Sánchez e Iglesias abren su nueva relación con un 'largo' encuentro con cena incluida
Pese a haber hecho de la transparencia una de sus banderas, Sánchez se ha empeñado en cubrir con un espeso manto de silencio y opacidad sus encuentros con los líderes
Pablo Iglesias y Pedro Sánchezcenaron la noche del miércolesen un lugar privado y "discreto" que no quisieronrevelar,donde celebraron "un encuentro largo e informal", según fuentes de Podemos, que se extendió durante casi tres horas. Los reproches y las acusaciones que ambos líderes se lanzaron durante la campaña electoral quedaron atrás para dar paso a un tono conciliador y "cordial"con el que trataron de buscar acuerdos poselectorales. La política de pactos centró la mayor parte de la conversación entre el líder de Podemos y el socialista, que tienen en sus manos la posibilidad de cambiar radicalmente el actual mapa político.
Los líderes de ambas formaciones han coincido en que el protagonismo y la dirección de las negociaciones corresponde a los dirigentes regionales de sus partidos, según han subrayado tras el encuentro. Según ha explicado Iglesias, tambiénhan conversado acerca de Europa y de España, poniendo sobre la mesa "las cosas en las que coinciden y las diferencias”, además deabordar"la necesidad de regeneración democrática o a la importancia de las políticas de derechos sociales".
Ante las críticas por la falta de transparencia en esta primera reunión, celebradaen un lugar secreto y sin cámaras, tanto Iglesias como Sánchez prometieron realizar una reunión pública "cuando terminen los procesos regionales", según informan desde Podemos. En otros lugares donde las candidaturas ciudadanas de unidad popular han llevado a cabo este tipo de reuniones para discutir sobre la política de pactos con el PSOE, se puso la exigencia de retransmitirla en directo por internet, como fue el caso de Zaragoza en Común.
El primer encuentro entre los máximos responsables de Podemos y PSOE se produce después de que ambos ya intercambiaran varias llamadas telefónicas tras conocer los resultados del 24-M. La única reunión entre pesos pesados del Partido Socialista y la formación emergente se produjo el pasado mes de diciembre, en una cena en la que participaron el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, y el secretario general Pablo Iglesias, por parte de Podemos, yel expresidente del GobiernoJosé Luis Rodríguez Zapatero y el exministro José Bono. Este último fue el que ejerció de anfitrión, al ofrecer el ático que posee en Madrid para celebrar una cena informal y de carácter secreto.
El líder de Podemos reveló el pasado mes de marzoque en aquel encuentro se había debatido, "entre otros temas de Estado", sobre la política de pactos, en un momento en el que la nueva formación ya pisaba los talones a los socialistas, según casi todas las encuestas. El argumento de Iglesias ya fue entonces que, si Podemos era una fuerza subalterna al PSOE, le facilitaría las investiduras para derrocar al PP, pero no entraría en gobiernos de coalición. Por el contrario, si el PSOE obtuviese menos votos que Podemos, entonces sí formarían gobiernos, al contar con una posición de fuerza para imponer sus medidas en esos hipotéticos ejecutivos.
Silencio y opacidad
Pese a haber hechode la transparencia una de sus banderas, Sánchezse ha empeñado en cubrir conun espeso manto de silencio y opacidadsus encuentros con los líderes de los partidos emergentes para sondear su disposición a suscribir pactos postelectorales. Si el martes se reunió en secreto conAlbert Riveraen un hotel de Madrid, el miércoles por la noche ha cenado en privado con Iglesias,también en terrenoneutral, en un lugar y a una hora que ni el PSOE ni Podemos quisieron revelar. Horas antes de reunirse con Iglesias, el líder socialista almorzó con Mariano Rajoy en el palacio de la Moncloa, en un encuentro del que sólo se informó a posteriori.
Podemos, al menos, informó previamente de la celebración de la citaen sí. Pero los socialistas no quisieron revelar detalle algunode la reunión, hasta el punto de que a primera hora de anoche un portavoz del partido ni siquiera quiso confirmar que el encuentro entre Sánchez e Iglesias se estaba produciendo. El líder socialista, que compareció a mediodía de ayer en la sede de Ferraz para presentar una batería de medidas de regeneración política y económica que el PSOE pretende llevar al Congreso en este final de legislatura, se limitó a señalar que el líder de Ciudadanos le había causado una "buena impresión", y que es bueno que haya "cierta discreción" en estos encuentros para crear "un clima de confianza".
Vídeo: Rajoy y Sánchez se reúnen en Moncloa
Hasta el pasado martes, el secretario general del PSOE no conoció personalmentea Rivera. Y tampoco se había reunido jamás con Iglesias,al que conoció anoche. Ante la insistencia de los periodistas para que diese a conocer algún detalle de su cita con el líder de Podemos, Sánchez insistió ayeren que debe ser "discreto" para "generar confianza" con sus interlocutores. "Debo mantenerme fiel a los compromisos adquiridos", añadió, pese a que la exigencia de que los encuentros con los líderes de los dos partidos emergentes fuesen secretos habíapartido del propio PSOE.
Sánchez contactó con Iglesias el pasado martes 26 de mayo por la tarde con la intención de fijar un encuentro personal en el que poder formalizar las relaciones entre ambos partidos. Tras una primera conversación demera cortesía de algo más de un minuto, los líderes del PSOE y de Podemos volvieron a hablar al día siguiente, miércoles, también por teléfono, y esta vez durante unos 15 minutos. En esa segunda conversación, Iglesias trasladó a Sánchez quePodemos no tiene "ninguna voluntad de permitir que el PP gobierne en ninguna comunidad autónoma", aunque también le avisó de que, para "entenderse", los socialistas tendrán que dar "un giro de 180 grados".
Pablo Iglesias y Pedro Sánchezcenaron la noche del miércolesen un lugar privado y "discreto" que no quisieronrevelar,donde celebraron "un encuentro largo e informal", según fuentes de Podemos, que se extendió durante casi tres horas. Los reproches y las acusaciones que ambos líderes se lanzaron durante la campaña electoral quedaron atrás para dar paso a un tono conciliador y "cordial"con el que trataron de buscar acuerdos poselectorales. La política de pactos centró la mayor parte de la conversación entre el líder de Podemos y el socialista, que tienen en sus manos la posibilidad de cambiar radicalmente el actual mapa político.