Hallan tres restos orgánicos en el baño y Jorge se defiende: "Veis como no mentía"

Lenon, el perro de la Guardia Civil experto en la detección de restos orgánicos, lo marcó mucho antes de que los agentes de científica hicieran el hallazgo. En el sumidero del plato de la ducha, los investigadores localizaron tres restos orgánicos de uno por uno aproximadamente. En cuanto Jorge se enteró del descubrimiento, exclamó: “Veis como no os mentía. Había mucha sangre y me costó mucho limpiarla”.

Los restos se han enviado con carácter urgente a los laboratorios para someterlos a pruebas de ADN. Se espera que en el plazo máximo de 24 o 48 horas se pueda confirmar si se trata de Marta Calvo. Mientras, siguen las labores de búsqueda en el vertedero de Dos Aguas en Valencia, donde los agentes están convencidos de que pudieron llegar los restos de la joven valenciana desaparecida.

Es curioso, porque el día que se entregó, el pasado 4 de diciembre, Jorge llevaba encima una carta escrita de su puño y letra. La fecha que figuraba en su encabezamiento era el 13 de noviembre. Los agentes se fijaron en que, a pesar del tiempo trascurrido, 22 días desde que la escribió hasta que se entregó, la misiva no tenía dobleces ni arrugas, tampoco manchas. Es más, parecía o reciente o escrupulosamente conservada, lo que no cuadra con la parte de su testimonio que afirma que vagó por casas abandonadas mientras huía de la Justicia.

El Confidencial ha tenido acceso al documento, que dice así:

“Soy Jorge. Esto fue un accidente y nunca me imaginé que mi vida fuera a terminar de esta forma. Esto no tiene nada que ver con un delito de violencia de género. Respeto y amo a las mujeres. Esa noche nos fuimos a mi casa y estuvimos unas cuantas horas de fiesta. Después me dijo que no se sentía bien, que se tomaba una ducha y que íbamos a parar. Ya se había hecho de día y estuve de acuerdo, así que cuando llegó de la ducha nos acostamos a dormir. La cuestión es que cuando me desperté al día siguiente me di cuenta de que ella había fallecido. Así que al ver la situación, me dejé llevar por el pánico y no supe qué hacer, más que querer morir junto a ella, pero temía que alguien llegara y no pudiera quitarme la vida.

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Así que pensé en deshacerme del cuerpo de la chica, pero como no podía sacarlo yo solo de la casa sin llamar la atención, compré esa tarde una sierra (…) y al día siguiente en cuanto me desperté puse las bolsas en dos contenedores de Alcira y otro de Silla.

Escribo esto para narrar lo que sucedió y dejar prueba de que mi madre no tuvo nada que ver ni supo de esto tan terrible que me ocurrió. Ella llegó de Mallorca el 8 por la noche, porque era mi cumpleaños, y aunque sí me notó preocupado, nunca supo el porqué. No la llevé a la casa de Manuel, ya que tengo otro piso en La Ollería.

Escribo esto para narrar lo que sucedió y dejar prueba de que mi madre no tuvo nada que ver ni supo de esto

Es terrible para mí estar escribiendo estas palabras. El miedo a morir en prisión no me deja vivir y aunque sí fue un accidente, temo que me tomarán por un monstruo asesino de mujeres, el cual no soy, por eso prefiero morir y enfrentar la Justicia Divina. Mas no dejo de pensar en mi madre. Ella es una mujer humilde. Ojalá le hubiera hecho siempre caso. Siempre me ha querido y ha tratado de hacerme una mejor persona. Me sabe mal no poder despedirme y exponerla a tal humillación y vergüenza.

Le pido a ella que me perdone. He sido un ignorante y un estúpido. Espero poder hacerla feliz alguna vez. Ella es lo más hermoso que he tenido en esta vida. Siento no habérselo demostrado.

Pido perdón también a la madre de la chica, fue un accidente”.