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La apuesta de UK por la energía de las mareas impulsa el proyecto gallego Magallanes
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La apuesta de UK por la energía de las mareas impulsa el proyecto gallego Magallanes

La empresa de Redondela (Pontevedra) se adjudica contratos en Gales y Escocia que elevan su capacidad de producción

Foto: Turbina mareomotriz de Magallanes Renovables. (Cedida)
Turbina mareomotriz de Magallanes Renovables. (Cedida)

Cuando cae la noche y el viento amaina, las energías solar y eólica decaen y el gas recobra todo el protagonismo. Es uno de los principales factores que juegan a favor de la mareomotriz, pero no el único. Su menor impacto paisajístico y la densidad del agua, muy superior a la del aire, le confieren una situación de privilegio en el campo de las renovables. "Es claramente la energía del futuro", sentencia Alejandro Marques, CEO de Magallanes Renovables, la empresa gallega creada en 2009 para explotar la fuerza de las mareas. Dos nuevos contratos de producción con el Reino Unido confirman que 14 años de esfuerzo en I+D comienzan a dar sus frutos.

En aquel 2009 comenzó a hacerse realidad el sueño del padre de Marques, Adriano Marques de Magallanes, un empresario vigués que intuyó las enormes posibilidades que se abrían en torno a la energía obtenida de los cambios periódicos del nivel del mar. Su tenacidad le permitió adentrarse en un campo en el que operaban gigantes como Rolls-Royce y Siemens, que fracasaron con su apuesta por el anclaje de aerogeneradores en el lecho marino. "Eran sistemas carísimos y de complejo mantenimiento, porque requieren sacar periódicamente los aparatos del agua". La empresa gallega ideó un modelo más económico y sencillo, consistente en colgar los rotores de una gran barcaza flotante anclada al fondo del mar. Ahora, Magallanes se encuentra en el selecto grupo de compañías punteras de la mareomotriz.

A diferencia del sol y el viento, las mareas son absolutamente predecibles, por lo que el suministro siempre está garantizado

Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, el potencial de las mareas en el mundo ronda los 1,2 millones de megavatios al año, un 7,5% de toda la energía mundial. "Explotamos un recurso muy potente que produce muchísima energía, con unas características que la convierten en la renovable de base del futuro", explica el máximo responsable de la compañía afincada en Redondela. A diferencia del sol y el viento, las mareas son absolutamente predecibles, por lo que el suministro siempre está garantizado. Una plataforma instalada en aguas escocesas en 2019 como prototipo no tardaría en producir de forma regulada. La empresa acaba de salir favorecida de la última subasta energética de Reino Unido, al lograr permisos para una nueva plataforma escocesa y otra en Gales.

Los acuerdos logrados en el Reino Unido son contratos a largo plazo diseñados para respaldar programas de energía renovable. Proporcionan una tarifa fija de 15 años, lo que supone un apoyo y una estabilidad esenciales para proyectos innovadores. El de Gales está ubicado en el yacimiento mareomotriz de Morlais, donde Magallanes instalará dos plataformas de 1,5 megavatios, tres en total, que se suman a los seis conseguidos en la ronda del año pasado. El de Escocia se desarrollará en un emplazamiento gestionado por el Centro Europeo de Energía Marina (EMEC), donde se instalarán otros 1,5 MW. "Serán en total 4,5 megavatios de una energía limpia y predecible, que contribuyen a un futuro más ecológico y sostenible".

El CEO de la empresa redondelana está convencido de la viabilidad de una energía con un enorme potencial, pero todavía cara y, por lo tanto, necesitada de incentivos y contratos a largo plazo. "No podemos generar al precio del pool porque somos más caros todavía, estamos empezando. El contrato de Reino Unido nos garantiza un precio estable para que toda la energía que generemos en los primeros 15 años nos la paguen con un premium. Así fue cómo se desarrollaron los sectores eólico y solar", precisa Marques. "Estamos en los inicios de esta industria, en el paso al desarrollo comercial".

"Para ser totalmente renovables no basta con instalar más paneles solares y aerogeneradores en los montes"

Magallanes y el resto de empresas del sector no contemplan la mareomotriz como competencia de las energías solar y eólica, sino como complemento. "Para ser totalmente renovables, que es el objetivo energético global, no basta con instalar más paneles solares y aerogeneradores en los montes, porque de noche y sin viento, de repente hace falta energía, y por eso se tira del gas. Cuanto más diversificados estemos, menos gas se necesitará falta para suplir esos gaps", ilustra.

Las perspectivas son tan jugosas que el proyecto de Magallanes se vio empañado por las diferencias con su socio inicial, el astillero vigués Francisco Cardama S.A., con el que accedió a una subvención del Centro para el Desarrollo Técnico Industrial (CDTI) de 1,9 millones de euros para la construcción del primer trimarán para la mareomotriz. El litigio comenzó en 2013 y no se resolvió hasta cinco años más tarde, cuando los juzgados de Vigo dictaminaron a favor de Cardama, que se descolgó definitivamente del proyecto. Durante todo ese tiempo, la maquinaria estuvo amarrada en Vigo y no pudo ser empleada como prototipo, lo que no impidió que Magallanes Renovables siguiera con sus planes adelante.

Galicia es una de las regiones con mayor potencial para generar energía eléctrica a partir del movimiento de las olas del mar

Pese a la crisis con Cardama, un histórico de los astilleros vigueses, el desarrollo de la mareomotriz se ve con esperanza en el siempre delicado sector naval. Según cálculos de Magallanes, la capacidad de producción de todas las fábricas navales de Galicia no alcanzaría para la construcción de un parque de 200 plataformas. "Es la primera vez que Galicia está aportando un proyecto de tecnología para aprovechar la energía de las mareas en otras áreas del mundo y que no prevé la explotación de recursos naturales gallegos", señala la empresa.

Al contrario que Reino Unido, España carece de centros tecnológicos dedicados a la energía de las mareas. "Hemos intentado avanzar en este sentido en España, pero va mucho más lento, esperamos que los éxitos en el extranjero nos ayuden a progresar en este sentido", puntualiza Marques. Aunque, eso sí, se trate de una energía sin especial potencial productivo en nuestro país: "En toda la península, únicamente tiene sentido en el Estrecho de Gibraltar".

Sobre ese extremo no hay consenso. Según el proyecto europeo LifeDemoWave —un consorcio del que formaron parte la Universidad de Vigo, el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar) y dos empresas—, Galicia es una de las regiones con mayor potencial del mundo para generar energía eléctrica a partir del movimiento de las olas del mar, con entre 30 y 35 kilovatios por cada metro de frente de ola.

Cuando cae la noche y el viento amaina, las energías solar y eólica decaen y el gas recobra todo el protagonismo. Es uno de los principales factores que juegan a favor de la mareomotriz, pero no el único. Su menor impacto paisajístico y la densidad del agua, muy superior a la del aire, le confieren una situación de privilegio en el campo de las renovables. "Es claramente la energía del futuro", sentencia Alejandro Marques, CEO de Magallanes Renovables, la empresa gallega creada en 2009 para explotar la fuerza de las mareas. Dos nuevos contratos de producción con el Reino Unido confirman que 14 años de esfuerzo en I+D comienzan a dar sus frutos.

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