El PSOE no cede ante Rodríguez y asume que la Diputación de Valencia sea para el PP

El Partido Popular está rozando la presidencia de la Diputación de Valencia, una institución que daba casi por perdida tras el resultado de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. El partido comarcalista Ens Uneix, del exsocialista Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent, se reafirmó ayer en presentar a su propia candidata y única diputada provincial, Natàlia Enguix, y reclamar el voto a los socialistas (13 escaños) y Compromís (3) para que sea ella la presidenta. La posición es rechazada por el PSPV-PSOE y los valencianistas, que han firmado un acuerdo para "reeditar el Gobierno progresista" en la Diputación con el socialista y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, al frente, una opción que solo sería posible con el respaldo de Enguix.

Las dos formaciones de izquierda asumen así que si Ens Unex no cambia de posición, la corporación estará controlada a partir de mañana viernes por el Partido Popular a través de su presidente provincial, Vicente Mompó. La Diputación de Valencia se constituye a partir de las 12 el mediodía. En esa misma jornada, se procederá a la votación de su nuevo presidente, que tendrá la responsabilidad de repartir las áreas de gestión y formar un Gobierno.

Los populares obtuvieron 13 diputados provinciales y, en aplicación de la Loreg como grupo más votado, pasarían a liderar la institución, al no haberse reunido una mayoría absoluta en primera votación. El PP, que guarda un prudente silencio en el proceso, tomará el control de una corporación de casi 700 millones de euros de presupuesto en minoría, por lo que tendrá que apoyarse en los dos representantes de Vox y en la propia Ens Uneix para sacar adelante las cuentas anuales e iniciativas que tengan que pasar por el pleno.

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La razón del plante de los socialistas es que creen que Rodríguez no puede condicionar con un único voto la gobernabilidad de la Diputación. "Si se pierde, que sea con la dignidad que se merece", señalan fuentes del PSPV, que dejan la puerta abierta a que en el futuro pueda producirse una moción de censura en su favor. En cualquier caso, la pérdida de la institución debilitaría mucho la figura de Bielsa, porque cuestiona su capacidad de liderazgo y negociación y pierde la plataforma de poder institucional que puede darle alas en su otro objetivo de liderar una alternativa interna al actual secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig.

Ens Uneix no descarta acuerdos de gobierno con el PP si la izquierda no vota a su candidata

La paradoja de este complejo triángulo político es que Rodríguez está enfrentado a Puig, que lo expulsó del partido tras su imputación en el caso Alquería, del que ha resultado absuelto. Y el alcalde de Ontinyent justifica precisamente en la continuidad del que desde hoy será expresidente de la Generalitat tras la designación de Carlos Mazón su negativa a apoyar a Bielsa, el teórico rival interno del barón socialista. “A estas alturas, con la actual dirección de Ximo Puig a la cabeza, el PSPV no es un partido fiable para conducir la Diputación de Valencia. Por tanto, en el momento en que vuelva a ser para nosotros un partido fiable, no tendremos ningún inconveniente en reconsiderar esta postura y propiciar los cambios pertinentes", señala Ens Uneix en relación con esa posible moción de censura.

"Y si, finalmente, las fuerzas de izquierdas no apoyan a Natàlia Enguix como presidenta, Ens Uneix se sentirá con las manos libres para acordar un Gobierno estable con las fuerzas políticas que quieran que la Diputación sea un dique de contención para detener los extremismos”, añade, abriendo la puerta a pactos con el PP, que llegó a pedir ocho años de prisión a Rodríguez como acusación popular en el caso Alquería, sin tener en cuenta a Vox.

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Tras el aparente debate en torno a la vida interna de la federación socialista valenciana, en el entorno de Bielsa creen que Rodríguez tiene acuerdos secretos con el Partido Popular y que está haciendo una escenificación sin desvelar todos los verdaderos motivos. Los populares, de hecho, han ofrecido a través de la dirección regional de Carlos Mazón inversiones para la comarca de la Vall d'Albaida desde la Generalitat valenciana. El propio Rodríguez, aunque define su partido como progresista, admitió hace varios días que el respaldo a Bielsa podría contaminar la relación de su partido con el nuevo Gobierno autonómico, que además de Ontinyent gobierna un puñado de poblaciones de la comarca.

En un comunicado conjunto, PSPV y Compromís insistieron en que hay una mayoría de votantes progresistas en la provincia de Valencia y un mandato de la ciudadanía que nace de las urnas para configurar "un pacto de izquierdas", de forma que "se mantengan las líneas de gestión que pongan en el centro de la acción política la igualdad, la transparencia, la cultura, el municipalismo y el buen gobierno". "El objetivo es alcanzar un acuerdo que permita conformar un Gobierno que dé continuidad a las políticas de éxito en avances sociales y transparencia desarrolladas desde 2015, las mismas que reclaman colectivos sociales de toda índole en la provincia de Valencia que emplazan a las fuerzas progresistas a evitar que la institución provincial caiga en manos de PP y Vox", señalan para reclamar a Ens Uneix que se sume a su acuerdo.