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Cifuentes inicia la batalla para convencer en 6 meses a los 32.000 militantes 'aguirristas'
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no habrá congreso hasta después del verano

Cifuentes inicia la batalla para convencer en 6 meses a los 32.000 militantes 'aguirristas'

Cifuentes no quiere un congreso basado en compromisarios, sino que cada uno de los 94.000 afiliados tenga un voto. Sabe que aún debe lidiar con los rescoldos del 'aguirrismo'

Foto: Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre en una junta directiva regional
Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre en una junta directiva regional

Cristina Cifuentes ya manda en la gestora que dirige el PP de Madrid tras la renuncia de Esperanza Aguirre, y nadie duda de que en pocos meses mandará todavía más como presidenta del partido en la comunidad. Pero hasta que llegue ese momento le queda un largo camino por recorrer. La semana pasada Cifuentes presentó ya a su nuevo equipo (28 miembros) y comenzó pisando fuerte y marcando territorio: anunció la creación de un código ético, la realización de una auditoría económica para analizar la gestión de la anterior directiva, y la revisión de las normas del partido para apostar por la "transparencia, la eficacia y el compromiso". Sobre el papel suena bastante bien, pero el equipo de Cifuentes sabe que aún debe lidiar con los rescoldos del 'aguirrismo'.

No hay que olvidar que la estructura del partido se ha cimentado durante doce años bajo el puño de hierro de Esperanza Aguirre, "una herencia" como reconocen en el equipo de Cifuentes que hay que saber gestionar para cuando llegue el congreso regional que nombre a la nueva presidenta o presidente del partido, sillón en el que se quiere sentar Cifuentes. Una batalla que se quiere librar abriendo el partido a la militancia. La presidenta del Gobierno regional quiere que en ese futuro congreso cada afiliado tenga un voto, una propuesta a la que rápidamente se sumó Aguirre, y que ya se cumple cuando hay que elegir a los presidentes de los partidos en los municipios o en los distritos de la capital.

El artículo 27 del Estatuto Nacional del PP regula que la "convocatoria de los congresos regionales, provinciales o insulares deberá efectuarse dentro de los cuatro meses siguientes a la celebración del congreso nacional, salvo cuando el Comité Ejecutivo Nacional dispusiera en su caso lo contrario". Con el actual panorama político, la posible repetición de elecciones en junio, y un congreso nacional pendiente por celebrar, dirigentes de la nueva gestora madrileña apuestan que no habrá congreso regional hasta después del verano. Cifuentes tiene por tanto varios meses para ganarse a la militancia madrileña, 94.000 afiliados en total, de los que 32.000 están presididos por dirigentes locales y municipales "claramente aguirristas", según varias fuentes consultadas.

Hay miembros del partido que prefieren no hacer distinciones entre 'aguirristas' y 'cifuentistas' porque "la política suele ser mucho más pragmática" donde "las chaquetas se cambian rápidamente". Y ponen como ejemplo el malestar que en algunos sectores del PP ha generado la actitud de Juan Soler, presidente del PP en Getafe, cuando ofreció a Cifuentes su sede para dar la primera rueda de prensa al frente de la gestora. Soler, reconocido 'aguirrista' para muchos, fue alcalde de Getafe gracias al apoyo de Aguirre y ahora es diputado autonómico "gracias también al apoyo de Aguirre".

La llave de 17.900 millones

Hay cierto malestar entre los alcaldes populares porque ninguno está en el equipo de Cifuentes. Aunque todos saben que la presidenta regional tiene la llave de un presupuesto de 17.900 millones y por tanto la manija de la política de inversiones en los municipios. Pero Cifuentes busca integrar, no imponer, aseguran desde su equipo, y lleva ya varios meses visitando las agrupaciones de diferentes localidades, hablando con regidores y portavoces del partido que les ha tocado estar en la oposición, manteniendo encuentros con dirigentes regionales y pesos pesados, incluidos los 'aguirristas', y desarrollando una frenética actividad diplomática. En definitiva, intentando ganarse un partido donde la sombra de Esperanza Aguirre sigue siendo todavía bastante alargada.

Muchos concejales de Esperanza Aguirre controlan los distritos donde más militancia hay

Cifuentes quiere ganar la baza de la normalidad (lo lógico es que la presidenta de la Comunidad sea también la presidenta regional del partido), pero conduciendo a la organización hacia "una renovación en el fondo y en la forma". Las sedes estarán abiertas para que militantes, ciudadanos y simpatizantes vean un partido "humilde y cercano". De los 94.000 afiliados, 49.500 pertenecen a los 21 distritos de Madrid. Esperanza Aguirre es la jefa de la oposición en el Ayuntamiento de la capital y tiene a varios de sus concejales dirigiendo las agrupaciones en los distritos. Arganzuela (Jacobo Beltrán), Chamberí (Luis Asúa), Hortaleza (Inmaculada Sanz), Puente de Vallecas (Eva Durán), Salamanca (Íñigo Henríquez de Luna), Tetuán (Beatriz Elorriaga), Usera (Jesús Moreno) y Chamartín (Lucía Figar) son claramente 'aguirristas', aunque bien es cierto que Figar (imputada en el caso Púnica) tiene una estrecha amistad con Cifuentes. Estos ocho distritos suman 23.300 militantes.

