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Censura, cancelación y líos administrativos: ¿una guerra cultural en Valencia?
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Censura, cancelación y líos administrativos: ¿una guerra cultural en Valencia?

La incorporación de Cultura a la Vicepresidencia de Vicente Barrera (Vox) ha despertado cierto recelo en la escena cultural valenciana. En su toma de posesión declaró su compromiso "en priorizar la libertad y la igualdad de trato"

Foto: Smoking Souls, en el Teatro Principal de Valencia. (IVC)
Smoking Souls, en el Teatro Principal de Valencia. (IVC)

En 2022, la industria musical valenciana facturó 34,7 millones de euros netos, siendo la cuarta autonomía tras Madrid, Cataluña y Andalucía. Antes de la pandemia, en 2019, las cifras fueron cercanas a los 59 millones, unos números que se espera recuperar en el ejercicio actual, con la actividad a pleno rendimiento y sin las distorsiones lógicas del pasado año.

Foto: Reunión en la Comunidad Valenciana entre la delegación del PP y la de Vox. (EFE/Manuel Bruque)

La Federación Valenciana de la Industria Musical (FEVIM), que agrupa desde los grandes promotores de macrofestivales hasta las pequeñas salas de concierto, y el Instituto Valenciano de Cultura de la Generalitat lanzaron, el pasado 2022, el Anuario de la Música Valenciana, un estudio que analiza el estado de la cuestión y ofrece una hoja de ruta para afrontar el futuro. Desde 2015, la estructuración del sector fue una de las apuestas políticas del anterior gobierno, con dos directrices: el aumento presupuestario y el impulso a iniciativas que ayudasen a consolidarlo, como los Premios de la Música Valenciana Carles Santos, el Circuito Cultural Valenciano, el Circuito Sonora o la Valencian Music Office. En definitiva, se fortalecieron las industrias creativas y musicales, considerando la cultura como un motor económico más de la Comunidad Valenciana.

La Comunidad Valenciana es la primera autonomía bilingüe donde Vox gestionará la cultura

La incorporación de Cultura a la Vicepresidencia de Vicente Barrera (Vox) ha despertado cierto recelo en la escena cultural valenciana. En sus primeras manifestaciones, durante el traspaso de carteras, declaró su compromiso "en priorizar la libertad y la igualdad de trato, el respeto a todas las culturas y la pluralidad". Pero la inexperiencia en la gestión pública y ciertos elementos doctrinarios contra las lenguas cooficiales y la diversidad valenciana, incluidos en el programa electoral de su partido, como la “defensa de nuestras tradiciones, costumbres e instituciones propias frente a los falsos Países Catalanes", alertan sobre una posible desaceleración de un crecimiento económico que solo la pandemia dinamitó entre 2020 y 2021. La Comunidad Valenciana es la primera autonomía bilingüe donde Vox gestionará la cultura y los últimos casos de censura en algunos municipios han levantado las alarmas.

placeholder La Fúmiga, en la Plaza de Toros de Valencia. (Cedida)
La Fúmiga, en la Plaza de Toros de Valencia. (Cedida)

Si el nuevo ejecutivo valenciano incorpora al marco del debate la batalla de símbolos y el conflicto lingüístico, como ocurrió durante la Transición, intentando relacionar la normalización del valenciano, un eje transversal y fundamental en la industria cultural, con posiciones políticas inexistentes tanto en el marco parlamentario como en la opinión pública (Països Catalans), no solo podría perturbar el marco de convivencia, sino también el desarrollo de una industria cultural en crecimiento.

Rafa Jordán es director de la promotora Pro21Cultural. Durante la última década esta productora musical ha contribuido a la incorporación a la industria musical de grupos muy populares que cantan en valenciano (La Fúmiga y El Diluvi) o en ambas lenguas oficiales (Maluks y Marala). Esta y otras empresas medianas y grandes, pertenecientes a la Asociación de Promotores Musicales de la Comunidad Valenciana, han conformado un ecosistema musical que refleja la realidad multiestilística y plurilingüística de la sociedad valenciana. “El pálpito es que estamos abocados a una época de retroceso de todo el trabajo transversal e integrador realizado desde hace diez años. Se ha creado una industria musical valenciana, refrendada y visible cada año en los Premios de la Música Valenciana Carles Santos, con ganadores y nominados en todas las lenguas. En los circuitos de música lanzados desde las instituciones públicas han participado grupos de estilos y lenguas diversas. Después de los acontecimientos sufridos en las últimas semanas, el temor hacia una involución en nuestros derechos culturales es real”.

Foto: Nou Café Concert, en Valencia. (Cedida)

Estos acontecimientos han sido la retirada del nombre de Vicent Torrent del Auditorio de Torrent y de las revistas en valenciano de la biblioteca de Burriana, el aplazamiento del Cebarock en la Pobla de Vallbona y la no inclusión de Smoking Souls en los conciertos del Ayuntamiento de Elche. “Los tiempos de contratación y los de la administración son diferentes, pero funcionan en paralelo. Primero se llega a un acuerdo y se reserva una fecha mediante un pacto verbal, que es lo que sucedió con Smoking Souls, que después se materializa con la ley de contratos públicos, que en ocasiones es larga y farragosa. El Ayuntamiento de Elche se agarra a este subterfugio de que no existe un proceso administrativo consolidado para esgrimir que no existe ningún acuerdo. No siguen adelante con su parte, y en el cartel definitivo del festival no aparece ningún grupo que cante en valenciano, como sí venía sucedido los años anteriores. Por eso pensamos que es una decisión deliberada contra una lengua oficial”, comenta Jordán.

placeholder Las valencianas Maluks. (Marxmayor)
Las valencianas Maluks. (Marxmayor)

El sector de la promoción de conciertos trabaja con las administraciones públicas desde una exigencia de concurrencia, en la que varias empresas optan a la producción de los directos. “Ahora parece que asoma una decisión arbitraria que no responde a decisiones técnicas sino políticas, y eso es una involución. La música en valenciano hace años que salió de la trinchera. Durante la última década ha recorrido estilos diversos y ha normalizado discursos, más allá de la defensa del idioma. Existe música urbana, pop, rap y multitud de querencias expresadas en valenciano alejadas del compromiso político”, expone el promotor, “se ha alcanzado una normalización y parece que las nuevas administraciones ven en el valenciano una agresión”.

En 2022, la industria musical valenciana facturó 34,7 millones de euros netos, siendo la cuarta autonomía tras Madrid, Cataluña y Andalucía. Antes de la pandemia, en 2019, las cifras fueron cercanas a los 59 millones, unos números que se espera recuperar en el ejercicio actual, con la actividad a pleno rendimiento y sin las distorsiones lógicas del pasado año.

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