La economía valenciana, como un tiro: solo el Brexit y Cataluña aparecen como riesgos

La economía valenciana lleva velocidad en crucero en términos de recuperación sin que a corto y medio plazo aparezcan grandes nubarrones en el horizonte. Este año cerrará con un crecimiento de su Producto Interior Bruto del 3,2% y el año que viene se producirá una ralentización del aumento, pero todavía alcanzará el 2,7%. La consecuencia directa será la creación de 120.000 empleos al final de 2018 y una reducción de la tasa de paro al 14,4%, todavía lejos de los mínimos precrisis pero muy por debajo de los picos del 24% y el 25% de desocupados que generó la recesión y el impacto de la burbuja inmobiliaria.

Así de optimista se muestra el departamento del estudios del BBVA en su último informe de coyuntura presento hoy en Valencia por su responsable, Rafael Domenech, y el director territorial del banco, Alberto Charro. El documento atribuye el buen comportamiento el tejido productivo regional, especialmente en el sector exportador, el turismo y la recuperación de la inversión residencial. Una aceleración de la demanda interna (por encima del 7%) en el contexto de la recuperación de la economía europea y un repunte modesto de 3% en el gasto público, especialmente por parte de la Generalitat, permitirán completar un quinquenio de crecimiento medio superior al 3%, por encima de su media histórica, según explicó el 'gurú' en materia de macreconomía del BBVA Research.

Hasta aquí las buenas noticias. Las malas son que, aunque de forma todavía moderada e incipiente, los cambios previstos en la política monetaria del Banco Central Europeo, el Brexit o una deriva todavía más descontrolada de la situación en Cataluña pueden frenar el ritmo de crecimiento de la producción regional. La Comunidad Valenciana ya ha sufrido un cambio de tendencia en las exportaciones al Reino Unido, con caídas del 6,9% en el último año. Y, aunque todavía no se ha frenado el flujo de turistas británicos que eligen la costa valenciana (Benidorm, principalmente), Doménech advirtió sobre las consecuencias del Brexit en materia de inversión inmobiliaria.

También parece agotarse la capacidad del sector turístico español, en general, y valenciano, en particular, para seguir absorbiendo clientes de países del Mediterráneo en situación de inestabilidad política. "Puede que haya alguna bolsa todavía, pero escasa. Turquía vuelve a recibir turistas", lanzó el responsable de estudios del banco que preside Francisco González. Para abrir nuevas vías de aumento de ingresos y de precios (que ya crecen a un 6% anual) Doménech apostó por reforzar y mejorar la oferta en calidad para atraer turismo de más capacidad de gasto y alargar las estancias. Incluso no consideró una mala iniciativa la imposición de una tasa turística (como está barajando el Consell de la Generalitat a petición del Parlamento autonómico) si los fondos obtenidos se destinan a potenciar la competitividad de la oferta.

El 'efecto distancia' en la crisis catalana

La situación que vive Cataluña y el impacto que puede tener la situación de incertidumbre o una posible declaración de independencia no aparece todavía reflejado en el informe de coyuntura (vea aquí el documento completo). Pero Domenech no ha podido esquivar la preguntas de los medios de comunicación sobre el asunto en su presentación. Tras afirmar que su departamento no trabaj sobre hipótesis o futuribles, sino sobre indicadores ya contrastables, ha manifestado que es obvio que se produciría un contagio sobre la economía de las autonomías vecinas a la catalana. "Tendríamos un efecto distancia en los intercambios comerciales. Es muy pronto para tratar de sacar ninguna conclusión. Va a depender de intensidad y duración", de la incertidumbre, ha explicado en referencia a los fuertes flujos comerciales entre Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En materia de mercado de trabajo, la autonomía valenciana seguirá generando empleo (120.000 nuevos entre 2017 y 2018) pero con altos índices de temporalidad, en torno al 28%. "Estamos muy lejos de los países de referencia con tasas de temporalidad, que son la mitad de la que tiene la Comunidad Valenciana". La tasa de paro bajará hasta el 14,5%. Se trata de un desempleo inferior a la media de los últimos treinta años en España (15%). Pero para el responsables del BBVA Research se trata de un paro estructural "totalmente inaceptable". "El mercado de trabajo tiene que funcionar de una forma más eficiente y más inclusiva".