Pablo Casado redime su mala conciencia con Rita Barberá en el mitin de Valencia
El líder del PP, que participó en la exclusión de la exalcaldesa fallecida cuando fue investigada por el Supremo, reivindica ahora su figura
Pablo Casado se lo ha contado a todo el que ha querido oírle: que la muerte de Rita Barberá en una habitación del hotel Villa Real de Madrid en 2016 le generó un enorme peso de conciencia. El líder del Partido Popular fue uno de los que trabajaron en 2016 para intentar que la investigación por blanqueo de capitales que el Tribunal Supremo abrió a la exalcaldesa de Valencia y entonces senadora salpicase lo menos posible las siglas del partido.
Junto a otros dirigentes como Javier Maroto, recibió el encargo de Mariano Rajoy de poner cordones sanitarios a los muchos casos de corrupción que asediaban al PP en esos años de plomo.
En septiembre de 2016, Barberá fue forzada a pasar al grupo mixto y abandonar la disciplina popular. Casado llegó a invitarla indirectamente a dejar el asiento y "dar un paso atrás", según declaraciones de la época como vicesecretario de Comunicación. "Ya no forma parte del Partido Popular", llegó a decir.
Dos meses después, Barberá, histórica fundadora de Alianza Popular, aparecía sin vida por muerte natural y los sentimientos de culpa se apoderaron del partido. La investigación penal se extinguió sobre la exalcaldesa, aunque sus concejales siguen pendientes de saber si se sentarán en un banquillo.
La trágica circunstancia ha sido durante años una espina clavada en quienes trabajaron para apartarla y evitar que su caso contaminase el partido. "Hicimos lo que teníamos que hacer en ese momento", se justifican. Es cierto que la presión mediática era enorme.
Casado aprovechó el retorno este domingo a los grandes mítines en Valencia para intentar redimirse. Lo hizo para dar respaldo a María José Catalá, la alcaldable para la ciudad, que también está reivindicando su figura y presentándose como sucesora de su recuerdo, aunque en su momento votó a favor en las Cortes valencianas de la reprobación de la política fallecida junto a Isabel Bonig, que no ha aparecido en todo el fin de semana por la convención popular en Valencia. Las dos han reconocido en público y en privado que se equivocaron.
Casado homenajeó en su discurso del domingo a la "gran Rita Barberá". "Tú vas a ser la que continúe su gran legado", le lanzó a Catalá. La número dos del PP valenciano había recordado unos minutos antes en el atril de una abarrotada plaza de toros que fue "una mujer del PP quien transformó la ciudad" y que ahora "Valencia necesita de un nuevo liderazgo femenino, otra mujer del PP".
Pablo Casado se lo ha contado a todo el que ha querido oírle: que la muerte de Rita Barberá en una habitación del hotel Villa Real de Madrid en 2016 le generó un enorme peso de conciencia. El líder del Partido Popular fue uno de los que trabajaron en 2016 para intentar que la investigación por blanqueo de capitales que el Tribunal Supremo abrió a la exalcaldesa de Valencia y entonces senadora salpicase lo menos posible las siglas del partido.
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