Oltra se atrinchera: "No hay ninguna prueba y es todo una cacería de la extrema derecha"

La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, insistió este viernes en que no dimitirá de sus cargos pese a haber sido imputada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por abandono de menor, prevaricación y omisión de comunicar un delito en el caso de los abusos a una menor tutelada por el que ha sido condenado su exmarido. La lideresa de Compromís se mantuvo en el enroque político poniendo el foco en que el propio auto judicial admite que no existe una "prueba directa" contra ella e insistiendo en que todo el proceso es producto de una campaña de la extrema derecha, por el hecho de que el líder de la ultraderechista España 2000, José Luis Roberto, sea el abogado de la víctima que presentó la denuncia.

"Esta gente no puede ganar. Es una cuestión política de defensa democrática. Si me lo hacen a mí se lo podrán hacer a cualquiera", dijo la 'consellera' de Igualdad en referencia a sus denunciantes. "Esto es una cacería política que viene de la extrema derecha", abundó, para calificar su posición de "ética, estética y política". Sobre todo, política, reiteró.

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Por esta causa están siendo investigadas otras 13 personas, funcionarios y altos cargos de la Conselleria de Igualdad. Tanto la fiscal del TSJ, Teresa Gisbert, como los magistrados que componen el tribunal, Pilar de la Oliva, Vicente Torres y Antonio Ferrer, coinciden en que existen una serie de "indicios plurales" que apuntan a un "posible concierto" de todos los imputados para desacreditar a la entonces menor de edad. Ese fue el resultado del expediente informativo abierto cuando ya estaban en marcha las diligencias penales contra el exmarido de la vicepresidenta valenciana. Los funcionarios y psicólogos que participaron en las evaluaciones no se creyeron a la adolescente, en contraste con el informe pericial del Instituto de Medicina Legal que sustentó la condena contra la expareja de Oltra, Luis Eduardo Ramírez, pendiente de un recurso ante el Tribunal Supremo.

La dirigente valencianista defendió su gestión y la del resto de investigados. "No ha habido ninguna interferencia, trabajaron de forma profesional. Tenemos un problema en este país si la verdad es increíble", señaló sobre la gestión del expediente de la menor por parte del resto de imputados.

Oltra aseguró que no ha hablado con el 'president' de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, sobre su situación judicial. La imputación ha generado muchos nervios en las filas del PSPV-PSOE, que no sabe cómo gestionar una situación de desgaste compartido ante el cierre de filas de Compromís con la vicepresidenta. La secretaria general de Més, la pata nacionalista y mayoritaria de Compromís, Àgueda Micó, amanecía en una entrevista en la radio y la televisión autonómica, À Punt, advirtiendo que una destitución unilateral por parte de Puig supondría una ruptura del Acuerdo del Botánico.

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De hecho, preguntada en la rueda prensa, Oltra descartó la existencia de negociaciones para ejecutar una crisis de gobierno. No contempla dimitir ni como vicepresidenta, ni como 'consellera' ni como portavoz del Consell. Incluso aunque la procesen. "Los procesos judiciales no cambian la realidad", señaló.

La veterana política llegó a primera hora de la mañana a la reunión del pleno del Consell flanqueada por los otros tres 'consellers' de Compromís, Mireia Mollà, Raquel Tamarit y Rafael Climent. A la rueda de prensa entró acompaña del secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedèu, y Rubén Trenzano, director de Política Lingüística, dos altos cargos que fueron procesados y absueltos judicialmente después de haber sido denunciados por el Partido Popular. Todo un gesto simbólico de su intención de aguantar la presión y llegar hasta el final del procedimiento.