Parece obvio que si Cifuentes es la única que se presenta al congreso regional el apoyo que recibirá será mayoritario. Otro cantar es si alguna otra facción del partido o alguien ligado a Aguirre con suficiente peso y carisma decide dar también el paso. Por el momento la quiniela es fácil: Cifuentes se va a presentar. Aguirre no lo va a hacer. Y a fecha de hoy no aparece en el horizonte ningún 'delfín' o 'ariete' de Aguirre que quiera asumir el papel de enfrentarse a la presidenta madrileña. Por mucho que algunos quieran poner ya sobre el tablero el nombre de algunas piezas. Antonio González Terol, alcalde de Boadilla del Monte (1.288 afiliados) y nuevo diputado nacional, ha tenido incluso que decir públicamente en Twitter que él no está en esta partida, cansado de que distintos medios le relacionen con esta posibilidad.

Como ya estoy cansado de rumorología, niego rotundamente las informaciones que dicen que quiero presentarme a presidir el @ppmadrid (1/2)

Entre los 20 municipios más poblados de la comunidad, descontando la capital, los presidentes de nueve agrupaciones locales tienen una fuerte vinculación con Esperanza Aguirre. Se trata de Alcorcón, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Majadahonda, Valdemoro, Parla, Rivas, Coslada y Las Rozas. Entre los nueve suman 9.000 afiliados. Sergio López dirige el PP de Fuenlabrada y ve un absurdo entrar en estos debates: "Yo tengo mucho que agradecerle a Esperanza porque apostó por mí, que soy de Fuenlabrada, para ser el candidato a la Alcaldía y para ser el presidente en el municipio. Pero yo soy del PP de Madrid y defenderé siempre sus intereses y de la dirección que esté en ese momento. Esperanza lo hizo muy bien y ahora Cristina lo hará muy bien. Ella también me apoyó cuando era delegada del Gobierno. No hay debate, solo reconocimiento a las dos".

"Aguirre ya es pasado"

Algunos dirigentes populares consultados aseguran que es difícil hacer cábalas y no aventuran una guerra entre 'aguirristas' y 'cifuentistas' por el control del partido. "Aguirre ya es pasado", señala un miembro del Gobierno regional. Otros en cambio vaticinan posibles sorpresas según se vayan sucediendo los acontecimientos. Lo que parece claro es que el destino del partido en Madrid está en manos de sus 94.000 militantes.

No obstante, hay que tener en cuenta que el número de militantes no está realmente actualizado (todos asumen que algunas bajas no han sido restadas), que solo podrán votar los que estén al corriente de pago de la cuota, que no todos acudirán a votar (en el partido rival las dos últimas consultas del PSOE han llevado a las urnas al 66% y al 51% de sus afiliados) y que "cada militante tiene sus propias ideas y sabrá lo que tendrá que elegir si en el futuro tiene más de un candidato para presidir el partido. No creo que esto vaya por cuotas de aguirristas o cifuentistas", explica un dirigente local.

De todos modos, Cifuentes sabe que tiene tiempo para ganarse a la militancia y para convencer a la dirección nacional que lo mejor es un congreso que destierre los compromisarios y permita que cada militante tenga su voto, como ya pasó en Baleares. De hecho, la Junta Directiva Nacional tiene la potestad de permitir congresos asamblearios. No obstante, los estatutos ya permiten cierta flexibilidad si se opta por los compromisarios para poder representar así al mayor número de afiliados. Hay compromisarios natos (todos los miembros de la Junta Directiva convocante del congreso y los miembros de su Comisión Organizadora en número no superior a 10) y electos. Estos últimos pueden ser, al menos, cuatro veces más que los natos, pero no se fija un límite por arriba, lo que abre mucho el abanico.

Cristina Cifuentes ya manda en la gestora que dirige el PP de Madrid tras la renuncia de Esperanza Aguirre, y nadie duda de que en pocos meses mandará todavía más como presidenta del partido en la comunidad. Pero hasta que llegue ese momento le queda un largo camino por recorrer. La semana pasada Cifuentes presentó ya a su nuevo equipo (28 miembros) y comenzó pisando fuerte y marcando territorio: anunció la creación de un código ético, la realización de una auditoría económica para analizar la gestión de la anterior directiva, y la revisión de las normas del partido para apostar por la "transparencia, la eficacia y el compromiso". Sobre el papel suena bastante bien, pero el equipo de Cifuentes sabe que aún debe lidiar con los rescoldos del 'aguirrismo'.

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