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La contaminación del material quirúrgico cuestiona al hospital semiprivado de Vigo
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UNO DE LOS PROYECTOS ESTRELLA DE FEIJÓO

La contaminación del material quirúrgico cuestiona al hospital semiprivado de Vigo

Un misterioso polvillo que resultó ser óxido de aluminio obliga a suspender desde hace una semana cientos de operaciones sin que se le encuentre solución

Foto: Hospital Álvaro Cunqueiro. (Google Maps)
Hospital Álvaro Cunqueiro. (Google Maps)

Muchos son los frentes de Alberto Núñez Feijóo en Vigo, una ciudad que se resiste al todopoderoso PP de Galicia, pero quizás el más doloroso para el presidente de la Xunta sea el hospital Álvaro Cunqueiro. Vendido como el proyecto estrella de su largo mandato, el centro sanitario, ejecutado mediante un modelo de colaboración público-privada, no para de darle disgustos. A él y a la población sanitaria viguesa, por encima del medio millón de habitantes, que ahora ve cómo cientos de operaciones quirúrgicas son aplazadas por la aparición de un misterioso polvillo en el material quirúrgico que resultó ser óxido de aluminio.

El caso se desencadenó el 12 de abril, y provocó la paralización de los quirófanos por iniciativa del personal médico y la anulación, solo esa jornada, de decenas de operaciones. Se hablaba entonces de “posibles problemas en la esterilización del instrumental” y de “partículas blancas” detectadas en los contenedores de aluminio en los que se transporta el instrumental esterilizado, que se remitieron a un laboratorio especializado en metales y que también fueron analizadas por la empresa suministradora de los mismos. No tardó en conocerse que era óxido de aluminio lo que impregnaba el material, producto de la degradación de los componentes con que están hechos los recipientes. Más de una semana después, el hospital no ha sido capaz de encontrar una solución y se siguen aplazando decenas de operaciones cada día.

placeholder Foto cedida por Vigoe.
Foto cedida por Vigoe.

No fue el Servicio Galego de Saúde (Sergas) ni la dirección del hospital quienes informaron de lo que sucedía con el material quirúrgico, sino la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras de Vigo, dos meses después de que el personal de esterilización se percatara de los primeros casos, en los que la limpieza se realizó con trapos. CCOO consideró inadmisible “una situación que se viene repitiendo con más frecuencia de lo deseado”, y recordó que el caso supone un serio problema para las listas de espera en una zona sanitaria que, además de ser la más numerosa de Galicia, también soporta, con diferencia, la mayor demora para operaciones quirúrgicas de toda la comunidad autónoma.

En ese ambiente de deterioro de la sanidad pública gallega, especialmente notable en Vigo, fue como se puso en marcha en 2015 un hospital polémico desde su inicio, ya que Feijóo empleó un sistema de financiación por el que las obras fueron costeadas por un operador privado, que desde la inauguración del centro y durante lo siguientes 20 años cobra un canon anual de 72 millones de euros y explota los servicios no sanitarios. Para la oposición y para el alcalde de Vigo, Abel Caballero, fue una privatización encubierta. Así lo respaldaron las más de 200.000 personas que salieron a la calle para protestar contra el nuevo hospital en una histórica manifestación hace dos años y medio.

Al éxito de aquella convocatoria contribuyó la indignación por la aparición de Aspergillus en pleno proceso de traslado de pacientes del viejo hospital al Álvaro Cunqueiro, que obligó a interrumpirlo durante semanas. Pese a que la entonces 'conselleira' de Sanidad negó la aparición del fatídico hongo, que puede resultar mortal para pacientes inmunodeprimidos, finalmente se vio obligada a admitirlo en el Parlamento de Galicia y fue destituida meses después por Feijóo. Pero no fue el único inconveniente de una apertura gradual repleta de incidencias, como goteras en pasillos y aparcamiento, defectos constructivos, desprendimientos en el falso techo, ausencia de ventilación en almacenes de productos tóxicos y hasta ratones correteando entre los enfermos, mientras las resonancias se hacían en un camión aparcado en el exterior.

La oposición culpó a la Xunta de precipitar el traslado antes de que el hospital estuviera completamente listo con el objetivo de que la concesionaria pudiera comenzar a cobrar el canon, y de hecho el Aspergillus se vincula a las obras que todavía se ejecutaban en una parte del hospital mientras en la otra ya se admitían enfermos y se realizaban operaciones quirúrgicas.

La nueva crisis se está prolongando más de lo que calculaba la dirección. Más de una semana después de que se suspendieran las primeras operaciones

La nueva crisis en el Álvaro Cunqueiro se está prolongando más de lo que inicialmente calculaba la dirección del centro. Más de una semana después de que se suspendieran las primeras operaciones, los técnicos aún desconocen la causa por la que aparecen las partículas de óxido de aluminio en el material quirúrgico. Varios cientos de las cajas que lo contienen han sido retiradas, mientras el Sergas aplaza su reposición hasta que se revisen una por una todas las disponibles, ya que no todas están contaminadas.

Son casi 2.000 los contenedores bajo sospecha, cuya revisión realiza la central de esterilización del hospital, encargada también de suministrar material limpio a los quirófanos. De momento, han sido revisados menos de la mitad, y de ellos casi el 70% está contaminado. Comisiones Obreras ha pedido que se contrate nuevo personal para esterilización, ya que el actual está “desbordado” por el trabajo pendiente y ha tenido que ser reforzado con trabajadores de quirófano. También ha exigido una “investigación a fondo” para conocer las causas de la contaminación y desde cuándo se produce.

CCOO ha pedido que se contrate nuevo personal para esterilización y una "investigación a fondo" para conocer las causas

El hospital anunció inicialmente que ponía en marcha el procedimiento para la adquisición, por la vía de urgencia, de las cajas necesarias para sustituir a las descartadas, pero días más tarde pospuso la compra hasta que sean revisados todos los contenedores y se conozca el número de los que deben ser sustituidos, “para elaborar el pliego de prescripciones técnicas para la licitación”, explica el Sergas.

El deterioro del embalaje del material quirúrgico es un hecho poco habitual, pero no excepcional. Sin embargo, entre el personal del hospital lo que causa estupor es que ocurra en la gran mayoría de los recipientes y que estos tengan poco más de dos años de vida. Cuando se produjo la apertura del hospital y el traslado desde el viejo Xeral, los trabajadores denunciaron la suspensión de numerosas operaciones debido a la suciedad con que llegaba el material, una situación que se atribuyó a que la esterilización se realizaba en otro hospital menor a varios kilómetros de distancia y se trasladaba a la nueva infraestructura sanitaria por medio de un servicio de transporte privado.

Muchos son los frentes de Alberto Núñez Feijóo en Vigo, una ciudad que se resiste al todopoderoso PP de Galicia, pero quizás el más doloroso para el presidente de la Xunta sea el hospital Álvaro Cunqueiro. Vendido como el proyecto estrella de su largo mandato, el centro sanitario, ejecutado mediante un modelo de colaboración público-privada, no para de darle disgustos. A él y a la población sanitaria viguesa, por encima del medio millón de habitantes, que ahora ve cómo cientos de operaciones quirúrgicas son aplazadas por la aparición de un misterioso polvillo en el material quirúrgico que resultó ser óxido de aluminio.

Alberto Núñez Feijóo
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