Una fundación ligada a Morenés hace un roto de 1,5 M a Bankia y el banco de la Generalitat
El exministro de Defensa logró un préstamo del Ministerio de Industria para armar un buque escuela para discapacitados. Bancaja y el Instituto de Finanzas eran avalistas y la fundación nunca pagó
Una fundación vinculada al que fuera ministro de Defensa de Mariano Rajoy Pedro Morenés ha provocado un agujero de 1,5 millones de euros por tres préstamos impagados que contaban con aval y contraaval de Bancaja (ahora Bankia) y el Instituto Valenciano de Finanzas. La Fundación Aulamar obtuvo entre diciembre de 2005 y noviembre de 2006 una serie de ayudas financieras del Ministerio de Industria para la transformación de un barco escuela adaptado para discapacitados. El proyecto fue impulsado por Morenés, que en aquellos años era secretario general del Círculo de Empresarios, consejero del fabricante de armas Instalaza SA y presidente de la citada fundación, constituida para fomentar la afición al mar y la navegación entre la juventud y personas con dificultad para acceder a ella. La entidad estaba asociada al Clúster Marítimo Español (CME), una patronal que aglutina a empresas industriales navales, muchas de ellas proveedoras de la Armada española.
Morenés se encargó personalmente de obtener la financiación para el proyecto, pero necesitaba los avales necesarios ante el ministerio. Aprovechando las buenas relaciones que mantenía con integrantes del Consell de Francisco Camps, trató de que el Instituto Valenciano de Finanzas avalase los préstamos. Aunque Valencia iba a ser uno de los puertos estables de la embarcación, el hecho de que la fundación estuviese domiciliada en Madrid complicaba la suscripción de la garantía financiera. Finalmente, fue Bancaja, entonces presidida por José Luis Olivas, la que otorgó el aval, pero exigió un contraaval a su favor al IVF, como así se firmó.
El barco, una goleta de dos palos de 39 metros de eslora y camas para 32 personas, recibía el nombre Gure Citar y era un antiguo atunero que operaba en aguas del Cantábrico. Fue reformado en la Carpintería de Ribera Astilleros de Bermeo, según explicó la propia fundación, y pasó la fase final de pruebas en el Astillero BCN de Astilleros Murueta, en Erandio (Vizcaya). Fue reformado con camarotes adaptados, elevadores y rampas para sillas de ruedas. Su nueva vida comenzó en Bilbao en 2009 y durante varios años participó en actividades con discapacitados y fue protagonista de historias en medios de comunicación.
En teoría, como fundación sin ánimo de lucro, Aulamar se financiaba con aportaciones altruistas de empresas del sector marítimo. Sin embargo, nunca afrontó la devolución de los créditos del Ministerio de Ciencia, que realizó novaciones de las condiciones ampliando plazos de carencia. A partir de 2016, la Administración central comenzó el proceso de ejecución de los avales. Bankia ya había absorbido a Bancaja, y el Instituto de Finanzas tuvo que calificar como "dudosos" los avales vencidos de la Fundación Aulamar y realizar una provisión por responsabilidades de 1,52 millones de euros, según revelan los informes de la Sindicatura de Cuentas valenciana.
La respuesta a la ejecución de Ministerio de Ciencia ha provocado, además, un enfrentamiento entre el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri y el IVF. El primero quiere que el segundo afronte el pago como contraavalista. Pero el banco de la Generalitat sostiene que no autorizó las novaciones de los créditos y los cambios en las condiciones y ofrece al banco como mucho afrontar el pago al 50% para no enfrentarse en los tribunales.
La Fundación Aulamar sigue teniendo activa su página web. Pero el teléfono fijo que aparece en ella ha sido dado de baja y ya no existe.
Una fundación vinculada al que fuera ministro de Defensa de Mariano Rajoy Pedro Morenés ha provocado un agujero de 1,5 millones de euros por tres préstamos impagados que contaban con aval y contraaval de Bancaja (ahora Bankia) y el Instituto Valenciano de Finanzas. La Fundación Aulamar obtuvo entre diciembre de 2005 y noviembre de 2006 una serie de ayudas financieras del Ministerio de Industria para la transformación de un barco escuela adaptado para discapacitados. El proyecto fue impulsado por Morenés, que en aquellos años era secretario general del Círculo de Empresarios, consejero del fabricante de armas Instalaza SA y presidente de la citada fundación, constituida para fomentar la afición al mar y la navegación entre la juventud y personas con dificultad para acceder a ella. La entidad estaba asociada al Clúster Marítimo Español (CME), una patronal que aglutina a empresas industriales navales, muchas de ellas proveedoras de la Armada española.