Rebelión en las Cíes: miles de turistas se quedan en tierra por el cupo de viajeros
Las navieras se siguen saltando el número máximo de turistas a pesar de los expedientes abiertos por la Xunta; la Guardia Civil obligó el domingo a tres barcos a regresar
El caos reina en el transporte marítimo a las islas Cíes. Los expedientes abiertos por la Xunta a las navieras por duplicar el cupo de turistas transportados al archipiélago vigués no han provocado cambio alguno en las principales empresas que prestan el servicio, que se siguen saltando los límites, hasta tal punto que la Guardia Civil, a instancias de la dirección del parque nacional, obligó el domingo a regresar a puerto a tres barcos con varios cientos de pasajeros a bordo, en medio de fuertes protestas. Este lunes, otros 2.000 se quedaron en tierra pese a contar con billete, lo que provocó nuevamente momentos de gran tensión en el puerto de Vigo.
Que las multas por superar el cupo de 2.200 visitantes diarios son muy inferiores a los ingresos que genera la sobreventa ha quedado patente estos días en el transporte marítimo a las islas Cíes, la joya de la corona del Parque Nacional Illas Atlánticas. Las sanciones impuestas hasta la fecha por incumplir el límite rondan los 6.000 euros, una cantidad muy inferior a los 37.000 euros adicionales que entre las cuatro empresas pueden llegar a recaudar al día al saltarse el tope. Ni el anuncio de nuevas multas ni el ruido mediático que provocó el incumplimiento han arredrado al menos a dos de las cuatro navieras señaladas, Mar de Ons y Piratas de Nabia, que con su actitud han forzado la actuación de la Guardia Civil.
Los sistemas de control del cupo también han quedado estos días en entredicho. Ante la reiterada aglomeración de turistas durante todo este verano, fueron los propios agentes del parque los que, a principios de agosto, se decidieron a contar uno a uno a los viajeros que desembarcaban en Cíes, para constatar que el cupo estaba siendo superado en unas 2.000 personas diarias. Con esa información, el parque nacional, dependiente de la Xunta, presentó el pasado 14 de agosto denuncias contra cuatro navieras que conectan las localidades de Vigo, Baiona y Cangas con las Cíes, pero este domingo volvieron a contabilizar a los viajeros, que ya por la mañana superaban el cupo diario, así que solicitaron a una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que impidiese nuevos desembarcos.
El regreso a Vigo sin pisar las Cíes provocó el enfado de los turistas, entre los que había muchos que habían comprado sus billetes incluso con meses de antelación. Las navieras rechazaron inicialmente devolver el dinero de los pasajes, por lo que un grupo de unos 35 se negó a bajar del barco hasta que consiguieron el reintegro.
El puerto de Vigo volvió este lunes a vivir otra jornada de desconcierto, con más de 2.000 turistas que ya habían comprado su billete pero que no pudieron embarcar hacia las islas. Según explicaron los afectados, los empleados de Mar de Ons y Piratas de Nabia les ofrecieron como alternativas viajar a las vecinas islas de Ons, también del parque nacional, o la devolución del billete. Pero nada de esto calmó los ánimos de los viajeros. La tensión obligó a intervenir a agentes de la Policía Nacional, después de que una empleada de una de las navieras denunciase una supuesta agresión de un afectado. El hombre negó dicho agresión, y los policías intervinieron para “calmar los ánimos”, según confirmaron fuentes de comisaría.
A través de un comunicado, Mar de Ons atribuyó el domingo lo sucedido a “la determinación de limitación de cupo de entrada a las islas Cíes tomada por la dirección del parque nacional”. La naviera espera “conocer las motivaciones que hayan podido inclinar a la dirección del parque a tomar una decisión que ha perjudicado a los viajeros y en última instancia a la imagen del parque nacional”. Al margen de ese comunicado de Mar de Ons, las navieras afectadas no han dado más explicaciones públicas ni han confirmado el número de embarcaciones que no han podido zarpar con rumbo a las Cíes.
