Una mujer se libra de una multa de tráfico porque el cartero se la entregó a una vecina
Aunque la persona que recibió la documentación era familiar de la sancionada, "no reside en su vivienda", por lo que no hay constancia de que hiciese llegar la misiva a la destinataria
Una ciudadana se ha librado del pago de una multa de 1.200 euros porque el cartero entregó la carta certificada del Ayuntamiento a una vecina. Ha ocurrido en Galicia, concretamente en Vigo. Según explica La Voz de Galicia, la mujer argumentó que no le entregaron la misiva, por lo que no se enteró de la infracción. La persona a la que el empleado del servicio postal entrego la notificación, era una familiar, pero residía en otra vivienda del mismo inmueble.
El juez considera que la notificación se hizo sin cumplir la normativa y es que "en ningún caso se contempla que una notificación pueda ser entregada a un vecino", expresa el magistrado del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 en la sentencia. Aunque la persona que recibió la documentación era familiar de la sancionada, "no reside en su vivienda y no hay constancia de que esa receptora hiciese llegar la misiva a la destinataria, siendo la administración a la que incumbía esta circunstancia, toda vez que la entrega de la carta se había llevado a cabo de modo contrario a lo establecido por la normativa reguladora", dice el juez.
La infracción originaria era por un exceso de velocidad cometida el 7 de octubre de 2020. Un radar ubicado a la altura del número 61 de la avenida de Beiramar captó el vehículo de la mujer a 88 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima establecida en esta vía es de 50. El Concello hizo un requerimiento a la propietaria del coche para que identificara a la persona que lo conducía en el momento en el que se cometió la infracción. Ante la falta de respuesta, la Administración local incoó un nuevo expediente sancionador, esta vez por la infracción de no haber identificado verazmente al conductor.
Una justificación "razonada y razonable"
La multa se elevaba así 1.200 euros, tres veces más de lo que hubiera tenido que pagar por el exceso de velocidad. La mujer presentó entonces un escrito de alegaciones en el que indicaba que nunca había llegado a recibir el requerimiento de identificación. El servicio postal había entregado la carta certificada a una familiar que residía en otra vivienda del inmueble y no se la había hecho llegar. Solicitaba que se le diese la oportunidad de identificar al conductor en el momento de detectarse el exceso de velocidad. El Concello no acogió esta reclamación y le impuso la multa. También desestimó el recurso de reposición que presentó.
El juez indica en la sentencia que una de las obligaciones del propietario consiste en facilitar a la administración la identificación del conductor, pero también entiende que la mujer no respondió al requerimiento que se le dirigió con una justificación "razonada y razonable". La carta certificada con acuso de recibo la podía haber recogido en el domicilio cualquier otra persona, o bien el servicio postal intentar la notificación en otro momento. Por ello, el juez condena al Concello a devolver a la demandante el dinero que pagó con intereses y las costas del juicio.
Una ciudadana se ha librado del pago de una multa de 1.200 euros porque el cartero entregó la carta certificada del Ayuntamiento a una vecina. Ha ocurrido en Galicia, concretamente en Vigo. Según explica La Voz de Galicia, la mujer argumentó que no le entregaron la misiva, por lo que no se enteró de la infracción. La persona a la que el empleado del servicio postal entrego la notificación, era una familiar, pero residía en otra vivienda del mismo inmueble.