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Darias quiere mejorar la vida de la gente (y de Sánchez)
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Una de las pocas alegrías socialistas

Darias quiere mejorar la vida de la gente (y de Sánchez)

Los cuatro años que tienen por delante se verán condicionados por lo que pase el veintitrés de julio. Habrá que esperar. Poco. Muy poco. Nada

Foto: Carolina Darias, en la toma de posesión como alcaldesa. (EFE/Ángel Medina)
Carolina Darias, en la toma de posesión como alcaldesa. (EFE/Ángel Medina)
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Este equipo de gobierno buscará mejorar la vida de la gente —palabra de alcaldesa y exministra de Sanidad, Carolina Darias—. Aunque no lo dijo, bien pudo Carolina Darias completar su sentencia yendo un poco más allá, y, sentenciando, confesar que quiere mejorar la vida de la gente y de paso mejorársela también a su presidente, candidato y secretario general, Pedro Sánchez. Tenemos que ganar el futuro —proclamó la alcaldesa— y lo tenemos que hacer desde el presente. El mapa de capitales de provincia que este fin de semana recorre el país muestra un retroceso (notable, difícilmente disimulable) del rojo que localiza a los ayuntamientos donde gobernará el PSOE.

No es el caso de Las Palmas de Gran Canaria, donde la exministra, apoyándose en Nueva Canarias (NC) y en la concejal que sobrevivió al desplome de Podemos ha logrado salvar los muebles y celebrarlo —con guiño musical aderezando el momento— acompañado por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en un teatro Pérez Galdós adaptado para la causa. Tampoco faltó a la cita el presidente en funciones del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres. Dónde pasar si no el sábado por la mañana, dónde mejor que en Las Palmas de Gran Canaria, convertida por el PSOE en la plaza donde hoy merecía la pena estar.

La alcaldesa ha recalcado que el acuerdo de gobierno está basado en un profundo conocimiento de la ciudad. En un diagnóstico certero —ha dicho—. Ha estado fuera, en Moncloa, un buen tiempo, pero no le ha pasado factura electoral. Lo suyo era cuestión de honor. La constitución de los ayuntamientos materializa un ceremonial que con las elecciones generales doblando la esquina adquiere mayor relevancia, dimensiona, anuncia y da pistas de lo que se les viene encima a unos y otros, para bien, mal o peor. En las filas socialistas han saltado al césped del veintitrés de julio sintiéndose perdedores, y son plenamente conscientes de que cuando piensas, hablas, respiras y te comportas como perdedor, lo inmediatamente siguiente es perder. De ahí que necesiten oxígeno, triunfos parciales, plazas ganadoras, ayuntamientos teñidos del color propio, aires de remontada, Carolina, Darias.

Cuando un ministro o ministra deja de serlo porque se le encomienda ganar una batalla autonómica o municipal, lo que está en juego no es solo el tirón del candidato, también se mueve sobre el tapete el prestigio (o desprestigio) del Consejo de Ministros, luego, del Gobierno. Tampoco en Canarias le fue bien a los socialistas. A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, cuando una carambola de raíces cuadradas desalojó a los nacionalistas de las instituciones, esta vez la suerte no ha sonreído al PSOE. En algunos municipios han retrocedido, puede que no mucho, pero lo suficiente para que otros sumen más y conformen mayorías tan nacientes como alternativas.

Han ganado en muchas plazas en las que no gobernarán, les han fallado sus compañeros de viaje —los morados, en buena medida—. Han ganado pero perdido el Gobierno. Han ganado pero perdido muchos ayuntamientos. Ganaron perdiendo. Con excepciones, claro. Vencieron en las ciudades de la co-capitalidad, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, pero solo gobernarán en la segunda, donde Darias ha dado una alegría a Sánchez, de las escasísimas que el veintiocho de mayo dejó en herencia al candidato a la reelección.

