La eólica se lanza a la mar en busca de más viento y menos emisiones

Junto con el sol, el viento es uno de los principales recursos renovables en la lucha contra el cambio climático. Gracias a la energía eólica instalada en nuestros macizos y cordilleras, en España generamos el año pasado el 22,2% de nuestra electricidad totalmente libre de emisiones.

Ahora, para aumentar esa cuota, los aerogeneradores buscan complementar a los terrestres y dar el salto al mar gracias al borrador de la Hoja de Ruta de la Eólica Marina y de las Energías del Mar en España que abrió a consulta pública durante el mes de julio el Ministerio para la Transición Energética y Reto Demográfico.

Los objetivos que propone el borrador son, para 2030, alcanzar entre 1-3 GW de eólica marina flotante y hasta 60 MW de energías del mar

Según el Anuario Eólico 2021 de la Asociación Empresarial Eólica, somos el segundo país europeo y el quinto mundial en eólica terrestre, con 27,2 GW. En paralelo, en Europa se instalaron 14,7 GW de nueva potencia en 2020, 2,9 GW de los cuales fueron marinos en aguas europeas. En total, la Unión Europea contó ese año con 220 GW eólicos onshore (terrestres) y offshore (marinos).

Con ellos generaron 458 TWh de electricidad con los que se podrían haber cubierto la demanda de 74 millones de hogares de la UE (o el consumo de 170 millones de europeos). Además, señalan desde la AEE, se evitaron la emisión de 271 millones de toneladas de CO₂ a la atmósfera.

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En suma, la eólica marina europea cuenta hoy en día con un total de 25 GW (España tiene más eólica terrestre instalada que toda la marina en la UE). Sin embargo, y por el momento, España no tiene eólica marina en fase comercial, solo algunos prototipos en laboratorios de pruebas tecnológicas dentro áreas acotadas para el ensayo en Canarias, Euskadi y Cantabria.

Aerogeneradores con soportes flotantes

Y es que el potencial de viento es bastante elevado en nuestras costas, incluso siendo uno de los países más montañosos de Europa. El análisis realizado por Global Wind Energy Council para España sobre el potencial de la eólica marina establece una capacidad de hasta 219 GW; 12 GW con base fija (profundidad menor a 50 metros) y 207 GW con soporte flotante (profundidades de 50 a los 1000 metros).

Además, señala a las regiones de la Costa Brava, las costas próximas al estrecho de Gibraltar y la Costa da Morte como las que disponen de la mayor ratio de velocidad/constancia del viento horizontal; un total de más de 6.000 kilómetros de costa con recurso eólico firme, abundante y aprovechable.

España entra en la carrera mundial

Los análisis evidencian la poca notoriedad y el temprano periodo de desarrollo en la instalación de la eólica marina en el que se encuentran Europa en general y España en particular. Pero el futuro se vislumbra diferente. Eso es por lo menos lo que busca el Gobierno de España; empezar a meter marchas en la carrera global por la eólica marina y situar a España a la vanguardia de esta tecnología.

Por esta razón publicó el borrador de la Hoja de Ruta para el Desarrollo de la eólica Marina y de las Energías del Mar en España. El documento contiene 20 líneas de actuación que pretenden situar a nuestro país a la cabeza en investigación y potenciar la industrial nacional para el abastecimiento de suministros a toda la cadena de valor asociada a escala global. Conjuntamente, también pretende un lanzamiento con un despliegue ordenado de las tecnologías instaladas en la costa.

Los objetivos que propone el borrador son, para 2030, alcanzar entre 1-3 GW de eólica marina flotante y hasta 60 MW de energías del mar, en fase precomercial (olas y mareas). Un objetivo relativamente bajo, pero que se enmarca en el hecho de que la solución actual más rentable a nivel comercial es la cimentación fija en un lecho marino poco profundo. Es un calado que no abunda en las costas españolas, puesto que disponemos de la mayoría de los kilómetros de costas con profundidades mayores a los 50 metros óptimos.

En cambio, lo que busca impulsar la Hoja de Ruta, más allá de la mera instalación, es convertir a España en un Hub de la industria eólica. El objetivo es crear un polo de innovación europea y proporcione soluciones de I+D a lo largo de toda la cadena de valor, exporte tecnología pionera y genere empleo de calidad en un mercado de futuro. Para potenciarlo a corto plazo se activarán al menos 200 millones de fondos públicos entre 2021 y 2023 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

¿Mejor en la montaña o en el mar?

Ahora bien, ¿existe mucha diferencia entre unos aerogeneradores anclados a tierra o flotando en el mar? La respuesta es sí, sobre todo en la construcción, durante la operación y en las tareas de mantenimiento por la erosión y la capacidad corrosiva del agua.

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Es una de las principales dificultades de la eólica marina, ya que su construcción se realiza bajo unas condiciones estrictas de seguridad y con medios logísticos muy especializados. Además, con un acceso durante el periodo de operación más complicado, hace que se necesite una mayor fiabilidad de los equipos y resistencia de los materiales.

Es más, su capacidad de traslado se facilita gracias al uso de grandes buques, mientras que la de los aerogeneradores terrestres se realiza en camiones que tienen que ascender por caminos sinuosos hacia las cimas. Esto permite que los aerogeneradores marinos tengan una potencia unitaria entre los 10 MW y los 15 MW, mientras que en tierra firme suelen rondar los 5-8 MW. Un salto para crear una nueva industria innovadora, rentable y sostenible.