Los incumplimientos de los cupos se vienen repitiendo en los últimos años, pero las multas han sido insuficientes para obligar a las navieras a respetar el límite. Los sistemas de control por parte de la Xunta también han sido igualmente ineficaces, hasta el punto de que finalmente han sido los agentes del parque nacional los que han tenido que contar a los viajeros y trasladar la denuncia a la Consellería de Medio Ambiente.
La Xunta avisa que será "contundente"
Esta vez la Xunta anuncia que será “contundente” con las navieras, dada la reincidencia de los incumplimientos. La directora general de Patrimonio Natural, Ana María Díaz López, explicó este lunes que las empresas fueron advertidas en varias ocasiones de que habían incurrido en un exceso de venta de billetes. El pasado domingo, cuando la situación se repitió, “se les avisó por correo electrónico y por WhatsApp” de que no se iba a permitir que desembarcasen más personas, una decisión que pretende tanto la preservación del espacio natural como la seguridad de los propios visitantes.
“La seguridad de las personas es absolutamente vital; exceder el cupo puede comprometerla en caso de que haya un incidente”, subrayó la directora general, que lamentó los perjuicios causados a los afectados, de los que responsabilizó a las empresas. “Conocían la norma, apelamos a su responsabilidad, pero esa responsabilidad no fue recíproca”, denunció. “La 'consellería' va a aplicar el régimen sancionador con toda dureza y hasta las últimas consecuencias”, anunció, y recordó que las sanciones pueden ir desde 3.000 a 200.000 euros.
El conflicto ha enturbiado una vez más las relaciones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, con la Xunta, que ya se habían deteriorado al desmarcarse la Xunta del proyecto municipal de convertir las Cíes en Patrimonio de la Humanidad con una propuesta alternativa que abarca todo el parque nacional. Caballero ha responsabilizado a la Xunta del caos por ser “incapaz de ejercer su obligación” de control sobre las navieras, y se preguntó si fue “adrede” la actitud del Gobierno gallego, que ha causado un “daño inenarrable” a la imagen de las Cíes.
El regidor recordó que es el Gobierno gallego el que tiene la competencia de gestionar el parque nacional y de supervisar la acción de las navieras que organizan los viajes a Cíes. “Tiene todo el control, y ayer [por el domingo] se promovió un auténtico caos”, criticó. Caballero también advirtió del “riesgo” de la decisión de no permitir el desembarco de cientos de viajeros, que se quedaron “enfadados, indignados y descontrolados”.
Lo sucedido “es la peor campaña que se podía hacer sobre las Cíes, y la hizo la Xunta de Galicia”, denunció Caballero, que se quejó igualmente por no haber sido consultado por el Gobierno gallego, a pesar de que las Cíes pertenecen a Vigo. El alcalde exigió al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, “que dé explicaciones a la ciudad” por la “catástrofe” de la gestión de estos hechos. Acusó además a la Xunta de hacer “labor antiturística” en Vigo al “destrozar” la imagen de las Cíes, promoviendo una “anticampaña”. “También es casualidad, primero intentan reventar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad con otra candidatura clandestina, y ahora provocan el mayor caos turístico que se recuerda”, denunció.
El caos reina en el transporte marítimo a las islas Cíes. Los expedientes abiertos por la Xunta a las navieras por duplicar el cupo de turistas transportados al archipiélago vigués no han provocado cambio alguno en las principales empresas que prestan el servicio, que se siguen saltando los límites, hasta tal punto que la Guardia Civil, a instancias de la dirección del parque nacional, obligó el domingo a regresar a puerto a tres barcos con varios cientos de pasajeros a bordo, en medio de fuertes protestas. Este lunes, otros 2.000 se quedaron en tierra pese a contar con billete, lo que provocó nuevamente momentos de gran tensión en el puerto de Vigo.