cámara del ayuntamiento

El sello de Luis Cueto en la empresa municipal Madrid Destino, 'la mano del rey' en el Palacio de Cibeles, comienza a sentirse ya tras su reciente asalto a la codiciada entidad después de la reestructuración decretada por Manuela Carmena. El procedimiento para adjudicar la construcción del pabellón de Madrid en la prestigiosa Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), con un presupuesto base de licitación de 60.000 euros, cuenta con buena parte de los ingredientes de la “experta gestión empresarial” que Ahora Madrid se propuso combatir tras su llegada a las instituciones.

Adjudicaciones "de autor" a dedo, presuntas redes clientelares y de intercambios de favores o gastos innecesarios son algunos de ellos. Pero también un rocambolesco proceso iniciado mediante un “encargo de autor” con fondos públicos, según admitía Cueto en una entrevista publicada por 'El Mundo', que luego es rechazado por los servicios jurídicos de Madrid Destino, quienes fuerzan una primera licitación. Esta queda desierta porque los dos candidatos que se presentan no cumplen con los pliegos de condiciones.

Se procede a licitar una segunda que gana, precisamente, el elegido previa e infructuosamente por “encargo de autor”, pero que acaba rechazando al no poder cumplir con los compromisos marcados y, finalmente, tras numerosas peripecias administrativas, se decide que, en lugar de licitación, la construcción y diseño del 'stand' sea una “donación” pagada por patrocinadores. Queda en el aire la ordenanza reguladora de patrocinios privados de actividades municipales.

Los nombres propios de esta historia con final feliz para sus protagonistas son los del mencionado Luis Cueto, el asesor Paco de Blas y el arquitecto, el del “encargo de autor”, Alberto Campo Baeza. ¿Qué une a estas tres personas? De Blas es asesor en la Coordinación de la Alcaldía, que dirige Cueto. Se le conoce como mano derecha del denominado “alcalde en la sombra”, quien lo nombra comisario general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. A su vez, el reconocido arquitecto Campo Baeza comparte una larga amistad con De Blas, a quien construyó su casa ya en el año 2000 (proyecto denominado 'casa de Blas') y a quien promocionó, durante su etapa al frente del Instituto Cervantes de Chicago, con una fastuosa exposición, en el año 2003, en el Crown Hall de Chicago.

El círculo del 'establishment bueno' no se cierra aquí. Asoman un cuarto personaje, el director de Comunicación del Ayuntamiento de Madrid, César de la Cruz, un quinto, el director creativo del Ayuntamiento, Ignacio Martínez, y hasta un sexto, el creativo de la agencia Viernes Pedro Vázquez. Esta subtrama del polémico 'stand' de Madrid en la FIL no desmerece a la principal en “experta gestión empresarial”, la definición del nuevo Madrid Destino según la defensa de la portavoz municipal, Rita Maestre.

El lema que se quiere para la FIL es el de 'Luz es más', el mismo de la muestra que De Blas montó al arquitecto Campo Baeza en Chicago

De la Cruz promueve y justifica la contratación del concepto gráfico de la imagen de Madrid en la FIL pese a las indicaciones del manual de operaciones de la feria. Este indica, textualmente: “La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es responsable de crear el concepto gráfico y de la difusión de la imagen del invitado de honor”; es decir, del consistorio madrileño. Pese a ello, De la Cruz decide adjudicar un contrato menor, sin obligación de licitar mediante concurso público, directamente al creativo Pedro Vázquez para desarrollar la imagen del 'stand'.

El elegido pertenece a una agencia a la que está vinculado muy directamente Ignacio Martínez. De hecho, fue su fundador en el año 2000 y trabajó en ella hasta su llegada al Ayuntamiento de Madrid. Las actuaciones que son realizadas de forma gratuita por la FIL son así encomendadas a un creativo de la agencia fundada por Martínez y por ellas se han facturado algo más de 4.000 euros.

El colofón a esta sombría peripecia administrativa no deja de ser llamativo, aunque poco original. Y es que el lema que se quiere promover en la FIL es el de 'Luz es más', el mismo que se utilizó para la muestra que De Blas montó al arquitecto Campo Baeza en Chicago ('Light is More') a través del Instituto Cervantes que dirigía.

La capitulación de Madrid Destino

La rocambolesca historia no ha gustado ni en la oposición, que ve cómo se consumen los plazos sin que haya avances en la organización de la feria, ni tampoco en el sector crítico del Gobierno municipal, que no esconde su asombro por el giro en la gestión de Madrid Destino, basado en una pretendida despolitización para pasar a gestionarse como una empresa al uso mediante "perfiles técnicos y expertos gestores". O lo que es lo mismo para los críticos con este cambio, el reflejo de la capitulación a la guerra cultural que Ahora Madrid comenzó a perder desde la destitución de Guillermo Zapata como edil de Cultura.

La portavoz de Cultura del grupo popular, Isabel Rosell, entiende que “es inadmisible que en abril, y tras haber declarado desiertas dos convocatorias públicas, Madrid Destino no haya conseguido todavía licitar el contrato para el diseño, montaje y desmontaje del 'stand' de Madrid en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara”. En esta línea, la edil del PP advierte de que “se está poniendo en peligro la imagen de Madrid en el exterior” y recalca su preocupación por “las declaraciones de Luis Cueto afirmando que no va haber ningún problema porque Campo Baeza, el arquitecto que no ha conseguido ganar el concurso y que tiene excelentes relaciones con su asesor, Paco de Blas, va a regalar el diseño del 'stand' al ayuntamiento”.

Esta empresa municipal es, además, una de las joyas de la corona del ayuntamiento, al manejar un presupuesto de más de 85 millones de euros al año, y es una herramienta central para políticas empresariales en el mundo de la cultura y el turismo. Los margenes de actuación se han estrechado, con Cueto a la cabeza, seguido de Antonio Fernández Segura, ex secretario general de la Energía durante la etapa del socialista José Montilla en el Ministerio de Industria, como consejero delegado y con el cese del edil Carlos Sánchez Mato como vicepresidente primero del consejo de administración para sustuirlo por un afín a la alcaldesa, el concejal Jorge Castaño.