'Goliat' Masaveu contra David Silva: la cementera que empaña los intereses del futbolista en Gran Canaria

El futbolista David Silva prepara su retiro del mundo del balón para las próximas temporadas y entre partido y partido hay algo que no deja de darle vueltas a la cabeza: ¿cómo mantener el pulso a uno de los grupos económicos más poderosos de España sin salir lesionado? Aunque podría ser entrenador, ya ha ido perfilando su futuro con negocios regulados: una bodega gestiona por la sociedad limitada Piñero Rodríguez y un club náutico junto a Cordial Santa Águeda, beCordial Hotels & Resorts y la familia Del Castillo. Está ubicado en Arguineguín, sur de Gran Canaria, a un minuto caminando de una planta cementera que opera con la marca Ceisa, pero que es propiedad peninsular de la familia Masaveu y del grupo brasileño Votorantim. Silva y sus socios apuntan que el muelle que emplea la cementera caducó en marzo de 2020, cosa que comparten los partidos que desde este mes de julio gobiernan en Canarias: CC y PP, mientras el PSOE, la última legislatura, creó un fuera de juego adelantando la defensa indicando que es preciso encontrar una superficie útil que compense a la fábrica de un producto clave en la economía de las islas.

TE PUEDE INTERESAR

Alstom y Siemens se juegan en Canarias 3.850 M en trenes: la jugosa descarbonización

José L. Jiménez. Las Palmas de Gran Canaria

En marzo de 2009, Tenerife registró 40.818 toneladas de venta de cemento y Gran Canaria, 38.051 toneladas. En mayo de 2023, último dato oficial, 49.811,9 toneladas en todas las islas. En Canarias el negocio del cemento se lo reparten dos empresas: Votorantim y Corporación Masaveu. Votorantim es dueña de Cemento Teide, que tiene en Tenerife una planta de molienda, tras la compra de activos de Cemex en España. Teide es una marca nacida en 1949, es decir, en 2024 cumple 75 años. Por tanto, se trata de intereses estratégicos que nacieron en el régimen de Franco. Votorantim y Corporación Masaveu son socias en Cementos Especiales de las Islas (Ceisa), el mayor operador de Canarias, también surgido al calor de los salvoconductos del tardofranquismo.

En Canarias el cemento tiene ayudas de Estado: bombear este producto desde la Península o resto del mercado internacional tipo Portland, hidráulicos o Portland que no sea blanco, se encuentra sujeto al AIEM con un tipo impositivo del 5%. Además, en cada puerto debe existir alguien homologado con una concesión que lo recepcione. El tipo impositivo del IVA canario (IGIC) aplicable a la importación es del 2%. Se encuentran sujetas a arancel AIEM las importaciones con un 95% de clínker y el resto, hasta un 5%. Es decir: el mercado está en manos de pocos operadores que, como ocurre con negocios como la harina en las islas, tienen plantas de producción y redes de distribución con barreras fiscales a la competencia. Las cifras de negocio que hay, esas 49.811 toneladas de mayo de 2023, y sumado el coste del transporte, hace poco atractivo echar un pulso salvo en algunas grandes superficies para hacer bricolaje donde las marcas Teide, Drago Ceisa u Hormican no hayan querido entrar.

Y es aquí donde entra el futbolista de la Real Sociedad, el canario David Silva. Tras pasar por el Valencia y el Manchester City y ahora en el club vasco, quiere colocar sus activos financieros en la zona turística donde creció y se desarrolló deportivamente: Arguineguín, en el sur de Gran Canaria. En un lugar donde los Votorantim y Masaveu tienen una planta de producción de cemento, la joya de la corona del negocio del hormigoneo en las islas. Se trata de una planta que tiene su propio muelle de carga y descarga y, de acuerdo con la tesis del entorno de David Silva, la licencia de operaciones ha caducado.

El socio de conocimiento de Silva en este proceso es la cadena hotelera Cordial, que cuenta con el respaldo de la patronal turística de Las Palmas. Ceisa, que cuenta a su favor con el respaldo de los industriales canarios, defiende la planta. Si el negocio de Votorantim y Corporación Masaveu fuese a otro lado, por ejemplo el parque industrial de Arinaga (Agüimes) o Salinetas (Telde), la cantera para generar molienda tendría que soportar retrasos entre los 100 camiones diarios por autovía con el correspondiente sobrecoste por el aumento de emisiones contaminantes.

TE PUEDE INTERESAR

Cemento y crísis climática: cómo el material supremo calienta el planeta

Álvaro Hermida

El suelo de la cementera es propiedad de Ceisa pero el muelle, que es donde David Silva quiere desarrollar un puerto deportivo, es propiedad del Gobierno de Canarias, aunque lo hizo la cementera en los 50. Ceisa ha prometido inversiones para minimizar el impacto medioambiental de sus operaciones y pone de relieve que la crisis del covid pone de relieve que está dispuesta a ayudar en la reindustrialización de Canarias. El PSOE estuvo navegando a dos aguas con este asunto hasta principios de este 2023, que en las islas es muy sensible, con una prórroga tácita hasta que se encuentre suelo alternativo. La alcaldía estaba en manos del PSOE hasta el pasado 17 junio y la entonces regidora de San Bartolomé de Tirajana, Concepción Narváez, defendía la planta de Ceisa "y la parte emotiva de la mayoría de los vecinos de este municipio".

El cambio de gobierno en Canarias ha cogido al PSOE con el pie cambiado porque sus socios locales de Podemos han desaparecido. Llega ahora CC al poder en las islas y al sur de Gran Canaria por la vía municipal de la mano del nacionalista ortodoxo Alejandro Marichal. El secretario insular de Coalición Canaria en Gran Canaria, Pablo Rodríguez, criticó el 22 de octubre de 2022 que “el PSOE ha condenado el desarrollo sostenible de Gran Canaria para los próximos 30 años dando prórroga a la cementera de El Pajar”. Para el nacionalista, ha dejado claro que supuso "un palo muy duro para la isla” y señaló: "el Gobierno de Ángel Víctor Torres ha antepuesto los intereses de una empresa de capital extranjero a los empleos y el futuro del turismo en Canarias".