No lo ha tenido sencillo la exministra. Aterrizar en tu ciudad en esa condición suma y resta, da y quita, una cosa y la contraria. Cuando empiezas una campaña electoral recién salida de Moncloa sales a pista con un índice de conocimiento estratosférico, insuperable —qué decir si has estado al frente del Ministerio de Sanidad coincidiendo con la pandemia que le tocó a esta generación—. Claro que, depende. Conocimiento y buena valoración no son almas gemelas. A veces no van de la mano, por ejemplo si el Ejecutivo del que has formado parte no goza de buena salud en las encuestas. Tampoco remas con la corriente a favor cuando lejos de territorializar la campaña —dejando que los candidatos regionales o municipales recuperen el espacio perdido— tu secretario general opta, equivocadamente, por alimentar la idea de que lo de mayo eran unas primarias.

Foto: Carolina Darias, en una vista en Logroño cuando todavía era ministra de Sanidad. (EFE/Raquel Manzanares)

No acaban aquí las vulnerabilidades a las que se ha enfrentado, quien a partir de hoy será alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria. Pocas ciudades son tan dadas a dar volantazos como la suya, perfectamente capaz de pasar de gobiernos del PP al PSOE o viceversa, sin apenas pestañear. Aun así, la exministra ha conseguido mostrar hoy el bastón de mando en el salón de plenos de la corporación que gobierna la ciudad más poblada del archipiélago. Ella feliz. Pedro Sánchez también. No le sobran al secretario general municipios de las grandes ligas donde presumir de alcalde o alcaldesa.

Tampoco lo ha tenido sencillo la exministra para cerrar el pacto que le garantiza mayoría y gobernabilidad. Ha costado. No consiguió amarrar el acuerdo con Nueva Canarias y Podemos hasta el martes pasado. Los socios no se lo han puesto fácil. Han salido a la luz anunciándose como un baluarte de progreso frente a las políticas de retroceso y de la derecha que avanzan en otras partes del país —fin de la cita—.Se han presentado, una vez firmado el pacto, como la resistencia, dique de contención del giro a la derecha que desprende el veintitrés de julio (dando por hecho que no ganarán las izquierdas). Ocho áreas. Presidencia, Hacienda y Modernización, Urbanismo y Vivienda, Bienestar Social, Saludable y Deportivo, Educación, Cultura, Deportes, Coordinación Territorial, Carnaval, Fiestas, Aguas, Seguridad y Emergencias para la exministra —ya alcaldesa— y su equipo. Así, de primeras, la tentación es preguntarse qué dejó para sus socios. Poco. Desarrollo Económico, Accesibilidad y Litoral para Nueva Canarias. Desarrollo Estratégico y Energía para los morados —en singular, en este caso, con una sola concejal—. Caso cerrado. A gobernar. Será con los ministerios teñidos de rojo o azul, ya se verá.

Hoy en Canarias se han constituido las corporaciones municipales con el pacto Coalición Canaria-Partido Popular en el Gobierno autonómico aterrizando en muchos (muchísimos) ayuntamientos. No les será indiferente el resultado de las elecciones generales. Sabe la exministra, y saben los equipos de gobierno municipales que hoy celebran sus primeras horas, que los cuatro años que tienen por delante se verán condicionados por lo que pase el veintitrés de julio. Habrá que esperar. Poco. Muy poco. Nada.

Este equipo de gobierno buscará mejorar la vida de la gente —palabra de alcaldesa y exministra de Sanidad, Carolina Darias—. Aunque no lo dijo, bien pudo Carolina Darias completar su sentencia yendo un poco más allá, y, sentenciando, confesar que quiere mejorar la vida de la gente y de paso mejorársela también a su presidente, candidato y secretario general, Pedro Sánchez. Tenemos que ganar el futuro —proclamó la alcaldesa— y lo tenemos que hacer desde el presente. El mapa de capitales de provincia que este fin de semana recorre el país muestra un retroceso (notable, difícilmente disimulable) del rojo que localiza a los ayuntamientos donde gobernará el PSOE.

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